17 años por quemar viva a una indigente
Los dos jóvenes que prendieron fuego a una indigente que dormía en un cajero automático fueron ayer condenados a 17 años de prisión. La sentencia de la Audiencia de Barcelona considera que fue un delito de «asesinato cualificado con alevosía»
María Rosario Endrinal, la indigente de 50 años que murió abrasada en un cajero automático de Barcelona después de que la rociaran con líquido inflamable, ya tiene quien la recuerde por muchos años. Sus verdugos. La Audiencia de Barcelona condenó ayer a 17 años de prisión a Oriol Plana y a Ricard Pinilla, los dos jóvenes que en diciembre de 2005, cuando contaban con 18 años y acompañados de Juan José, un menor de edad ya condenado,quemaron viva a Rosario.
La sentencia, dictada por la sección décima de la Audiencia, condena a los jóvenes por un delito de «asesinato cualificado con alevosía», por el que les impone 16 años a cada uno, y otro de daños por los desperfectos que causaron en el cajero automático, por el que cumplirán un año más de cárcel.
Durante el juicio, los dos acusados, que pedían una condena por homicidio imprudente, alegaron que nunca pretendieron matar a la mujer y que su intención era sólo molestarla. Sin embargo, el tribunal rebate que los jóvenes obraron con «dolo eventual» homicida, ya que «actuaron conscientes de la altísima probabilidad de la muerte» de la víctima, a la que tras golpearla y arrojarle objetos, la rociaron con un líquido inflamable y le prendieron fuego con un cigarrillo.
El fallo declara a ambos procesados responsables civiles y les condena a indemnizar conjuntamente a la madre de la indigente y a la hija con 46.000 euros por el daño moral, pese a que la mujer no convivía desde hacía tiempo con su familia.
N o hubo ensañamiento La sentencia considera probado que los jóvenes atacaron a la víctima sobre las 01,40 horas del día 16 de diciembre de 2005 con diversos objetos, como una naranja, una botella de plástico con restos de líquido y dos conos de señalización viaria. También afirma que, tras este primer ataque, Plana, Pinilla y el menor «urdieron una trampa» con el objetivo de engañar a María Rosario y para que ésta les abriera el cajero automático en el que estaba encerrada intentando dormir.
Así, el menor, al que no había visto antes la indigente, golpeó la puerta del habitáculo con gestos de necesitar utilizar el cajero automático para que la indigente le dejara pasar mientras los otros dos jóvenes estaban escondidos.
Previamente, Pinilla y el menor se apoderaron de un bidón que estaba en un andamio cercano y que contenía cinco litros del disolvente «Universal 039» «con plena conciencia de la alta probabilidad de acabar con la vida» de la indigente. Entre otras razones, porque el recipiente portaba unas etiquetas alertando de que era altamente tóxico e inflamable.
Dice la sentencia que, tras verter el líquido cerca de la mujer, Pinilla procedió a tirar un colilla que portaba, causando una potente deflagración que incendió a la mujer, momento en que los dos acusados y el menor abandonaron el lugar. La condena de 16 años de prisión está muy por debajo de la solicitada por la Fiscalía y las acusaciones, que reclamaban una pena de 25 años, sólo por el asesinato, por considerar que concurrían las agravantes de alevosía y ensañamiento.
Sin embargo, la Audiencia concluye que, «a pesar de que la Sra. Endrinal tardase en morir 24 horas de agonía», no concurre ensañamiento, en la conducta de los acusados «puesto que no consta que ejecutasen de modo deliberado y consciente actos dirigidos al aumento del sufrimiento de la víctima».
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