60 años de relaciones con Estados Unidos: mucho más que bases militares
El viaje de los Príncipes a California y Florida refuerza las lazos con un país imprescindible en la política exterior y el desarrollo económico de España desde el franquismo a la actualidad
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Florida , uno de los dos estados que van a visitar los Príncipes de Asturias en su viaje a Estados Unidos , tiene como principal país inversor extranjero a España. Unas 300 empresas españolas trabajan allí, han invertido 6.500 millones de euros y han creado 18.000 empleos. Muy pocos se habrían atrevido a pronosticar estos datos cuando hace sesenta años, Estados Unidos se ofrecía al régimen franquista para abrirle las puertas al mundo a cambio de la utilización de las bases militares españolas.
Aquel Pacto de Madrid de 1953 fue el inicio de una relación con Estados Unidos que, desde entonces –con distintos enfoques y acentos, ciertamente- ha sido una constante de la política exterior española.
La visita que, en 1976, poco después de acceder al Trono, hicieron Sus Majestades los Reyes a Estados Unidos sirvió para que no sólo allí, sino en otros puntos del mundo, se comenzara a confiar en la voluntad de Don Juan Carlos de hacer que España caminara por la senda democrática.
Al ingreso en la OTAN bajo el mandato de Leopoldo Calvo Sotelo en 1982, siguió el regateo de Felipe González para mantener al país en la Alianza y contentar a las bases socialistas con una reducción sensible de la presencia militar estadounidense en España. Después, José María Aznar haría de España uno de los grandes aliados en Europa de la Administración Bush y José Luis Rodríguez Zapatero, con sus tics de progresismo trasnochado, provocaría un distanciamiento que, él mismo, trató luego de reparar, sobre todo cuando Barack Obama llegó a la Casa Blanca.
Margallo, a Clinton: «España ha vuelto»
El Gobierno actual proclamó nada más llegar a La Moncloa que uno de los ejes de su política exterior sería el fortalecimiento de la relación con Washington. «España ha vuelto», le dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo a la entonces secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, en cuanto se vieron por primera vez, y le aseguró que nuestro país será «un socio serio y responsable».
Con esas proclamas, lo lógico hubiera sido pensar que Obama abriría de inmediato las puertas de la Casa Blanca a Mariano Rajoy, pero no ha sido así y, aunque ha habido contactos entre ambos con motivo de reuniones internacionales, lo cierto es que en el entorno del presidente del Gobierno no deja de sorprender la actitud del mandatario estadounidense.
Es cierto que ha habido por medio elecciones presidenciales en Estados Unidos, con la consiguiente campaña y que Obama ha estado muy ocupado en resolver cuestiones internas de tipo económico, pero ya hace casi dos años que Rajoy preside el Gobierno de España y, en ese tiempo, ha dado muestras de que las promesas de García-Margallo no eran un brindis al sol. El mantenimiento del compromiso para incorporar la base de Rota al Escudo Antimisiles de la OTAN o la puesta a disposición de la de Morón para quinientos infantes de marina estadounidenses son un ejemplo de esa colaboración.
Tal vez para compensar esa tardanza en escenificar la buena relación bilateral, cuando se vieron fugazmente en San Petersburgo en septiembre pasado, Obama elogió los esfuerzos realizados por España para salir de la crisis.
Mientras, el problema surgido con el espionaje en los últimos meses, después de algunas actuaciones y manifestaciones para salvar la cara, parece haberse encauzado con grandes dosis de buena voluntad y confianza por ambas partes.
Pero quedan aún algunos asuntos por resolver. Así, España sigue a la espera de que Estados Unidos cumpla su compromiso de retirar la tierra contaminada de Palomares , en tanto que Washington no oculta que le preocupan las pérdidas que han podido sufrir inversores estadounidenses por los recortes en España en las subvenciones a las energías renovables o el hecho de que España sigue al borde de recaer en la lista negra de los países que no respetan la propiedad intelectual.
Se refuerzan los lazos económicos
Al margen de ello, si hay algo que parece haber adquirido una adecuada velocidad de crucero son las relaciones económicas y comerciales. A los datos sobre la presencia española en Florida hay que añadir otros que reflejan la situación: A finales de 2011, la inversión total acumulada de España en Estados Unidos era de 48.000 millones de euros, lo que nos colocaba como el tercer inversor en ese país, por detrás de Reino Unido y Brasil. Más de 700 empresas, que dan empleo a 75.000 personas, se encuentran instaladas en Estados Unidos, y entre ellas están la mayoría de las empresas del Ibex. Junto a las entidades bancarias, las compañías de infraestructuras son las de más peso. Empresas como ACS o Ferrovial se han movilizado para hacerse con uno de los tramos del AVE entre San Francisco y Los Ángeles, en la California que visitarán los Príncipes.
Los intercambios comerciales están también en ascenso. Si en 2012, España había exportado a Estados Unidos por valor de 9.012 millones de euros, sólo en la primera mitad de este año, se habían alcanzado ya los 5.300 millones. Lo mismo sucedía con las importaciones desde Estados Unidos, que, en 2012 fueron de 9.766 millones de euros, y de enero a julio de 2013 superaron los 5.800 millones.
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