españa
La obsesión nacionalista por buscar referencias allende las fronteras
Artur Mas se mira ahora en Gandhi, pero antes, Otegi quiso reflejarse en Arafat y el exlendakari Ibarretxe, en Martin McGuinness

Entre los muchos problemas con los que se encuentran los nacionalistas está la ausencia de referentes históricos que se identifiquen con sus postulados aldeanos , dentro de su micromundo. Así, por ejemplo, los grandes protagonistas de la Historia nacidos en el País Vasco, como Juan Sebastián Elcano, Cosme Damián Churruca y Elorza, Pío Baroja, Miguel de Unamuno y tantos otros, participaron en grandes gestas de España o contribuyeron con su obra al prestigio cultural de nuestro país . Lo mismo ocurre en el caso de Cataluña.
En su periplo por la India, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha comparado la lucha pacífica que lideró Mahatma Gandhi por la independencia de la India, frente al colonialismo británico, con el pulso que pretende librar él y sus socios de ERC para segregar Cataluña de una España democrática asentada en la Unión Europea. Antes, el pasado 11 de septiembre, Mas comparó el seguimiento popular que tuvo la cadena humana a favor de la independencia, con las movilizaciones que hace cincuenta años lideró Martin Luther Kin , defensor de los derechos civiles.
Los Arafat y Mandela «abertzales»
En esta obsesión por mirarse en el espejo de históricos líderes mundiales, sin embargo, se le adelantaron otros. Los nacionalistas vascos. El exlendakari Juan José Ibarretxe, cuando diseñó su plan soberanista, quiso mirarse en el espejo de Martin McGuinness, el dirigente del Sinn Féin que llegó a convertirse en primer ministro de Irlanda tras el «proceso de paz» que llevó al desarme del IRA. Arnaldo Otegi pretendió emular al líder palestino Yasser Arafat . En el acto celebrado en el velódromo de Anoeta, de San Sebastián, el 14 de noviembre de 2004, para presentar la enésima «oferta de paz», Otegi se presentó con una kufiya -típico pañuelo palestino-, que puso sobre el atril. «La izquierda abertzale se presenta hoy aquí con un ramo de olivo en la mano. Que nadie deje que se caiga al suelo». Plagiaba así el célebre discurso de Arafat ante Naciones Unidas. Ahora, en la prisión de Logroño, Arnaldo Otegi juega a ser el Nelson Mandela, víctima del «apartheid» que le impone España .
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