Entrevista
Cayetana Álvarez de Toledo: «Casado no debe ceder el poder a Teodoro ni los principios a Vox»
«Es una fantasía decir que tengo una alianza con Ayuso para desestabilizar el proyecto nacional del partido»
![Cayetana Álvarez de Toledo, después de la entrevista con ABC](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2021/11/26/cayetana-alvarez-toledo-U15273668757WWm-1248x698@abc.jpg)
Cayetana Álvarez de Toledo es y seguirá siendo del Partido Popular . La diputada por Barcelona lo deja bien claro en esta entrevista, que se desarrolla en la Casa de ABC, después de unos días en los que su libro, 'Políticamente indeseable', ... ha enfurecido a muchos de sus compañeros de filas, y ha abierto una grieta aún mayor entre ella y Pablo Casado , con el que no habla desde agosto de 2020, cuando el líder del PP le comunicó su destitución como portavoz del Grupo Popular en el Congreso.
Su libro ha caído como una bomba en el PP. Su secretario general, Teodoro García Egea, la acusa de dar oxígeno a Sánchez.
Es un libro escrito para que Pablo Casado sea presidente del Gobierno. Para que alcance no sólo el poder, sino el Gobierno. Es decir, para que cambie España a mejor. Por lo demás, pocas cosas dan más oxígeno a Sánchez que organizar una campaña contra la única líder que de momento le ha derrotado.
Sus críticas al liderazgo de Casado abundan. ¿Cree que será presidente del Gobierno?
Puede serlo, por supuesto, pero depende de lo que él haga. En mi modesta opinión, lo que tiene que hacer es no tener miedo, ni a la izquierda, ni al nacionalismo, ni a Feijóo, ni a Ayuso, ni a Vox. Confiar en sí mismo, en los españoles y en la libertad.
En los últimos días ha recibido muchas invitaciones a renunciar a su acta de diputada. Ya ha dicho que no piensa hacerlo. ¿Para qué piensa utilizar el escaño?
Para hacer exactamente lo mismo que llevo haciendo desde hace muchos años, desde el sitio donde mejor puede hacerse, que es en representación de los españoles. Voy a defender el orden constitucional y muy concretamente a los constitucionalistas catalanes, a los que me debo. El futuro de España depende de lo que ocurra en Cataluña y, sobre todo, del vigor del constitucionalismo catalán, al que tenemos que amparar y promover.
Pues en el PP de Barcelona se quejan de que hace meses que no aparece por ahí.
Hace menos de una semana estuve en TV3, defendiendo los derechos de los constitucionalistas, combatiendo la xenofobia nacionalista y explicando algo tan elemental como que entre españoles no usamos pinganillos.
¿Cuál es la práctica política más indeseable que ha visto en el PP?
Pueden ser dos: la confusión entre la autoridad y el autoritarismo en la gestión de los grupos humanos y ese miedo, o esa inseguridad o desconfianza en nuestras capacidades para ser una alternativa política, ideológica y cultural.
¿Y el político más indeseable?
No voy a hacer calificaciones de ese tipo ad hominem.
Su libro está repleto de críticas con nombre y apellido. Por ejemplo, contra Teodoro García Egea, al que acusa de practicar una política de pelotas y peloteo.
Las palabra indeseable no la he utilizado jamás contra una persona. Es como llamar a una persona vil. Son palabras muy fuertes. Si me pregunta por el secretario general y su manera de gestionar el PP, sus prácticas sí son indeseables. A las pelotas y el peloteo añado la puerilidad. Son prácticas de patio de colegio, se nos trata a los diputados como si fuéramos menores de edad. Yo propongo una profunda revisión incluso del reglamento del Congreso para dar más autonomía, capacidad de iniciativa y perfil propio a los diputados.
A usted sí la han llamado 'vil' desde Génova.
Es una palabra gruesa, que no utilizaría sobre nadie, mucho menos sobre un compañero. Dicho esto, he escrito este libro precisamente para que los diputados y miembros del partido ejerzan libremente su voz y su capacidad de crítica. Por tanto me parece enriquecedor que los diputados opinen, no me molesta que haya críticas, incluso severas.
Usted se define como valiente, pero también como arisca, no muy simpática, ni empática, con mal carácter, con pocas virtudes para trabajar en equipo y sin instinto de poder. Es un perfil muy respetable, ¿pero es compatible con formar parte de un partido político?
Como verá, intento practicar la objetividad en todo. Tanto cuando analizo a los demás como cuando me analizo a mí misma. Evidentemente, no creo ser únicamente todo aquello que usted cita. ¡Si lo creyera tendría una peor opinion de mí misma incluso que mis más acérrimos adversarios, y eso es difícil! En todo caso, claro que soy compatible con un partido político. Y no solo eso. Además, tengo una profunda vocación política. Este libro está escrito desde el amor a la política y la convicción de que la política deseable es posible.
¿Le quedan ganas o motivaciones para seguir en el Partido Popular?
Sí, por supuesto. Yo soy del Partido Popular, y creo que todas las cosas que defiendo en este libro y he defendido pública y privadamente son compartidas por la inmensa mayoría de los votantes del PP y del espacio de la razón en general.
