Siete días de conmoción: del asesinato de Asunta al ingreso en prisión de sus padres
Así fue la primera semana tras el asesinato
Esta es la cronología de siete días marcados por la conmoción.
21 de septiembre. Los padres de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, denuncian en torno a las 22 horas la desaparición de la menor . Ambos aseguran que la vieron con vida por última vez a media tarde del domingo y notaron su falta sobre las 20 horas.
22 de septiembre. Recién comenzado el domingo, a las 1.30 horas de la madrugada, dos jóvenes encuentran el cuerpo inerte de la menor al lado de una pista secundaria del Ayuntamiento de Teo, cerca de Santiago. En un principio se pensó que podría tratarse de una agresión sexual, pero la primera autopsia descartó tal posibilidad. No obstante, el cadáver presentaba signos de violencia, aunque muy leves a simple vista. El juez José Antonio Vázquez Taín, de guardia el domingo, decreta el secreto de sumario sobre el caso tras ordenar el levantamiento del cadáver a las 7 horas.
23 de septiembre. La investigación ya apunta a la asfixia como causa de la muerte, trasciende que Asunta presentaba algunas evidencias de haber sido atada y la existencia de un trozo de cuerda junto al cadáver. La hipótesis de que el autor o autores del crimen se encuentran en el entorno más cercano de la víctima cobra fuerza . Varios agentes recopilan los vídeos de seguridad de las tiendas de la calle donde vivía Asunta.
24 de septiembre. La madre de la niña es detenida a la salida del tanatorio de Santiago como presunta autora del crimen. Las contradicciones e incongruencias de Porto cuando presentó su denuncia en comisaría fueron avaladas por la grabación de la cámara de seguridad de una óptica, próxima a la vivienda familiar que registró a madre e hija en el coche aquella tarde.
25 de septiembre. Al periodista Alfonso Basterra, padre de la niña , se le comunica su imputación por el homicidio de la niña antes de las diez de la mañana. Se realiza el registro de una finca familiar y pocas horas después, el padre es detenido y trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en La Coruña donde pasa la noche. En una dependencia contigua se encuentra Porto. Según las primeras tesis de la investigación, la madre podría haber matado a la niña y su marido la habría ayudado. Respecto al móvil se barajan dos teorías: una apunta a algún tipo de enfermedad mental de la madre y la otra gira en torno a la herencia de los padres de Rosario Porto, que podrían haber legado parte de su patrimonio a la menor.
26 de septiembre. El informe toxicológico preliminar demuestra que la niña fue sedada con medicamentos antes de ser asfixiada . Además, el Servicio Central de Criminalística de la Guardia Civil analiza las fibras de las cuerdas de empacar halladas en la finca de Rosario Porto en Teo para averiguar si son del mismo tipo que las del cordel encontrado junto al cadáver de la niña. Por otra parte, el teléfono móvil de Porto la sitúa cerca del cadáver. Se realiza un nuevo registro en la vivienda de Porto en la capital gallega y, durante éste, la madre rompe a llorar y dice: «Bueno, he mentido y tengo que decir la verdad».
27 de septiembre. Los padres de Asunta declaran por separado ante el juez José Antonio Vázquez Taín. Según trasciende, la madre niega el crimen pero no descarta que su expareja guarde relación con él. Por su parte, Basterra también niega su implicación. Sin embargo, el juez les envía a prisión comunicada y sin fianza por el homicidio de la menor. Según una nota del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, podría tratarse de un «posible asesinato» en función de lo que determinen los resultados toxicológicos definitivos que aún no han llegado a manos de Vázquez Taín.
28 de septiembre. Los padres de la niña hallada muerta hace una semana pasan su primera noche en la prisión de Teixeiro, imputados por homicidio, mientras prosiguen las investigaciones dentro de la causa abierta por el crimen.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete