El Gobierno persiste en ocultar la carta que Sánchez envió a Mohamed VI

En este caso, lo que planteará La Moncloa es un ‘triplete’. De este modo, la rendición de cuentas de Sánchez se reduce ya que mientras él dispone de tiempo ilimitado para intervenir, los portavoces parlamentarios no ven duplicado su tiempo aunque se debata más de un tema en la misma comparecencia. Sin todavía confirmación formal, fuentes gubernamentales apuntan al miércoles 30 de marzo como fecha en la que Sánchez dara cuenta en una misma sesión de los resultados del Consejo Europeo, la cumbre de la OTAN y el acuerdo con Marruecos.

El posible uso de esa ‘trampa’ en dos cuestiones tan importantes y que no tienen nada que ver como la cesión del Sahara y las medidas europeas para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania ha exasperado este martes a los socios parlamentarios de los socialistas. Desde ERC a Más País pasando por PDECat han exigido una comparecencia monográfica del presidente sobre el Sahara. Algo que los socialistas han rechazado en la Junta de Portavoces y ante lo que Unidas Podemos no se ha pronunciado. Desde el PSOE, su portavoz en la Cámara Baja, Héctor Gómez, se centraba en destacar que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares , comparecerá este miércoles. Durante la reunión de la Junta de Portavoces, el PNV pidió a los grupos aprobar la petición de comparecencia de Sánchez solicitada por los populares –la única ya calificada por la Mesa– e introducirla en el orden del día del miércoles de la semana que viene. La decisión requería unanimidad ya que el contenido del próximo pleno quedó fijado la semana pasada. Todos los partidos, salvo el PSOE y Podemos, apoyaron la iniciativa lo que da idea de la oposición que genera el nueva postura del Gobierno.

A la espera de explicaciones, desde el Ejecutivo niega incluso el cambio de posición sobre el conflicto del Sahara Occidental y evita hasta desvelar el contenido íntegro de la carta de Pedro Sánchez al Rey Mohamed VI, conocida el pasado viernes por una comunicación del Ejecutivo marroquí, pero no por La Moncloa. En varias ocasiones se le preguntó por ello ayer a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, sin obtener más que evasivas y referencias tanto a la comparecencia de Albares como a la que Sánchez hará la semana que viene en el Congreso , si bien esta última obligada, como es habitual, para informar del Consejo Europeo que se celebrará esta semana. «En la sede parlamentaria es donde el Gobierno se mostrará con absoluta transparencia a todos los españoles», dijo Rodríguez a la primera de las preguntas sobre el contenido de esa misiva.

En todo momento, Rodríguez señaló que el nuevo acuerdo con Marruecos es «positivo» para España, que conllevará «prosperidad económica» para nuestro país y, también, que ayudará a preservar nuestra «integridad territorial». Preguntada en concreto sobre si Marruecos amenazaba esa integridad, sobre todo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que hoy mismo visitará Pedro Sánchez, Isabel Rodríguez volvió a tirar de evasiva: «En el momento que inauguramos una nueva etapa de relaciones creo que lo conveniente es mirar hacia adelante y no mirar hacia atrás. Estamos satisfechos con este acuerdo, que significa recomponer las relaciones con un país vecino y estratégico para España» concluyó la también ministra de Política Territorial.