sumario del crimen de asunta

Caso Asunta: Buscaron coartada en los médicos

Basterra compró 175 sedantes en dos meses y pidió más recetas a otros dos facultativos

Caso Asunta: Buscaron coartada en los médicos efe

cruz morcillo

01/12/2013
Actualizado 02/12/2013 a las 15:09h.

«Asunta me dijo que no tuvo alergia, que a ella nadie le dice la verdad, que no sabe lo que le dieron pero que llevaba durmiendo dos días seguidos». Esta frase forma parte de la declaración de María José P., profesora de violín de la pequeña. «Al caminar por el pasillo se tambalea y casi se cae, siendo necesario que la agarrara y la sentara en una silla», continuó explicando la docente a los investigadores tras el crimen. El episodio tuvo lugar el 23 de julio (aunque inicialmente los profesores del centro musical Play relataron que había sido el 16 por un error en sus agendas). María José contó que cuando Alfonso Basterra recogió a la cría y ella le relató cómo se sentía la pequeña (no era capaz ni de recordar en qué sala había dejado su mochila) el padre no se quería enterar de lo que sucedía.

Polvos blancos en el portal

Ante el estado de la niña se avisó a la directora del centro. Asunta le contó que su madre le había dado unos polvos blancos y que veía doble. Insistió y la niña, desorientada, le dijo que los polvos se los había dado una mujer en el portal de su casa que era una médico amiga de su mamá.

Con estas declaraciones y el resultado de los análisis toxicológicos (además de otros indicios), el juez imputó al padre el asesinato de la niña, pese a que no fue grabado por ninguna cámara como la madre y que aseguró que pasó toda la tarde en su casa leyendo. «Los análisis toxicológicos realizados, en concreto los de drogas en el cabello, permiten afirmar que la niña había sido intoxicada con Lorazepam de forma más o menos continuada al menos durante los meses de julio y septiembre . Las testificales y de los propios imputados nos permiten afirmar que presuntamente dichas ingestas coincidían con espacios temporales en los que era Alfonso el que ejercía la custodia física de la menor. La ingesta alcanzó un nivel de periodicidad e intensidad como para dejar restos en el cabello », señala el instructor en un auto de 3 de octubre, que consta en el sumario al que ha tenido acceso ABC

«Basterra anuló la voluntad y conocimiento de la menor en diversas ocasiones durante los meses de julio y septiembre y el día de su fallecimiento le suministró una alta dosis de Orfidal con el mismo fin», señala el juez.

Pero va más allá y asegura que ambos «actuaron de mutuo acuerdo, al menos uno con el consentimiento del otro en una sucesión de actos cuyo numero y complejidad apuntan a la existencia de un plan preconcebido».

Ese plan aparece apuntado en el sumario en varios episodios. Entre el 5 de julio y el 16 de septiembre, Basterra compró en la misma farmacia de Santiago 175 pastillas entre Orfidal y Prozac con recetas de distintos médicos, según la declaración de la farmacéutica. El 30 de julio, además, pidió consulta a un psiquiatra para su exmujer diciéndole que tenía una depresión muy fuerte. Ese mismo día la visitó el médico. Basterra estuvo los diez primeros minutos de la consulta con ella y se refirió a que Rosario podía sufrir un trastorno bipolar. El psiquiatra diagnosticó depresión y recetó a Rosario Orfidal. Tres días después, en una nueva consulta le sumó Prozac.

En el sumario aparece además la declaración de otra médico, la del centro de salud, quien detalló que recetó a Basterra el 6 de agosto una caja de Prozac de 28 comprimidos y que el 22 de julio el doctor que la sustituía en vacaciones le había extendido otra de 50 comprimidos. Son facultativos distintos a los que aparecen en las recetas que le vendieron en la farmacia en julio y septiembre. Declaró que hace dos años, Basterra había acudido a su consulta porque tenía depresión.

Prueba de tóxicos

El juez considera que los padres estaban haciendo acopio de pastillas, supuestamente para drogar a Asunta, y en el auto mencionado ordena dos pruebas: que se tomen muestras de cabello a los padres y se analicen por si hubieran actuado bajo los efectos de tóxicos y que se les someta a un completo examen psiquiátrico para determinar la imputabilidad de ambos.

El jueves el padre de Asunta se acogió a su derecho a no declarar. Su abogada alegó que no ha habido tiempo suficiente para analizar los indicios que existen contra él. Rosario Porto sí lo hizo, aunque sus explicaciones siguen sin convencer al juez.