Especial ABC Empresa
Un cambio de época
ABC Empresa ha sido testigo en sus 16 años de vida de cómo nuestras empresas han afrontado los retos que las crisis, la digitalización y la sostenibilidad les han puesto en el camino. Hoy el desafío es mayúsculo. Nunca el mundo había cambiado tan rápido
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Desde que ABC Empresa comenzó su andadura en 2008, en pleno estallido de la gran crisis financiera y de deuda, que más tarde bautizaríamos como Gran Recesión, esta publicación ha sido testigo de cómo el tejido empresarial español ha ido adaptándose y buscando respuestas a ... los desafíos de cada momento, y no han sido fáciles.
En estos 16 años, y a lo largo de 750 números, en nuestras páginas hemos ido desgranando historias de resiliencia, innovación, genio e ingenio emprendedor que muestran cómo nuestras empresas, grandes y pequeñas, han ido haciendo frente a los problemas de financiación, a las exigencias de la transición energética, a la transformación tecnológica y digital, y a las nuevas reglas de responsabilidad social corporativa. Por obligación regulatoria, por convencimiento o por ambas cosas, las firmas españolas han ido creciendo y adaptándose a las nuevas situaciones.
En ABC Empresa hemos aprovecho este número 750 para realizar un amplio análisis de cómo están respondiendo ahora nuestras compañías al tsunami que supone este cambio de época. Porque es ese el punto donde estamos. No se trata, como en otros momentos de nuestra historia, de una época de cambios. Nunca hasta ahora todo se había movido tan rápido. La inteligencia artificial, los algoritmos, la biotecnología, los objetivos medioambientales y de sostenibilidad, la perspectiva de género... Son todos ellos retos que hay que afrontar. Y no hay opción, quedarse atrás es morir.
A lo largo de este número hemos analizado los puntos fuertes, las asignaturas pendientes y los problemas a los que se tienen que enfrentar nuestras compañías en un mundo tan cambiante que ni siquiera sabemos cuáles serán las profesiones del futuro.
La escasez de talento y a menudo las dificultades para retenerlo; los agujeros en la ciberseguridad y la privacidad; las amenazantes brechas que todavía persisten de desigualdad... son algunos de estos retos que hemos analizado a lo largo de este despliegue. Un número muy especial para un momento histórico como el actual, en el que la economía europea, y desde luego la española, no tendrán más remedio que reinventarse.
El acelerado desarrollo tecnológico y el imparable proceso de digitalización están redefiniendo el modelo económico y productivo a un ritmo vertiginoso. Un apasionante viaje con la sostenibilidad y la descarbonización como ejes que está transformando también la sociedad y el mapa geoestratégico global. Hiperconexión, energías verdes, el impacto transversal de la IA, las posibilidades de la nueva dimensión cuántica... El cambio se intensifica y cada segundo perdido en encontrar respuestas ya no es recuperable.
Y en este cambio de época, Europa y España no pueden quedarse atrás. La hiperregulación a la que se enfrentan nuestras compañías, y de la que han advertido los ex primeros ministros italianos Enrico Letta y Mario Draghi, es una piedra en el camino que puede llevarles a quedarse atrás frente a las competidoras asiáticas o estadounidenses como ya está ocurriendo. Y no podemos perder ese tren.
Es necesario disminuir la burocracia que tanto daño hace a la productividad y competitividad de nuestras empresas. Pero también hay que cuidar que las compañías avancen en responsabilidad social e incorporen los valores a su ADN. Hasta hace no mucho las empresas se concebían como un instrumento para obtener beneficio y retribuir a sus accionistas. Hoy eso no es suficiente. Tienen que ser rentables, pero también deben devolver a la sociedad parte de lo que reciben y no solo en forma de impuestos y empleo. Sin el compromiso de las empresas es imposible avanzar hacia un mundo más sostenible e igualitario.
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