Todo irá bien
Os estaré esperando
Fuisteis a por nosotros sabiendo que era ilegal, justificándolo con vuestros argumentos supremacistas

Fuisteis a por nosotros sabiendo que era ilegal, justificándolo con vuestros argumentos supremacistas y ahora diréis que no hicisteis nada, que iba de democracia, que iba de libertad. Ahora diréis que fue simbólico, la formulación de un deseo, las cartas sobre la mesa ... para negociar. Yo sé lo que diréis porque os conozco desde que nací y sois unos cobardes y unos irresponsables, y lleváis toda la vida intentando disimular vuestras frustraciones jugando a hacer el héroe sin pagar el precio.
Pero yo fui uno de los violentados y para siempre he de acordarme. Jamás he pasado tanto miedo ni me he sentido tan señalado. Fuisteis a por nosotros sabiendo que era ilegal, sabiendo que nos estábais atropellando y justificándolo con vuestros argumentos supremacistas, porque siempre supisteis que erais minoría y también eso os dio igual. Fuisteis a por nosotros sin ninguna empatía, sin ninguna compasión, sin ninguna piedad. Os advertimos nosotros, os advirtió el Gobierno, os advirtió la Justicia y en vuestra arrogancia de macarra de «pet i botifarra» afilasteis las navajas y si al final la sangre no llegó al río no es verdad que fuera por la acción represora de España, ni por la llegada de ningún ejército, sino porque vuestra cobardía es tan vulgar, y tan deshonrosa, que no os permitió ni estar a la altura de vuestra propia chulería.
Nos asaltasteis, nos ninguneasteis, nos mostrasteis todo el desprecio de vuestro totalitarismo aldeano, profundamente inculto, y no os detuvo ningún sentimiento noble, ninguna prudencia, ninguna bondad redentora; sólo el engaño, la mediocre estafa de vuestros líderes que una vez más os estafaron y vosotros sois tan lerdos que todavía les votáis cuando tendríais que ser los primeros indignados. Os hacéis llamar «presos políticos» cuando durante los meses de septiembre y octubre de 2017 tomasteis a la política de rehén y tratasteis a la libertad como a una fulana. No sé cuándo saldréis de la cárcel pero nunca más podréis mirarnos a la cara. Sois a la vez la vergüenza de la Civilización y el escarnio de la épica de los pueblos que quieren ser libres.
Ahora diréis que fue simbólico, que no tuvo ninguna importancia, pero yo os estaré esperando con los cristales que rompisteis , con las flores que pisoteasteis, con la angustia y el miedo que nos hicisteis pasar. Si no nos acabasteis de arrasar no fue porque nuestras vidas os importaran; sino porque sois tan necios, y tan mezquinos, que no sabéis hacer el bien ni el mal.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete