Cospedal quiere que la elección de Rato se produzca antes que la sanción a Cobo

Siempre hermético y cauto, muy cauto, sobre Caja Madrid, Mariano Rajoy no ocultó ayer de forma pública su deseo de que Rodrigo Rato sea el nuevo responsable de la cuarta entidad financiera del país. Defendió que para un puesto de estas características hay que poner «a los mejores», esto es, a aquellos con «competencia, capacidad y reconocimiento», características que, a su juicio, cumple con creces el ex vicepresidente económico y «si hay alguien que no lo cree, que lo diga», retó en una entrevista concedida a «Espejo Público» en Antena 3. «Todo el mundo sabe mi posición. Todo el mundo sabe que si tuviera que nombrarlo sería él», dijo en referencia a su antiguo compañero de Gobierno.

El PP se desayunó con estas afirmaciones de su jefe de filas, que intenta buscar una salida al enconamiento producido por las declaraciones del «número dos» de Alberto Ruiz-Gallardón, Manuel Cobo, contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

A pesar de puntualizar que «no estoy negociando nada con Aguirre», lo cierto es que su secretaria general, María Dolores de Cospedal, tiene el encargo de desbloquear, por un lado, la designación de Rodrigo Rato para Caja Madrid con el visto bueno de la presidenta regional y, por otro, darle satisfacción en su demanda disciplinaria contra Cobo. Pero el calendario de Génova y de la Puerta del Sol dista de ser coincidente.

La intención de la dirección nacional del PP es que la designación de Rato como candidato para la máxima responsabilidad de la Caja se produzca antes del anuncio de medidas disciplinarias contra el vicealcalde de Madrid, de modo que no se vincule una cosa con otra. Consideran que la apertura del proceso disciplinario, con la declaración de Cobo el próximo 4 de noviembre ante el Comité Nacional de Derechos y Garantías, sea interpretado como un gesto de buena voluntad para proseguir las conversaciones sobre Caja Madrid sin necesidad de esperar a la resolución final del expediente.

En cambio, si bien desde el Gobierno regional valoran que se haya iniciado el proceso disciplinario, desean que «el trámite no se quede en eso, en un mero trámite». Los exabruptos de Cobo trascienden, a juicio de la Puerta del Sol, la categoría de insultos para convertirse en «mentiras» hasta el punto de que «había un proceso de negociación sobre Caja Madrid que se rompió con las declaraciones de este señor». De modo que entienden que tanto el futuro de la Caja como cualquier otro tema que la dirección regional del PP deba negociar con la planta séptima de Génova «quedan suspendidos».

«Colosal», «sensacional»...

Esperanza Aguirre dio ayer muestras de cansancio cuando le preguntaron por las diferentes candidaturas para presidir Caja Madrid. Recordó que a ella «no le corresponde» nombrar al presidente, pero no dudó en calificar a cada uno de los «presuntos» aspirantes: «Rato es sensacional; Ignacio González, colosal; Manuel Pizarro... imposible mejor; el señor De Guindos, extraordinario. Me parecen todos bien, pero yo no tengo ningún candidato porque no me corresponde tenerlo». A pesar de todo, la presidenta recordó que el proceso de elección está paralizado por el recurso presentado por el Ayuntamiento de Madrid. En este caso, Ignacio González señaló que ha sido este gesto del Consistorio el que, de verdad, ha provocado «inestabilidad» en la Caja. Poco antes, Juan José Güemes apuntó que Aguirre «siempre ha visto con buenos ojos a Rato».

Al diputado Manuel Pizarro también parece gustarle Rato, pero abundó en las críticas internas al afirmar que en todo grupo humano tiene que haber un «líder» que va por delante seguido de un secretario general que «ponga orden» porque si no «el ganado se desparrama».