¿Qué se juega cada país en una Europa marcada por la crisis?

Un nuevo Parlamento Europeo

Este domingo se celebran las elecciones europeas en España, día que coincide con la fecha en la que otros vecinos europeos también depositarán su voto para elegir el diseño del Parlamento Europeo para los próximos cinco años. Sin embargo, los 28 no han votado todos a la vez este 25 de mayo, sino que algunos ya empezaron el pasado 22.

El motivo de que existan distintas fechas reside en que cada Estado miembro aplica sus propias leyes electorales y decide el día en el que sus ciudadanos acuden a las urnas entre los cuatro que conforman el periodo de elecciones europeas, del 22 al 25 de mayo de 2014.

Los holandeses y británicos han sido los primeros en abrir sus urnas. Lo hicieron el 22 de mayo a las 07:00, mientras que los últimos serán los italianos, que votarán el mismo día que España y cerrarán sus colegios electorales a las 23:00 horas. Por su parte, los irlandeses han votado el 23, fecha en la que en República Checa también lo hizo además del 24, ya que este país cuenta con la posibilidad de depositar su papeleta a lo largo de esas dos jornadas. Por otro lado, Letonia y Eslovaquia tuvieron su oportunidad el día 24 en exclusividad. El resto de países europeos vota este 25 de mayo.

Analizamos, de la mano de los corresponsales de ABC, las claves y lo que está en juego en los países europeos.

Grecia

Este domingo los griegos vuelven a las urnas por segunda vez, ya que el domingo anterior acudieron a votar para las elecciones regionales y municipales. Hoy votarán para sus representantes europeos, pero también será la segunda vuelta de los comicios regionales y municipales. Se espera menor abstención (el domingo pasado alcanzó un 38% sin precedentes) y los resultados tardarán mas que de costumbre: por primera vez los eurodiputados no resultarán elegidos por su puesto en la lista de cada partido, sino por el número de cruces de preferencia ante su nombre. Grecia elegirá 21 diputados, habiendo perdido uno desde las anteriores elecciones europeas.

Todo indica que el partido mas votado será el partido líder de la oposición, la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) [ Vea aquí todos los partidos y candidatos a votar], que podría superar el 24% reuniendo los votos de la izquierda (incluyendo a muchos socialistas) que aspira a terminar con los ajustes y recortes actuales.Su líder es el carismático Alexis Tsípras, el más joven de los líderes de partido griego a sus 39 años y también el candidato a presidir la Comisión Europea del Partido de la Izquierda Europea. Se aleja por lo tanto el peligro de una salida precipitada de la UE .

La frágil coalición actual entre conservadores y socialistas en el gobierno peligrará si el porcentaje de los radicales es superior a la suma de sus votos: se espera que el partido de Nueva Democracia sea el segundo más votado, alrededor del 22% mientras que el grupo socialista, que se presenta bajo el nombre de El Olivo (Eliá), aparece muy debilitado y se quedaría cercano al 7%.

La incógnita de la extrema derecha

La gran incógnita es quién será tercer partido, que recogerá el voto de castigo de muchos electores indignados por tantos recortes e impuestos que afectan a sus familias. Existe la alarmante posibilidad de que el tercer partido sea la extrema derecha nacionalista de Amanecer Dorado, votada no sólo por personas de ideología neonazis sino por gente derecha indignada por la injusticia de las medidas y superando el 8%. Y ello a pesar de que su líder y otros diputados están en prisión preventiva imputados por participar en una organización criminal. El radical Tsípras ha hecho públicamente un llamamiento para atraer a estos electores que se sienten «engañados» por los partidos tradicionales. La otra sorpresa es la nueva formación de izquierda denominada El Río (Tó Potámi), liderada por un respetado periodista, Stávros Theodorákis, que podría rondar entre el 7 y el 8%. Y por detrás se espera a socialistas, comunistas y al partido nacionalista de los Griegos Independientes. Las demás formaciones no parecen, según los últimos sondeos, superar el 3% de votos a nivel nacional.

(TEXTO: Begoña Castiella, corresponsal en Atenas)

Alemania

El próximo domingo 25 de mayo los ciudadanos alemanes y también los comunitarios residentes en el país están llamados a las urnas para elegir a los 96 diputados que los representarán en el Parlamento Europeo. Los colegios electorales estarán abiertos de 8 de la mañana a 6 de la tarde, aunque aquéllos ciudadanos que no quieran o puedan ejercer el derecho a voto el domingo, pueden hacerlo previamente por correo.

Los precedentes apuntan a que la participación suele rondar el 40%, por lo que el abstencionismo es grande, como en otros países europeos. En las últimas elecciones europeas celebradas en 2009, algo más del 43% de los alemanes depositaron su voto, mientras que en las elecciones federales del pasado septiembre, la participación superó el 70%.

