La chaqueta presidencial
Las elecciones de Madrid parecen ser la palanca de un incipiente cambio de ciclo político que beneficia al PP, estanca a Vox y castiga al PSOE
![El presidente del PP, Pablo Casado](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2021/05/31/pablo-casado-pp-U05765058508dAv-1248x698@abc.jpg)
Un candidato no puede ser solo un prefabricado de plató o un icono del marketing político para presentarlo a las elecciones. Ni un líder que solo se dote de una imagen aparentemente atractiva, con capacidad dialéctica y oratoria, o que gestione con éxito los egos ... inherentes a cualquier partido. No basta solo con aspirar a gozar de carisma -no lo regalan-, ni con tener un mínimo de aceptación mediática , o con reivindicarse como un gestor público fiable. Es indispensable lo que los politólogos llaman la 'chaqueta presidencial', ese plus de apresto institucional que concede un cierto aura de intocabilidad política, de credibilidad añadida en el mensaje, y de liderazgo ajeno a la ilusión óptica de un aparato de propaganda. Tradicionalmente, los artefactos superficiales duran poco en política.
La 'chaqueta presidencial' transforma la mera autoridad orgánica del líder de un partido en 'auctoritas' creíble con eficacia demoscópica más allá de las siglas. No es lo mismo. Lo segundo implica el manejo de tres variantes de una misma ecuación: tiempo, acierto y aprovechamiento del error ajeno. Albert Rivera y Pablo Iglesias podrían aleccionar a cualquiera, pero ignoraron el significado de la obsolescencia programada y se consumieron en su soberbia. Aprobaron el teórico, pero no el práctico.
Ahora Pablo Casado ha dado un vuelco a su cuerpo de asesores fichando materia gris. Atrás quedaron los tiempos en los que las listas del PP debían nutrirse de toreros, farándula varia, y famosos de provincia para cubrir cuota de pantalla y cumplir con la apariencia pop de una estética que el PP no necesitaba.
Las elecciones de Madrid parecen ser la palanca de un incipiente cambio de ciclo político que beneficia al PP, estanca a Vox y castiga al PSOE. La carga de la prueba ideológica empieza a invertirse, Sánchez arriesga mucho con los indultos, y a menudo la inercia de las tendencias se confirma con los meses. En Rotellar o en Quintanilla no hay luces de neón ni estrellas rutilantes, sino sala de máquinas ideológica. Ninguno es un gurú de ningún ala oeste. Son 'think tank' puro y duro, fondo, ideas, papeles, proyectos, debate, reflexión… Casado lo hace para que nadie, dentro y fuera del PP, pueda acusarle ya de conducirse con luces de cruce y renunciar a la 'batalla de las ideas'. A fin de cuentas, allí donde las ideas dan empaque a las chaquetas, los gurús mesiánicos solo las arrugan.
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