Terrorismo yihadista
La ofensiva contra Bagdad reactiva el reclutamiento de yihadistas en España
A finales de 2013 partían hacia Siria unos 30 muyahidines al mes y, tras un corto paréntesis, ahora la media alcanzaría los 40

Los Servicios de Información sospechan que la ofensiva lanzada por el grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) contra el régimen de Bagdad ha podido reactivar sustancialmente el reclutamiento en España, al igual que en otros países de Europa, de yihadistas para ser enviados a las zonas en conflicto.
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Hasta octubre de 2013, la media de muyahidines desplazados desde nuestro país a Siria, Irak o Mali era de unos 30 al mes, incluyendo hombres, mujeres y hasta niños. De acuerdo con los informes en poder de los expertos antiterroristas, a principios de este año la tendencia se ralentizó. Los Servicios de Información lo atribuían a varios motivos: muchos aspirantes a combatientes se habrían desanimado, ya que su idea era desplazarse a Siria para hacer la yihad, pero las luchas fraticidas entre el Estado Islámico de Irak y el Levante con el resto de grupos rebeldes, en especial Jabhat alNusra, les iba a obligar a enfrentarse a otros grupos musulmanes, y no combatir contra el régimen de Bashar al Assad, que es su voluntad. Otro factor determinante habría sido las bajas que se han registrado en Siria de dirigentes que ejercían un papel destacado en las redes de reclutamiento y adiestramiento, lo que mermaría la moral.
Silencios de la comunidad islámica
Pero tras las recientes operaciones contra redes yihadistas llevadas a cabo en España, los investigadores acumulan datos que apuntan a que se ha disparado de nuevo el número de muyahidines que son enviados a aquellas zonas en conflicto. Los medios consutados no ven descabellado que de esos 30 al mes, la media haya ascendido hasta 40, «o más incluso». La trama desmantelada esta pasada semana en Madrid ya había desplazado a Siria, en los días anteriores al desenlace del operativo, hasta nueve yihadistas, y dos de los arrestados estaban a punto de hacerlo.
¿A qué puede obedecer este repunte? Los expertos antiterroristas consideran que una de las claves puede estar en la ofensiva exitosa que ha lanzado contra el régimen de Bagdad el grupo Estado Islámico de Irak y el Levante y la amplia difusión internacional y mediática que está logrando el avance yihadista.
Los expertos advierten del peligro y consideran que, además de las operaciones llevadas a cabo para desmantelar este tipo de redes de reclutamiento y adoctrinamiento, es necesaria una batería de medidas encaminadas a prevenir estos procesos de radicalización. Los medios consultados lamentan, en este sentido, el silencio, salvo contadas excepciones, de los líderes de la comunidad islámica en nuestro país ante hechos tan escandalosos como que determinados individuos, en nombre del Coran, recluten incluso a menores para arrastrarlos hasta una muerte casi segura. Eso sí, tras haber acabado antes con la vida de otros muchos. Incluso algunos han cuestionado operaciones policiales y han criticado lo que denominan «intento de criminalizar el Islam». «En todo caso, quien lo criminalice serán aquellos que, diciendo hablar en su nombre, cometen atentados, además, indiscriminados, o ejecuciones públicas», añaden.
Importancia del reclutamiento
La supervivencia de los grupos yihadista depende findamentalmente de sus redes de reclutamiento. Ello, porque las células enviadas a Siria, Irak o Mali sufren muchas bajas, ya que muchos de los atentados son suicidas y mantienen en el tiempo abiertos enfrentamientos. Después de muchas operaciones contra el terrorismo yihadista, la Policía y la Guardia Civil han podido elaborar un perfil del individuo que se encarga de reclutar: Aparentaban elevada formación religiosa, aunque en muchos casos tenían solo conocimientos básicos, pero los suficientes para embaucar a gente muy vulnerable, que se siente marginada o maltratada por las sociedades occidentales. Liderazgo carismático, clave para que los discípulos estén dispuestos a seguir «hasta la muerte»·. Experiencia en zonas de conflicto. Es un elemento fundamental a la hora de adoctrinar a los aspirantes a muyahidines que ven en el reclutador una referencia, un modelo a seguir.
Así, por ejemplo, el líder de la Brigada Al Andalus, la última red desmantelada hasta ahora en España, Lahcen Ikassrien, adoctrinaba y asesoraba sobre los procedimientos a seguir en las zonas de yihad, dada su experiencia tras su paso por Afganistán. Durante su fase de incursión en esta zona de conflicto, fue detenido y trasladado a la prisión de la base militar de Guantánamo.
De la misma forma, los agentes que combaten el terrorismo yihadista han dibujado también las coordenadas que definen a un individuo recién reclutado en nuestro país, aunque siempre hay algunas variantes. La mayoría de nacionalidad española son, por lo general, conversos. Ello es un elemento añadido de riesgo, ya que adoptan la versión más radical del Islam, quizá por aquello de que parten con desventaja y tienen que acumular méritos. También son especialmente agresivos los de segunda o tercera generación.
De la mezquita, a la web
Hace unos pocos años, los principales caladeros para reclutar yihadistas dispuestos al martirio eran determinadas mezquitas y los abundantes congresos salafistas que se celebraban en España. El salafismo es una de las corrientes más radicales del Islam, que intenta imponer la sharia a cualquier precio, y que está detrás de quienes planearon y ejecutaron la matanza del 11-M en Madrid. Pero en los últimos años estos focos de captación, sin desaparecer, han ido dejando paso a otros medios: Los foros y páginas web que difunden las ideas y prácticas yihadistas más radicales. «Uno puede acudir a una mezquita, un centro de culto durante equis horas a la semana –advierten los expertos policiales–. Pero, en su casa, sin ningún tipo de vigilancia, uno puede estar al día horas y horas enganchado a un foro yihadista. No levanta sospechas. Vive ajeno a la realidad, pero inmerso en los mensajes e imágenes que le acaban atrapando». Es lo que se denomina adoctrinamiento pasivo. El Gobierno quiere que este tipo de conductas sean tipificadas como delito en el caso de que el receptor haya alcanzado un elevado grado de radicalismo. Pero es muy difícil probarlo. ¿Cómo se le va a detener antes de cometer un acto violento, incluso antes de prepararse para ello? Es más, la mayoría de los reclutados que parten desde España rumbo a Siria, con escala en Turquía, lo hacen sin haber cometido todavía ningún delito. ¿Cómo evitar su desplazamiento?
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