El hacker que levantó seis millones en efectivo sin moverse del sofá
Enfila el banquillo en España uno de los piratas informáticos más buscados
![El hacker que levantó seis millones en efectivo sin moverse del sofá](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/11/02/katana-U18454823343bEO-1248x698@abc.jpg)
«¡Cuánto ha ganado papá! ¡Un saco entero! ¡Cuánto ha ganado!». El bebé mira a la madre sin entender demasiado, como cuando ella le coloca sobre un lecho de billetes de 50 para hacerle la foto. La mujer, en lencería, se dispara algún selfie con ... la cama rebosante de cash. Como Demi Moore en «Una Proposición Indecente» , pero en el siglo XXI.
Tiene mucho de película la historia de ese dinero. «Papá», a sus 38 años se había convertido en uno de los hackers más buscados del mundo . Se hacía llama r Katana e n la documentación de identidad con la que simulaba ser ucraniano en vez de ruso y llevar una vida tranquila con su pareja y el bebé en algún lugar de Alicante. Lo suyo no eran el oro ni la ostentación. A diferencia de ella, el tipo vestía discreto y alternaba poco .
Estaba ocupado: Sin moverse del sofá, sacó casi seis millones de euros en efectivo de cajeros automáticos de siete países en billetes como los que aquella noche de 12 de marzo de 2017, «mamá» inmortalizaba cubriendo la cama de matrimonio. Hoy va camino de juicio y el CNI le tiene en el punto de mira . Lo suyo es mucho talento útil para la seguridad del Estado.
Katana se coordinaba con delincuentes de perfil bajo, las «mulas», que a la hora señalada debían plantarse delante del cajero y esperar, bolsa en mano, a que escupiera los billetes. El vídeo de un varón retirando fajos sin tocar el aparato que grabó la cámara de seguridad de un banco de Taiwan dio la vuelta al mundo. Ahí empezaron los problemas para Katana . Alguien se fue de la lengua en los calabozos de Taipei y todo se vino abajo: al final de una cadena de individuos estaba él, pertrechado tras la pantalla del ordenador en su refugio alicantino. Utilizaba un programa que le servía para vulnerar los sistemas, cuando no tiraba de su propio software y esperaba a que cualquier oficinista confiado abriese un email. Una vez «tomado» el banco desde dentro, sólo era cuestión de programar el cajero o de inflar saldos de testaferros y después vaciarlos con tarjeta desde cualquier otro lado del mundo.
El cash se guardaba en maletas y luego salía del país maquillado bajo operaciones comerciales o en moneda digital que después reconvertía y repartía con el resto. En total, 5,9 millones de euros de bancos de Taiwan, Bielorrusia, Kirguistán, Kazajistán, Rumanía y Azerbayán . En España lo intentó con el Santander y el Sabadell, sin éxito.
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón dice en un auto que así compró tres coches a su pareja y pagaba la construcción de un chalet.
La gran operación
La operación policial fue difundida en España con puesta de largo. Distintos países le buscaban y aquí le habían encontrado. Se dijo entonces que había levantado mil millones de euros y estaba relacionado con una peligrosa organización criminal del Este de Europa.
Fue el colofón de una investigación que había durado varios meses tras una alarma de Bélgica y que se llevó por delante también a un par de sus compinches, aunque finalmente no se ha podido acreditar la identidad de ninguno.
Ahora, tres años después, el auto de procesamiento que le enfila al banquillo rebaja con mucho todo lo que se le imputaba a su detención, y no porque él se haya escurrido. Ante la policía y ante el juez reconoció el grueso de los «tele saqueos» con cierto orgullo y si en alguno dudó, los investigadores lo acreditaron, de acuerdo a la documentación del sumario a la que tuvo acceso ABC.
El escrito de acusación que ultima la Fiscalía lo será por un delito continuado de estafa informática, blanqueo, falsedad y revelación de secretos. «Mamá», por su parte, está procesada sólo por el blanqueo.
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