La clase magistral sobre un CGPJ que cabe en un taxi

Los portavoces de Justicia de PSOE y PP en el Congreso, Francisco Aranda y Luis Santamaría, llegaron juntos en el mismo taxi. Presumieron de su buena relación, casi de amistad, como anticipando que no iban a discutir entre ellos. Aunque sólo fuera porque, además del taxi, les tocaba compartir las críticas que repartieron a diestra y siniestra las cuatro asociaciones, que suman unos 3.000 jueces, más de la mitad de los que hay en España.

El socialista Aranda protagonizó varios momentos estelares. El primero, cuando se descolgó con que «el público sabe hacia dónde está escorado el Poder Judicial». Un partido de Gobierno diciendo a estudiantes de Derecho que los jueces españoles son de derechas. El portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), Jorge Fernández Vaquero, desmontó ese prejuicio de la izquierda al responderle qu e «igual el problema no lo tenemos ahí», por los alumnos como reflejo de la sociedad, «sino aquí», apuntando al político socialista.

El segundo patinazo de Aranda fue cuando intentó defender el sistema para elegir el CGPJ comparándolo con otros países. Empezó a leer que en Portugal el presidente de la República designa dos vocales y el Parlamento otros siete. Y hasta ahí quiso leer, remedando a Mayra Gómez Kemp. La representante de APM le pilló el truco de trilero: «Sigue leyendo, sigue leyendo» . Y es que Aranda había escondido la bolita de que la mitad del CGPJ portugués –8 de 17 miembros– lo eligen los jueces. El socialista se pegó un tiro en el pie, porque eso es justo lo que piden los jueces españoles e instituciones europeas desde hace años y a lo que se niega su partido. Lejos de escarmentar, Aranda criticó al PP por exigir ahora lo que no hizo en el Gobierno. Y de nuevo encajó un zasca, como se festejó entre los alumnos, al recordarle los jueces varios tuits del PSOE y Sánchez cuando estaban en la oposición apostando por despolitizar el CGPJ.

Aranda no fue el único que tuvo deslices de memoria selectiva. A su izquierda, el viceportavoz de Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD), Fernando de la Fuente , afeó al PP que «nunca que yo recuerde» haya propuesto para el CGPJ a ningún juez que no sea afín o conservador. Una mezcla de sorpresa y regocijo recorrió la sala porque justo antes el portavoz popular había gastado el comodín de que su partido propuso en 2013 a Fernando Grande-Marlaska para este mismo CGPJ, que abandonó en 2018 para convertirse en ministro del PSOE. Tercer zasca que resonaba en la sala.

El cuarto se lo propinó al PP la vicepresidenta de Foro Judicial Independiente (FJI), Cristina de Vicente , al recordarle el célebre mensaje de Whatsapp con que el senador popular Ignacio Cosidó justificaba ante sus compañeros el acuerdo con el PSOE para repartirse todo el CGPJ y se jactaba de «controlar desde atrás» la Sala Penal del Supremo. El popular hizo mutis por el foro, nunca mejor dicho. A dos manos atizó el portavoz de AJFV: «La gente cree, y con razón, que el PP bloquea el Consejo para no perder la mayoría que no tiene en el Congreso y que el PSOE está loco por renovarlo justo por lo contrario». Del Barco (APM) añadió que «el PP también nos la ha liado parda», porque no sólo mantuvo el sistema que critica ahora, sino que lo empeoró la última vez que tuvo mayoría absoluta.

Santamaría apuntó que el nuevo liderazgo en el PP abre la enésima oportunidad para alcanzar un acuerdo con el Gobierno: «Intuyo que lo va a haber». Lamentó que el PSOE esté «muy enrocado» en el sistema por el que ambos partidos se han repartido a medias el CGPJ durante 37 años. «Que es lo que va a ocurrir otra vez», se malició De Vicente (FJI) y ya dan por descontado todas las partes. El portavoz popular también deslizó que la figura de Dolores Delgado como fiscal general «ha condicionado» esa falta de acuerdo hasta ahora. Lo dijo el mismo día que se conocía el ascenso en diferido de Delgado cuando cese como fiscal general. Algunos especulaban en los corrillos tras la charla con que ese acuerdo para el CGPJ incluya la Fiscalía General. Los jueces también se enzarzaron en reproches sobre la connivencia de unos y otros con el sistema actual, asomando el riesgo de que el politiqueo de los partidos se convierta en «corporativismo» de las asociaciones, como bien advirtió JJpD.

Y así acabó el acto. Los portavoces de PP y PSOE se fueron como llegaron a la espera de que, ya con Feijóo al volante, suba la bandera y encienda el piloto verde entre Génova y Ferraz. Junto a la pareja bipartidista, una alumna atenta comentaba a la salida: «Cómo no van a repartirse eso de los jueces si se reparten hasta el taxi». Otro, más prosaico, se preocupaba por su expediente académico: «¿Dónde hay que apuntarse como que hemos venido a esto?» El PSOE ya espera al nuevo PP para pasar lista y a limpio un nuevo reparto del CGPJ.