Los presos etarras confirman el acto de humillación a las víctimas del terrorismo

El Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) ha confirmado hoy jueves la noticia avanzada por ABC el pasado martes y tienen la intención de celebrar el próximo sábado en Durango (Vizcaya) un acto en el que tomarán parte los etarras excarcelados con la derogación de la doctrina Parot .

El acto será a las doce y media del mediodía en el Café-teatro Antzokia de esta localidad, según informa Efe. La razón de la convocatoria es valorar el reciente comunicado del propio EPPK en el que los presos de ETA reconocían el «sufrimiento y daño multilateral» causado y aceptaban someterse a los cauces legales para conseguir excarcelaciones de forma «escalonada» e «individual».

Según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC, el objetivo de los convocantes es escenificar una imagen de «unidad y fortaleza» , y al mismo tiempo ahuyentar sus propios temores de división dentro del colectivo de presos. No se descarta que alguno de los terroristas ahora en libertad pueda tomar la palabra durante esta conjunta aparición pública, en la que buscarán reafirmarse en la pretendida «legitimidad» de su «militancia política».

Las fuentes consultadas por este diario advierten de que el acto del sábado puede constituir un delito de enaltecimiento o apología del terrorismo , que en su doble vertiente conlleva el delito de desprecio o humillación de sus víctimas, por lo que los servicios de información de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen orden de estar muy vigilantes.

La asociación Dignidad y Justicia ha pedido en la Audiencia Nacional que prohíba este acto al estimar que el objetivo del EPPK es «mostrar su apoyo y solidaridad, con el consiguiente homenaje, al resto de miembros de la organización terrorista ETA que aún se encuentran encarcelados».

Este jueves, el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso José Antonio Bermúdez de Castro ha confiado en que finalmente no se celebre la convocatoria y ha subrayado que la democracia tiene «una deuda impagable con las víctimas del terrorismo», de modo que no deben celebrarse actos «que supongan una humillación» para ellas.