Por tanto, la ciudadanía germana sigue percibiendo los comicios nacionales como algo más importante y cercano que los europeos. Y aunque durante las última semanas, Berlín ha estado empapelada por carteles electorales y marcada por actos políticos, la intensidad de la campaña es claramente menor que la dedicada a las elecciones federales.

Las encuestas apuntan a que los resultados serán similares a los de las últimas elecciones nacionales: la unión conservadora de la canciller Angela Merkel (CDU-CSU) obtendrá alrededor de 40 por ciento de los votos; sus socios de gobierno, los socialdemócratas del SPD, un 25 por ciento; mientras, los dos partidos que conforman la oposición parlamentaria (La Izquierda y Los Verdes) recibirán alrededor del 10 por ciento de los sufragios.

La probable gran sorpresa de la jornada electoral será la entrada en el Parlamento Europeo de los euroescépticos de Alternativa para Alemania (AfD, en sus siglas en alemán), que apuestan por recuperar competencias transferidas a Bruselas y también por una zona euro más pequeña, sin los países con problemas presupuestarios como Grecia, España o Portugal. Será la entrada oficial de AfD en las instituciones después de que el joven partido se quedase por muy poco fuera del Bundestag en las últimas elecciones federales alemanas.

(TEXTO: Andreu Jerez, Berlín)

Portugal

Las elecciones europeas en Portugal llegan en un momento importante para el país vecino porque acaba de finalizar con éxito su programa de rescate. Durante tres años los portugueses han sentido que la Unión Europea y el Banco Central Europeo, junto con el Fondo Monetario Internacional, han tenido más control sobre el país que el propio Gobierno, atado de pies y manos por el programa de la troika.

El mensaje político se ha europeizado mucho en Portugal y la incógnita es saber cómo los portugueses van a examinar la actuación del Ejecutivo. Estos comicios son una ocasión de oro para darles un voto de confianza por haber cumplido su misión,pero puede servir igualmente para castigar al Gobierno de coalición que ha implementado duras medidas de ajuste. Además, estas elecciones se pueden ver como un ensayo para las legislativas, que se celebrarán dentro de un año.

Portugal cuenta con 21 lugares para el Parlamento Europeo, dos menos que en los últimos comicios, y una de las peculiaridades de este año es la existencia de 16 candidaturas entre partidos e independientes, un número muy superior a lo habitual. [ Consulte aquí todos los partidos y candidatos a votar]

Según los sondeos la victoria será para la principal fuerza de la oposición, el Partido Socialista (PS) con el 34% de los votos. En segundo lugar quedaría la alianza entre los dos partidos que forman actualmente el Gobierno, el conservador Socialdemócrata (PSD) y la derecha (CDS-PP), alcanzando el 30% de los votos. Una diferencia de cuatro puntos entre ambos que deja en abierta la elección. Los comunistas quedarían en tercer lugar (12%) y el Bloque Esquerda en cuarto (5%).

(TEXTO: Belén Rodrigo, corresponsal en Lisboa)

Francia

En Francia, todos los sondeos anuncian la victoria del Frente Nacional (FN, extrema derecha), que pudiera convertirse en el partido más votado, dando un aldabonazo político espectacular.

El PS, partido gubernamental, pudiera caer a un humillante tercer puesto, víctima de la catastrófica opinión que tienen los franceses de François Hollande (con un 80 / 82 % de opiniones negativas) y de su Gobierno. Tras el anuncio de 50.000 millones de recortes y el desastre de las recientes elecciones municipales, el socialismo francés se espera a una derrota de alcance imprevisible.

La UMP, el partido de Nicolas Sarkozy, espera desmentir a los sondeos consiguiendo el primer puesto en los votos nacionales. Los sondeos de las últimas dos semanas solo cotizan al partido conservador en segundo puesto, detrás de una extrema derecha triunfante.

El FN de Jean-Marie y Marine Le Pen espera convertirse en el partido más votado en unas elecciones marcadas por una hostilidad radical hacia Europa. La extrema derecha francesa pide la retirada del euro y el cierre de las fronteras a la inmigración, considerando que la UE y la moneda común son una amenaza para la identidad histórica de Francia.

(TEXTO: J.P. Quiñonero, corresponsal en París)

Bélgica

Bélgica es uno de los países en los que el voto es obligatorio (y donde al mismo tiempo los referéndum están prohibidos por la Constitución) de manera que la participación será de las mas altas, teniendo en cuenta además que se celebran al mismo tiempo elecciones regionales y nacionales.

