Una declaración deliberadamente inconcreta

La Comisión Internacional de Verificadores no dio ninguna pista de cuántas armas dispone ETA, ni de cómo y cuándo las entregará

Una declaración deliberadamente inconcreta efe

s.e.

Al servicio de la propaganda de ETA , la denominada Comisión Internacional de Verificación hizo pública una declaración en la que la banda terrorista anunciaba dejar «fuera de uso» parte de su arsenal. Tras adelantar los «verificadores», antes de su llegada a España, que la banda terrorista daría un paso relacionado con el desarme ayer viernes, se había especulado mucho sobre el alcance del comunicado. Sin embargo, como adelantó ABC , el último movimiento de ETA ha resultado ser un paso más en el teatro de la disolución.

Y es que la declaración tiene varias cuestiones que siguen sin respuesta. El portavoz de la Comisión, Ram Manikkalingan, avanzó que ETA había sellado y «puesto fuera de uso operativo una cantidad determinada de armas, munición y explosivos». Después se supo que esa «cantidad determinada» se limitaba a cuatro armas de fuego , dos granadas de carga hueca, 300 balas, algo más de 16 kilos de material para fabricar explosivos, cordón detonante y nueve temporizadores.

Los «verificadores» dijeron que la inutilización de «una cantidad determinada» de armas es un paso «creíble y significativo». Sin embargo, nada dijeron del resto de armamento. ¿Cuál es el arsenal total todavía en manos de ETA? Según Ep, la banda terrorista aún tiene al menos 250 pistolas como las entregadas ayer.

Entre la mínima parte del armamento que figura en el inventario y el vídeo conocidos ayer figuran un revólver y una pistola de la marca Smith and Wesson como las que ETA robó en la localidad francesa de Vauvert en el año 2006 en pleno proceso de negociación con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero . En aquel momento, las fuerzas de seguridad francesas cifraron en 350 las armas robadas.

El comunicado hecho público por la Comisión de Verificadores tampoco especifica la localización de los zulos de ETA, ni los plazos de cuándo entregará el resto de las armas, ni cómo las entregará. «Desde nuestra experiencia, en otros procseos, la elaboración de un inventario y la puesta fuera de uso operativo de armas, munición y explosivos es un paso necesario previo al desarme completo», se limitó a explicar Manikkalingam.

La comisión, que no cuenta con el respaldo del gobierno central, dijo que seguirá trabajando con «determinación e imparcialidad en aras de una paz duradera». Por esta labor, el abogado sudafricano Brian Currin y sus grupos de «mediadores» y «verificadores» internacionales se han embolsado ya más de 300.000 euros , sin haber conseguido nada en diez años.

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