CONTRACÓNICA ELECCIONES 4-M
El húsar en el tejado
La regeneración que defiende Bal parece una quimera en el fragor de una campaña cainita
A Edmundo Bal le gustan las motos, las chupas de cuero y AC/DC. Un perfil atípico para un abogado del Estado que dejó su confortable ocupación para dedicarse a la política. El CIS y sus adversarios le dan como el perdedor de estas elecciones. ... Todo se halla en su contra, pero no se rinde.
Como el húsar de la novela de Jean Giono, está dispuesto a cruzar el más peligroso territorio para una misión casi imposible. Bal tiene mucho de los rasgos de Angelo Pardi, el carbonario que se oculta en los tejados mientras la ciudad es presa de una epidemia de cólera. Si Pardi mantiene vivos sus ideales humanistas y caballerescos en medio de la desolación, Bal defiende una regeneración democrática que parece una quimera en el fragor de una campaña cainita.
Al igual que el húsar busca en un mapa la ubicación de la aldea de Sainte Colombe, Bal viajó ayer a Eurovillas, perdida en el paramo madrileño, un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido. Fue una urbanización donde habitaban los americanos de Torrejón en los años 70 y hoy, con sus 3.000 viviendas y sus 100 kilómetros de calles, sobrevive entre el olvido y el abandono, con baches en sus calles que reflejan su decadencia.
Allí estaba Edmundo Bal a las once de la mañana. Bajo unos toldos naranjas, a unos metros de un centro comercial que evoca el esplendor de lo que fue y no es. Llovía, hacía frío y varias decenas de militantes le aguardaban en la acera. « Esta era y sigue siendo una de las mayores urbanizaciones de Europa . Aquí venía la selección española a concentrarse. Y había un campo de tiro. Pero ahora nadie nos hace caso. Nos faltan servicios y seguridad», dice una concejal de Ciudadanos.
Esta vez Bal no llega en su Harley-Davidson. Se baja de una furgoneta. Aparca a unos metros de las carpas y es recibido con aplausos. Viste pantalones vaqueros y un anorak. Y no se quita la mascarilla. Sabe donde está porque lo primero que hace es prometer a los vecinos una ley para prestar servicios a estas urbanizaciones abandonadas de la mano de Dios. Por no tener, Eurovillas no tiene ni unas canalizaciones de agua dignas.
Bal entra en faena y dirige sus dardos contra el candidato socialista: « No había quien creyera a Gabilondo cuando dijo que no iba a pactar con Iglesias ». Luego le envía un recado a Díaz Ayuso: «Quiere gobernar con Vox y esto es lo que queremos evitar». Y también asegura que «Vox tiene un programa que se lee en un minuto, lleno de generalidades».
Respira por la herida cuando muestra su indignación por las palabras de Rocío Monasterio , que le acusó de traidor en el debate de Telemadrid. Y afirma que le han llegado muchos mensajes con felicitaciones por su moderación. «No entré en ningún tipo de provocación», se enorgullece. También subraya que le produjo verdadera pena que sus contrincantes se arrojaran a la cara las cifras de muertos de la pandemia.
Tras responder a algunas preguntas, el candidato recorre las solitarias calles de Eurovillas. «Estoy operado de menisco», advierte antes de iniciar la marcha. Habla con algunos vecinos y entra a un chalé en el que su propietario le expone un memorial de agravios: «Pagamos el 80% de los ingresos de Nuevo Baztán y no nos dan nada a cambio. Somos víctimas de una injusticia». Bal escucha y promete arreglarlo si gobierna. Ha dejado de llover.
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