Cuatro tíos del sospechoso del triple crimen de Burgos acusarán a su sobrino

Tres meses después de que Rodrigo Barrio Dos Ramos, de 19 años, fuera detenido como sospechoso del crimen de sus padres y su hermano menor, ocurrido en Burgos en junio de 2004, y puesto en libertad

Tres meses después de que Rodrigo Barrio Dos Ramos, de 19 años, fuera detenido como sospechoso del crimen de sus padres y su hermano menor, ocurrido en Burgos en junio de 2004, y puesto en libertad días más tarde, la mayoría de su familia materna ha decidido personarse como acusación particular, según ha confirmado el abogado que les representa Adolfo Taboada.

Cuatro de los seis hermanos que tenía Julia Dos Ramos, la madre del sospechoso, han decidido dar este paso porque están «convencidos» de que el joven es el autor del triple crimen -las víctimas recibieron un total de 99 puñaladas-. Rodrigo Barrio fue detenido, ingresó en un centro de menores por orden judicial y quedó en libertad pocos días después a petición de la Fiscalía de Menores. No obstante, Barrio que tenía 16 años cuando ocurrieron los hechos, sigue inculpado en la causa a la espera de que se pronuncien los fiscales.

El letrado de la familia Dos Ramos ha explicado que cuatro de los tíos de Rodrigo, así como sus cónyuges, se han personado como acusación al entender que existen «indicios suficientes» que le implican en la muerte de sus padres y su hermano de 12 años. Entre los parientes que acusarán al joven se encuentran los dos tíos que hicieron de tutores y acogieron al chico tras el triple crimen.

El letrado Adolfo Taboada explicó ayer que la familia ha tomado esta decisión tras analizar el informe de la Policía -la investigación la llevó a cabo la Udev Central de la Comisaría General de Policía Judicial- que señala a Rodrigo como el presunto autor de las muertes «y por otras circunstancias posteriores que el chico no ha sabido aclarar».

Aunque el abogado no citó expresamente esas circunstancias, hay varias cuestiones a las que el sospechoso no ha dado respuestas razonables ni convincentes. Rodrigo Barrio declaró reiteradamente que nunca había tenido llaves del piso familiar, pero una prima suya y él volvieron un año antes de la verbena a altas horas de la madrugada y abrió el chico. Negó asimismo poseer llaves del coche de su padre, sin embargo, en el registro del chalé que la familia tiene en Queirugás (Orense), los fiscales hallaron un juego. Dijo que no sabía ni quién las tenía ni por qué estaban en ese lugar. Hasta la fecha ha sido imposible averiguar de cuántos juegos disponía el coche.

En el registro del piso de Burgos donde la familia fue salvajemente asesinada se encontraron en una de las últimas inspecciones dos paquetes de tabaco de la marca «Chester» en el baño, que fueron escondidos ahí después del crimen -se supo por la fecha en la que habían sido vendidos en España-. Rodrigo asegura que no ha vuelto a la vivienda familiar tras los asesinatos. Hay además un pañuelo ensangrentado, una zapatilla y un rosario de indicios y dudas más que razonables.

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