Garaikoetxea y Arzalluz se lanzan reproches tras el acuerdo del PNV y EA para acudir en coalición a las municipales
Las asambleas municipales de PNV y EA ratificarán mañana por separado el acuerdo, sin que por el momento se haya previsto una firma pública del mismo
BILBAO. PNV y EA parecen haber quedado como enemigos después de firmar el acuerdo de coalición para concurrir juntos a las próximas elecciones municipales, forales y al Parlamento navarro. Xabier Arzalluz y Carlos Garaikoetxea intercambiaron ayer reproches en declaraciones a los medios de comunicación, en las que el presidente de la ejecutiva del PNV llegó a decir que el acuerdo con EA no era «plato de gusto, pero había que hacerlo» y el fundador de Eusko Alkartasuna aseguró que «la coalición con el PNV va a provocar disgusto en sectores» de su partido.
Xabier Arzalluz manifestó ayer, en una entrevista publicada en el diario Deia, que el motivo de la coalición electoral era atraer los votos de los nacionalistas que no militan ni en el PNV, ni en EA y que en las últimas elecciones autonómicas hicieron que las listas conjuntas alcanzaran los 604.000 votos.
Además, Arzalluz recordó el papel de Garaikoetxea en la escisión del PNV y abogó porque, con su propio relevo en la dirección del partido, dentro de un año, se mantenga la separación entre el liderazgo de la formación política y el del Gobierno, lo que supone descartar que su sucesor sea el lendakari Juan José Ibarretxe. En su opinión, «el partido tiene un acerbo de historia, de vivencia y de modo de ver el futuro de Euskadi que tiene que estar al margen de los compromisos políticos y si en un momento dado hay que ceder a nivel de gobierno, no ha de hacerse a nivel de ideología, ni de acerbo doctrinal».
Arzalluz se refirió a quienes preparan su sucesión al frente del partido y señaló que en su opinión no existe un conflicto generacional, sino «gente de una determinada edad cuya amistad puede llevarlos a constituir una especie de sociedad de apoyo mutuo a la hora de tomar posiciones de poder». En su opinión, «eso no es bueno».
De «michelines» a «amiguetes»
El enfrentamiento de Arzalluz con quienes ganaron la batalla interna en el partido para la elección de candidato a diputado general de Vizcaya es tal que indirectamente se refirió a ellos como «un grupo de amiguetes». «Nunca un partido debe caer en manos de un grupo de amiguetes, ni tener un dirigente, como le pasa al Partido Popular, cuya capacidad de selección se limita a sus compañeros de pupitre o a los que cree absolutamente leales a su persona», dijo Arzalluz. Sin embargo, la alusión al episodio de la elección de candidato para la Diputación de Vizcaya demuestra el grado de disgusto y perplejidad que ha provocado en la dirigencia peneuvista, que ya no puede apelar a falta de sintonía ideológica para abordar las discrepancias internas y los relevos, generacionales o fruto de batallas políticas que tienen mucho que ver con el escenario que marca un Arzalluz en retirada.
De forma simultanea y no como contestación a las declaraciones de Xabier Arzalluz, el ex lendakari y ex presidente de Eusko Alkartasuna Carlos Garaikoetxea manifestó ayer que «la coalición con el PNV va a provocar un gran disgusto en sectores de EA».
En una entrevista publicada en El Correo, Garaikoetxea aseguró que su partido ha cedido «mucho más» y que la forma «impositiva» y «voraz» demostrada por su socio en la negociación dejará «cicatrices». El ex presidente de EA puso además en duda que Juan José Ibarretxe influyera en el resultado de la negociación, porque en su opinión «el aparato peneuvista es tremendo».
Un pulso «bastante fuerte»
El ex lendakari dijo que él era partidario de «un acuerdo justo, pero no de una imposición» como en su opinión pretendía en un principio el PNV. Según Garaikoetxea, las negociaciones no han sido una «teatralización», como las han calificado algunos, sino «un pulso bastante fuerte».
El fundador de EA explicó que su partido había apostado por la coalición con el PNV, pese a la actitud de la formación liderada por Xabier Arzalluz durante las negociaciones, porque «si se descarta la entente PNV-EA para gobernar las instituciones, sólo queda otra, que es la de Partido Nacionalista-PSOE».
El ex lendakari consideró que eso iría en contra del proyecto de «Estado libre asociado» de Juan José Ibarretxe. «Es lógico que nos preocupe, sobre todo cuando se están defendiendo desde el Gobierno vasco ciertos proyectos políticos», señaló.
Por la defensa del plan de Ibarretxe, Garaikoetxea admitió que su partido va a obligar a «gentes que tienen profundas discrepancias en sus respectivos ámbitos locales a que olviden ciertas cosas de la noche a la mañana». «Se han cedido muchas cosas en aras de los ideales políticos y de nuestra idea de país», subrayó.
Las asambleas municipales de PNV y EA ratificarán mañana por separado el acuerdo de coalición, sin que por el momento se haya previsto una firma pública del mismo con la comparecencia de ambas partes.
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