Sortu alentó casi 500 actos a favor de ETA en el último año
La asociación de víctimas Covite denuncia que «la legitimación pública» de la banda terrorista «sigue muy presente» en el País Vasco y Navarra
Trece etarras de Bildu, blanqueados por el PSOE, ocupan hoy cargos públicos
Editorial | La dolorosa presencia de ETA
![Un hombre pasea junto a una pintada a favor de los presos de ETA en una calle de Hernani, en una imagen de archivo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/01/04/homenaje-kdWE-U6010388050768zE-1200x840@abc.jpg)
Ongi etorri significa «bienvenido» y ha sido a lo largo de la historia de ETA una de las muestras de apoyo a sus terroristas más dolorosas para las víctimas. El entorno abertzale acostumbraba a recibir como héroes a quienes en realidad eran asesinos o cómplices de sus crímenes. Actos de apoyo al entorno etarra que se han prolongado hasta 2022. En el último año no se registró por primera vez en la historia ningún recibimiento que se ajuste estrictamente a lo que es un 'ongi etorri'. Pero el Observatorio de Radicalización que elabora cada año el colectivo de víctimas, Covite, registró en 2023 hasta 446 actos de apoyo a los presos de ETA, lo que supone una media de 1,3 eventos de este tipo al día.
A pesar de lo abultado de algunas cifras, desde la asociación hacen una valoración positiva de los datos. Aunque superan con mucho los cuatro centenares, en realidad supone una reducción del 21% respecto a los 589 actos de apoyo a ETA que documentó en el año 2022. Además, por primera vez desde que se iniciaron estos estudios, en el año 2016, no hay constancia de ningún 'ongi etorri' a presos de ETA. «Se trata de una muy buena noticia», valora la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez.
Y es que el colectivo lleva años luchando para terminar con unos recibimientos que resultaban especialmente dolorosos para las familias que han sufrido la violencia de ETA. Imposible olvidar, por ejemplo, la bienvenida que le dieron varias decenas de radicales a Javier Balerdi en San Sebastián el 21 de diciembre de 2016. El homenaje tuvo lugar prácticamente debajo de la casa de una de sus víctimas. El colectivo de presos de ETA, EPPK, pidió en un comunicado el fin de los 'ongi etorris' en diciembre de 2021, pero hay constancia de que todavía después se celebraron eventos de ese tipo, hasta 2023. El colectivo de víctimas cree que la «labor constante» para documentar y denunciar públicamente esos recibimientos ha fomentado el «rechazo» de una gran mayoría de la sociedad vasca y navarra.
A pesar de ello, hacen un llamamiento a no bajar la guardia porque, advierten, la «legitimación pública de ETA» continúa «muy presente» a través de otro tipo de acciones. El informe difundido este jueves por el colectivo de víctimas señala que los actos más frecuentes fueron las manifestaciones para pedir la excarcelación de los terroristas que cumplen condena. Las calles del País Vasco y Navarra fueron escenario de 178 protestas de este tipo. Además, a lo largo de año aparecieron 166 pancartas y pintadas de «ensalzamiento explícito a ETA y a sus presos».
El verano volvió a ser uno de los periodos más propicios para las muestras de apoyo a la banda terrorista. Las víctimas llevan años denunciando que el entorno abertzale trata de aprovecharse de los ambientes lúdicos para incluir sus mensajes como parte de la fiesta. Así ocurrió en la Semana Grande de Bilbao el pasado mes de agosto o recientemente, según denunció el concejal del PP vasco Carlos García, durante un concierto infantil en el marco de la feria de literatura y cultura vasca que celebra cada año la localidad vizcaína de Durango. Además, el Observatorio de Covite denuncia que a lo largo del año se organizaron 27 fiestas expresamente para «enaltecer a ETA», como en el 'Gudari Eguna'.
Este año, el colectivo de víctimas ha querido destacar, por «novedosos», los actos del entorno abertzale para directamente 'homenajear' a terroristas. Son eventos con una escenografía muy particular, destacan, que se repite una y otra vez. Los organizadores colocan una fotografía del etarra en cuestión y bailan un aurresku en su honor entre aplausos y vivas de simpatizantes. Se han realizado 48 homenajes de ese tipo a etarras ya fallecidos y cinco más a terroristas que siguen cumpliendo condena.
Organizados por Sortu
Por territorios, Guipúzcoa ha sido la provincia donde más se ha homenajeado al entorno etarra. Se registraron 173 actos a lo largo del año. Le sigue muy de cerca Vizcaya, con 162 eventos. Álava repite como el territorio menos afín a la causa abertzale, y fue el escenario de 40 puestas en escena en favor de ETA. En Navarra, donde EH Bildu ha logrado una mayor cota de poder tras las elecciones del 28M y alcaldía de Pamplona gracias a una moción contra UPN pactada con los socialistas, se registraron 67 actos en favor de presos de ETA. Los 446 se completan con 14 celebrados en otras provincias y 10 más fuera de España, la mayoría en el País Vasco francés.
![Manifestación el pasado verano a favor de los presos de ETA en Bilbao](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/01/04/manifestacion-U501621079843XmG--624x350@abc.jpg)
Desde Covite señalan a Sortu como responsable directo de que sigan existiendo en las calles muestras explícitas de apoyo al entorno etarra. Han detectado que es el propio partido político, mayoritario en la coalición EH Bildu, el que está detrás de la organización en numerosas ocasiones. A su juicio, ese hecho evidencia que los líderes de la izquierda abertzale son «quienes más contribuyen» a esa radicalización de una parte de la sociedad. «Centenares de jóvenes están creciendo con la idea de que los etarras son 'héroes', 'presos políticos' o 'refugiados políticos'», advierten. «Pedir la excarcelación de quienes están en la cárcel por crímenes gravísimos podrá ser legal, pero es un claro síntoma de anormalidad moral», añaden.
Por ello, alertan de las consecuencias que podría tener la despenalización del artículo 578 del Código Penal (que castiga el enaltecimiento del terrorismo), una iniciativa presentada por Sumar en el Congreso, cuando «el culto a ETA y a sus terroristas está lejos de desaparecer».
Lo cierto es que los jueces venían siendo reacios a aplicar ese artículo con ETA disuelta y han denegado todas las medidas cautelares que solicitaban las asociaciones de víctimas para prohibir las convocatorias que recoge el observatorio. Tampoco se ha actuado contra los organizadores de esos actos por considerar que están amparados por el derecho a la libertad de expresión. «Nos preocupa que se pueda instalar en la sociedad la falsa idea de que esta es una lacra en la que las instituciones no tienen ninguna responsabilidad, cuando sí la tienen», concluye Consuelo Ordóñez.
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