Margallo dice que una Cataluña independiente es «inviable en términos económicos»
El ministro de Exteriores anima a la Generalitat que aproveche el cambio de modelo, dirigido al exterior, que favorece a comunidades como Cataluña

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha defendido este martes que a los catalanes les ha ido bien estar en España y les puede ir mejor quedándose: «No opte por una consulta que haría inviable una Cataluña en términos económicos», ha dicho dirigiéndose al Govern.
En un desayuno coloquio de Primera Plana, ha argumentado que el Gobierno solo puede negociar sobre lo que dispone la Constitución y sus competencias, entre las que no está permitir la consulta. «A Cataluña le ha ido bien y le puede ir mejor, sobre todo porque estamos en un cambio de modelo, hacia un sector dirigido al exterior, que favorece a comunidades exportadoras» como Cataluña y la Comunidad Valenciana, ha expuesto.
Según Margallo, España y Cataluña estarán mucho mejor juntas que separadas, y más teniendo en cuenta las consecuencias «catastróficas» en términos económicos que supondría la separación, y ha reiterado así que el Gobierno no puede sentarse a dialogar sobre una iniciativa no viable ni factible.
«Si usted me dice que le invite a comer, le invito. Pero si me dice que se quiere llevar a mi mujer, yo le dijo: hombre, como mínimo tendremos que hablarlo», ha ironizado el ministro, que se ha mostrado dispuesto a hablar sobre una reforma de la Constitución de corte federal siempre que alguien le precisa qué significa.
Para él, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es quien debe decidir si se afronta esta reforma, pero para hacerla «hay que saber qué se quiere reformar, con quién y qué beneficios y problemas» conllevaría el cambio constitucional.
Además de marcar distancias con el referéndum de Escocia , ha insistido en que una declaración unilateral de independencia no sería reconocida por la comunidad internacional, y al preguntársele si España vetaría a Cataluña si se independizara, ha respondido que ya se pronunciará en caso de que se produzca.
En su opinión, los motivos de la desafección de Cataluña hacia el resto de España se basan en la sensación de que la inversión pública del Estado no se correspondía al PIB catalán, de que no se ha respetado la lengua y cultura catalanas y de que hay un sistema de financiación injusto.
Precisamente, Margallo ha admitido que hay que corregir el sistema de financiación porque tiene «defectos intrínsecos», otorgar a las comunidades impuestos propios y establecer la corresponsabilidad fiscal.
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