Pero usted es más verso suelto, o solista, que militante disciplinada. Y llama la atención que haya tropezado dos veces en la misma piedra del partido y todavía quiera seguir.
No he tropezado en la misma piedra. Volví al PP con una enorme ilusión y porque Casado me convenció de que las cosas esta vez serían distintas. Sobre los solistas, creo que un partido necesita grandes figuras y muchos líderes que destaquen, y que todo lo que sea aplanar y nivelar para que nadie destaque va en contra del interés del partido.
En Génova creen que hay una conexión clara entre Cayetana y Ayuso para desestabilizar a Casado. ¿Existe?
Es una fantasía, una ficción. No hay ninguna alianza.
¿Ve a Ayuso más líder que Casado?
Ayuso es una señora que ganó unas elecciones de manera espectacular en Madrid, que dio al PP una oportunidad de ser alternativa y a Pablo Casado, concretamente, la oportunidad de ser presidente el Gobierno. Lo que tenemos que hacer es construir a partir de esa victoria. El problema es que nos estamos dedicando a sabotear la ilusión creada en Madrid. De ahí mi absoluto estupor, compartido por la inmensa mayoría de los votantes del PP y hasta de otros partidos, ante la campaña que se ha organizado para evitar que presida el PP de Madrid. No tiene ningún sentido. Es una batalla estéril que no va a ninguna parte, que perjudica al partido y que nadie entiende.
Quizás en Génova temen que ensombrezca el líderazgo de Casado.
Pues no deben temerlo. El miedo es el peor consejero, en la vida y en la política. Insisto: Casado no debe tener miedo ni a Sánchez, ni a Vox, ni a Ayuso, ni a Feijóo. Yo le pido que no tenga miedo a la libertad. Que no ceda el poder a Teodoro ni los principios a Vox. El liderazgo y el futuro están en sus manos. Sin miedo va a conseguir construir la alternativa que España necesita.
Habla mucho de Ayuso, pero nada de Almeida. ¿Él no puede ser presidente?
La pregunta es previa, ¿por qué no va a serlo Ayuso?
Por eso hay una guerra interna.
Pero cómo pueden los personalismos destruir la ilusión de los españoles en una alternativa. Estamos locos. Cómo puede una batalla tan menor y tan irrelevante destruir esa ilusión. Es una auténtica locura. Es una operación que nadie puede entender. El sentido común dicta que una señora que acaba de arrasar en Madrid, ha derrotado a Sánchez, ha expulsado de la política a Pablo Iglesias, ha contenido el voto de Vox, ha forjado una mayoría con el apoyo de sectores que no habían votado al PP, sea también presidenta del PP de Madrid. Como otros barones, por cierto, en sus territorios. ¿Por qué solo ella no puede serlo? ¿Cuál es la razón? Este asunto debería haberse resuelto en tres segundos. Deberíamos haber convertido el Congreso de elección de Ayuso al frente del PP de Madrid en una fiesta para los militantes y en un paso más del viaje de Casado a La Moncloa.
¿Por Ayuso volvería a la primera línea política?
Por mi país vuelvo a la primera línea, por la España constitucional. Estoy en esto no por una persona o la otra, sino por unas ideas y objetivos.
¿Se encuentra más cómoda en una plataforma de la sociedad civil que en un partido?
No busco la comodidad. Con dificultad va a encontrar una persona con más vocación política y compromiso político que la que tiene aquí. Pero a los partidos tenemos que darles una vuelta para que haya más democracia interna.
¿Cuándo fue la última vez que habló con Pablo Casado?
El día de mi destitución.
El PP tiene enfrente a Sánchez, un rival muy complicado por su falta de escrúpulos. ¿Cómo se le vence?
—Sánchez no preside un Gobierno, sino un proceso de destrucción del orden constitucional y del legado de la Transición. Lo que hace falta es una toma de conciencia de la emergencia democrática en la que nos encontramos y la máxima movilización de todo el espacio de la razón.
¿Qué futuro ve en Cataluña?
El nacionalismo ha dominado todo en Cataluña, pero no ha conseguido construir una nación ni una mayoría social. Cataluña está rota en dos, y paradójicamente esa ruptura es una esperanza. A pesar de todo y de contar con todos los resortes del poder, el nacionalismo no ha conseguido lavar las mentes y los corazones de los catalanes.
La Generalitat ya ha anunciado que no cumplirá la sentencia sobre el uso del castellano en las escuelas.
Es una Generalitat en estado de golpe permanente.
¿Hace falta un 155?
Lo que tenemos que hacer es un trabajo mucho más profundo y sostenido en el tiempo: todo lo que no hemos hecho en 40 años. La mejor respuesta que podemos dar al golpe separatista, que sigue en marcha ahora con el apoyo del Gobierno central, es la reagrupación de todo el espacio constitucionalista
Si mira hacia atrás, al momento en que Casado le ofreció ser número uno por Barcelona en 2019 y usted dijo que sí, con todo lo que vino después, ¿lo volvería a hacer?
Por supuesto que sí. Sin dudarlo. Inasequible al desaliento.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete