discrepancias en ciu
Duran y Mas, condenados a (no) entenderse
La cuestión catalana vuelve a enfrentar a UDC y CDC, las dos cabezas de una federación que vive de «paréntesis» en «paréntesis»

Una vez más, la federación de CiU ha estado cerca de la ruptura. Un choque que ahora es un «paréntesis ya cerrado» , en palabras de Josep Antoni Duran i Lleida , líder de Uniò Democrática de Catalunya (UDC). La llama prendió cuando la federación barcelonesa de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), la otra cabeza de CiU, acusó a Duran de ser un «estorbo» en el proceso soberanista. Uniò respondió con un órdago y amenazó con revisar el acuerdo de federación si no retiraban los reproches. Tuvo que ser Artur Mas , presidente de CiU y CDC, quien, tras un día de silencio, se apresurara a cerrar la crisis con críticas a la reprobación y un apoyo público a Duran: «No es ningún estorbo».
Este enfrentamiento, uno más, ha recordado al que tuvo lugar en 2007. Entonces Duran amenazó con concurrir por separado y no encabezar a CiU en las elecciones generales. La cuestión catalana fue también el motivo del desencuentro. El líder de UDC no quería saber nada de un posible pacto con ERC. Nada de discursos soberanistas. Y nada de consultas para un Estado propio. Unas líneas rojas hoy ampliamente sobrepasadas. Tras la manifestación de la Diada, en la que cerca de un millón de catalanes reclamaron la independencia, Mas abrazó la causa secesionista, pese a las advertencias de Duran. Esta es la historia del último «paréntesis».
Septiembre de 2012
Cerca de un millón de personas reclaman la independencia en la manifestación del «Onze de Setembre». Soliviantado, Mas pide a mediados de mes en Madrid un Estado propio para Cataluña. Lo hace días antes de reunirse con Mariano Rajoy . El presidente del Gobierno ofrece diálogo, pero rechaza el pacto fiscal por ser incompatible con la Constitución.
«No hagan caso de esas informaciones que dicen que el presidente cuando salga de Moncloa si el pacto fiscal no funciona, que mucho me temo que no va a funcionar, va a convocar elecciones», decía a los medios Duran i Lleida.
El día 25, durante el debate de política general en el Parlamento catalán, Mas anuncia la convocatoria de elecciones anticipadas con el argumento de que Cataluña debía ejercer su derecho de autodeterminación. Radicaliza su discurso y se compromete a impulsar una consulta de autodeterminación, aunque el Gobierno lo impida.
El portavoz de CiU en el Congreso rebaja de nuevo las ansias separatistas: «No es lo mismo el derecho de autodeterminación que la independencia».
Octubre de 2012
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert , provoca una encendida polémica tras declarar que el interés del Gobierno es españolizar a los alumnos catalanes. La Generalitat y los partidos de la oposición incluso dicen que las palabras son preconstitucionales. Esta vez, el líder de UDC se suma a la ortodoxia nacionalista y acusa a Wert de «alimentar el independentismo».
Días después, Mas subraya la necesidad de «internacionalizar» la cuestión . Propone que Cataluña sea un Estado independiente dentro de la Unión Europea. Pero la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding , asegura en una carta al Gobierno español que una eventual declaración de independencia implicaría su salida de la UE.
«Hay que ser sensato y tener presente que los tratados son los que son, se pueden cambiar pero para hacerlo se exige unanimidad. Mas habla de compartir soberanía con Europa y pone el énfasis en la interdependencia. Uno tiene su experiencia, y yo ya le he dicho a quien le tenía que decir cuáles son las posibilidades de que en su día tuviéramos cabida en la UE como Estado propio. El veto existe en la UE, eso hay que saberlo , yo no puedo negarlo, no puedo engañar a la gente», declaró, otra vez discordante, el líder democristiano.
Noviembre de 2012
Entrevistado en ABC Punto Radio , Duran i Lleida dice que la mayoría de los catalanes no apoyan la independencia y que Cataluña está mejor dentro que fuera de España. Las elecciones catalanas están cerca y Mas pide una «mayoría clara», pero no la consigue : pierde doce escaños y se queda lejos de la mayoría absoluta. Al candidato de CiU en Cataluña no le queda otra que sondear a Oriol Junqueras, de ERC. Este escenario inquieta a Duran, pide asegurarse «socios estables» porque la prioridad es el día a día: «Si no hay un gobierno del día a día, ¿cómo vamos a convocar una consulta?».
Diciembre de 2012
CiU y ERC alcanzan un acuerdo de gobierno con el objetivo de convocar una consulta de autodeterminación en 2014. El texto incluía una cláusula que permitía posponerlo si así lo requería el contexto socioeconómico y político. « Una consulta es legal o no es consulta », demanda Duran.
De nada sirven las advertencias del presidente de Unió. Mas, en su discurso de investidura, insiste en las reivindicaciones soberanistas y el derecho a decidir. Duran no tarda en pedir diálogo: «Sin diálogo entre la mayoría parlamentaria y el resto, principalmente entre los que más cerca estén de compartir objetivo, no iremos tan lejos como queremos».
Enero de 2013
Mas está atrapado por la cuestión catalana. Sin margen para dar marcha atrás, acuerda con su socio de Gobierno, Oriol Junqueras , un texto de declaración de soberanía que expresa la voluntad de «ejercer el derecho a decidir y hacer efectiva la constitución de Cataluña en un nuevo Estado dentro del marco de la UE». El PSC se desmarca con una propuesta de reforma constitucional hacia un Estado federal . Duran va más allá. «Unió tendría que decidir. Yo defendería y votaría no», responde en su blog personal a un lector que le preguntó si votaría a favor de una consulta sobre la independencia.
Finalmente, CiU y ERC retiran la alusión del Estado propio en la declaración de soberanía para incluir a más partidos en la votación. Solo se sumará ICV; PSC se emplaza a una reflexión para finalmente votar en contra. Cinco diputados , en desacuerdo con esa postura, se terminaron ausentando de la votación. Aproximadamente una semana antes, Duran había emplazado a «respetar la legalidad».
Manifestaciones como estas llevaron al Comité Territorial de Barcelona de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) a reprobar al líder democristiano por sus continuas declaraciones contra la ortodoxia nacionalista, que «afectan la cohesión interna y perjudican la imagen de la federación de CiU». La respuesta de Unió fue contundente y retó a revisar los pactos de federación. La portavoz de UDC incluso instó a CDC a preocuparse por otras cosas, como el embargo de su sede. Duran, en un intento de rebajar la tensión, pidió disculpas por ese mensaje y Oriol Pujol , secretario general de CDC, recogiendo el guante, estimó que la declaración de la federación barcelonesa no ayudaba «nada». Idéntico mensaje que el de Artur Mas, justo un día después: «Duran no es ningún estorbo».
Crisis resuelta. Por ahora.
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