La cuestión europea queda en un último plano teniendo en cuenta lo que está en juego en la votación desde el punto de vista doméstico: la última vez que hubo elecciones nacionales, el país estuvo más de 500 días sin gobierno, ante la imposibilidad de formar una coalición estable. En esta ocasión se espera que el principal obstáculo para esa estabilidad, los independentistas flamencos, tendrán incluso más votos que en el anterior parlamento. De manera que los belgas dan por hecho que después de estas elecciones habrá un periodo de cierta inestabilidad.

Por el contrario, los holandeses, que han sido junto a los británicos los primeros en ir a votar, lo han hecho sin el menos temor de que la votación europea contamine la política interna. El Gobierno estable de la coalición entre liberales y socialistas funciona bien y los primeros resultados de la votación del jueves indican que el partido del eurófobo y anti-inmigración tendrá menos apoyos de lo que se esperaba.

(TEXTO: Enrique Serbeto, corresponsal en Bruselas)

Italia

En la campaña electoral italiana se ha hablado poco y mal de Europa. Se ha impuesto un estilo populista, lleno de insultos, en el que la voz cantante la ha llevado el cómico Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas, que ha impuesto, además del estilo, los temas.

En ese nivel de populismo e insultos lo ha seguido Silvio Berlusconi, para evitar una sangría de votos de su partido, Forza Italia, hacia el Movimiento de Grillo. El primer ministro, Matteo Renzi, se ha mantenido distante de ese juego: «Ellos se insultan y yo gobierno; Grillo representa la rabia, yo la esperanza», ha reiterado en sus mítines Renzi.

Las elecciones constituirán un referéndum sobre política interna, con una gran novedad: por primera vez en 20 años en ese referéndum no juega Berlusconi como protagonista, sino que el primer puesto se lo disputan Grillo y Matteo Renzi. Será un duelo entre los dos.

Por el momento, desde el punto de vista mediático, la campaña electoral la ha ganado Grillo. Por ley no se publican sondeos en las dos últimas semanas antes de la fecha electoral. Diversos institutos de opinión los mantienen secretas, pero se filtra que la mayoría de los sondeos da como vencedor a Matteo Renzi, aunque varían mucho en la diferencia de puntos: el más favorable para el primer ministro le da ganador por nueve puntos de ventaja; el menos positivo da a Grillo pisando los talones a Renzi, con una diferencia de sólo unas décimas.

(TEXTO: Ángel Gómez Fuentes, corresponsal en Roma)

Reino Unido

Los británicos fueron, con los holandeses, los primeros en acudir a las urnas el jueves pasado para elegir a los 72 representantes que el Reino Unido tiene en la Eurocámara desde la aprobación del Tratado de Lisboa.

En los anteriores comicios de 2009, los conservadores del primer ministro David Cameron obtuvieron 25 escaños, trece los laboristas y los euroescépticos del Partido de la Independencia (UKIP), once los liberales y dos los Verdes. Aunque los resultados solo se conocerán este domingo por la noche, las últimas encuestas, como la publicada por « The Times» el jueves, sitúan a la formación que lidera el eurodiputado eurófobo Nigel Farage en cabeza con el 27% del voto, por un 26% de la oposición laborista. Los «tories», que en 2009 ganaron con el 28% de los votos, obtienen un 22% en este sondeo, por un 10% de los Verdes y un 9% de los liberales, que podrían perder entre la mitad y la totalidad de sus eurodiputados.

La propuesta electoral de UKIP, una formación populista, euroescéptica y eurófoba considerada como racista por muchos, es muy simple: «La única forma de recuperar el control es salirse de la UE». Con este lema, la formación encuadra su discurso en el soberanismo defensivo en el que, en estos comicios, coinciden numerosas fuerzas antisistema en ascenso a izquierda y derecha del «establishment». El partido de Farage ha logrado ya romper el tradicional escenario de bipartidismo «tories»-laboristas con los liberales de bisagra pasa erigirse en cuarto contendiente nacional, a pesar de que no tiene ningún diputado en Westminster ni gobierna ningún ayuntamiento. Pero, tal y como se esperaba, UKIP logró multiplicar su representación en el nivel municipal en las elecciones locales parciales que se celebraron el jueves en Inglaterra e Irlanda del norte.

El programa de UKIP culpa a la Unión Europea de la «presión en los colegios» y la «carga masiva en la Seguridad Social» que provoca una «inmigración comunitaria ilimitada». Critica la política pesquera común por destruir miles de empleos en las «comunidades costeras británicas». Denuncia al Tribunal Europeo de Derechos Humanos por reconocer el derecho de voto de los presos. Su popularidad creciente entre un electorado hastiado con las políticas de austeridad y con la clase política tradicional ha forzado al primer ministro conservador a prometer un referéndum sobre una posible salida de la UE en 2017 si los «tories» siguen en el gobierno después de las generales de 2015.

(Texto: Borja Bergareche, corresponsal en Londres)