Abascal pondrá a prueba su liderazgo entre tensiones en Vox
Ortega Smith evita cerrar filas con el líder del partido tras meses de críticas veladas
Vox ha estado subido durante los dos últimos años en una montaña rusa de emociones, pasando de una semana a otra de la euforia electoral a las decepciones, de las celebraciones a las crisis internas y deserciones. El último revés fue el resultado ... de las elecciones generales del pasado mes de julio, cuando se veían imprescindibles para que el PP pudiera llegar al Gobierno y finalmente se quedaron fuera de toda aritmética y con una posición prácticamente irrelevante en el Parlamento. En medio, las turbulencias que provocaron la salida del partido de Macarena Olona y, más recientemente, la renuncia de Iván Espinosa de los Monteros.
El coste interno de todo ello es el que pondrá a prueba Santiago Abascal en la próxima Asamblea General, que tendrá que celebrarse en los meses de marzo o abril. En un partido de fuerte jerarquía y con limitada democracia interna, el líder de Vox tendrá que someter su cargo a las primarias de los militantes. De hecho, su puesto es el único que sigue teniendo que ser avalado por las bases cada cuatro años después de que se eliminaran las primarias para el resto de cargos y candidaturas.
Durante los últimos meses son muchos los nombres que han aparecido en las quinielas como posibles rivales de Abascal, desde el propio Espinosa de los Monteros a algunos de los diputados de la anterior legislatura que se quedaron fuera de las listas en julio.
Ayer, Libertad Digital aseguró que el concejal en el Ayuntamiento de Madrid y diputado Javier Ortega Smith está haciendo recuento de los apoyos con los que contaría para presentarse. Más de cinco horas después de la noticia, el propio Ortega Smith se hizo eco de ella en X (antiguo Twitter), arremetiendo contra los medios de comunicación.
«Tristemente en nuestra querida España, la verdad, la objetividad y la profesionalidad cada vez están más alejadas de los mal llamados medios de comunicación. Como si no tuviéramos bastante con combatir a filoetarras, a los golpistas, a los comunistas y demás calaña que nos quiere destruir», dijo, sin desmentir tajantemente que quiera liderar Vox y sin cerrar filas con el liderazgo de Abascal pese a la fuerte jerarquización del partido. Desde su entorno se limitaron a enmarcar la información en los «continuos intentos de debilitar a Vox».
La noticia sorprende a Ortega Smith envuelto en la polémica por su reciente incidente en el Ayuntamiento de Madrid, donde golpeó con unos papeles el escaño de un concejal de Más Madrid. La separación entre este dirigente y la cúpula del partido ha sido visible durante los últimos meses, desde que fue apartado de la secretaría general tras la salida de Olona.
Críticas veladas
Durante este tiempo no ha ahorrado veladas críticas a la deriva de Vox. «Desde el principio, teníamos claro que había que llegar hasta el último rincón de España (...) Muchos empujaron con fuerza por convicciones, otros, se subieron mucho después solo cuando ya vieron el éxito. El tiempo y las dificultades ponen a cada uno en su sitio», dijo ya en agosto sobre el rumbo de la dirección.
En octubre, pocos meses después de que Vox perdiera 19 escaños en el Congreso y más de 600.000 votos en las elecciones generales, avisó también a su partido en una entrevista con Europa Press de que no debe «dormirse en los laureles» y pidió «firmeza» para no apartarse de sus principios y no convertirse en una «agencia de colocación de amigos».
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