Un largo y complejo camino hasta un nuevo tratado
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha reconocido que el nuevo proyecto «nace con muchos defectos»
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha reconocido que el nuevo proyecto «nace con muchos defectos» en referencia al debate jurídico que ha abierto el nuevo tratado sobre el euro, pero que «sabremos encontrar las soluciones». Estos son algunos de los puntos esenciales de la discusión.
¿Hay una base jurídica para el acuerdo?
El pacto a 26 se ha fraguado en un esquema intergubernamental, una asociación de países que deciden poner en común sus intereses como fue el caso del Tratado de Schengen. Pero para gestionar la moneda única necesitan apoyarse en las instituciones comunitarias, puesto que el euro forma parte del andamiaje jurídico de la UE. Aunque haya decidido permanecer fuera de este nuevo acuerdo, Gran Bretaña forma parte de la UE, por lo que también participará por otro lado en las discusiones. De hecho, en la declaración de ayer, los «Veintiséis» que apoyan el euro «instan al Consejo» del que todos forman parte junto a Londres, a que acelere la aprobación de las propuestas legislativas de la Comisión.
¿Puede ser llevado el nuevo tratado al Tribunal de Luxemburgo?
Para el líder del grupo liberal del Parlamento Europeo, el belga Guy Verhofstadt, la única solución es «copiar y pegar» las atribuciones de las instituciones comunitarias desde el actual Tratado de Lisboa en el nuevo tratado del euro y habilitar una «pasarela» para que Gran Bretaña pueda unirse en el futuro si lo desea. Rebecca Harms, portavoz de Los Verdes, cree que si no se respeta al Parlamento Europeo, «no tendremos más remedio que acudir al Tribunal de Luxemburgo» para que certifique si es o no legal el nuevo tratado. Merkel ha prometido que en el diseño «daremos un papel muy importante a las instituciones europeas» y habrá «asesores» de la Eurocámara en la negociación.
¿Seguirá siendo Gran Bretaña miembro de la UE?
El primer ministro británico, David Cameron, ha dicho que la situación creada no le asusta y a pesar de todo sigue pensando que la decisión de no sumarse al proyecto fue «dura pero apropiada». Como sucedió en el caso del euro o de Schengen, «hay que aceptar el hecho de que a veces es mejor quedarse fuera».
Nigel Farage, eurodiputado y portavoz del UKIP, partidario de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, considera que lo que ha sucedido «es la peor de las soluciones, porque nos deja dentro de la Unión, pero sin amigos y aislados». Sin embargo,cree que «esto va a llevar sin duda a la apertura de un gran debate en el Reino Unido sobre la cuestión esencial de si debemos o no seguir siendo miembros de la Unión Europea».
¿Será necesario un proceso de ratificación?
Por supuesto, el acuerdo que firmen los países de la zona euro deberá ser ratificado por todos los Estados que le han dado su visto bueno, incluyendo algunos en los que se pueden prever dificultades como Irlanda o la República Checa.
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