Teresa Ribera golpea de nuevo a las eléctricas con una subida del 30% en la tasa nuclear
La medida entra en vigor el 1 de julio y supone un pago conjunto de 585 millones cada año
Las nucleares advierten de que la subida del 40% de la tasa para gestionar residuos «compromete su viabilidad»
![La central nuclear de Vandellós II, al fondo en la playa de la Almadraba en Hospitalet del Infante (Tarragona)](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/06/29/vandellosII-RxXTrrn96NrCFFNJPFSDR2J-1200x840@diario_abc.jpg)
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, vuelve a las andadas en su afán por golpear a las eléctricas españolas con una subida del 30% en la tasa nuclear. La medida entrará en vigor el próximo lunes, 1 de julio.
Ribera, ... que ha decidido no recoger el acta de eurodiputada tras las elecciones al Parlamento Europeo puesto que aspira a un puesto de comisaria en la Comisión Europea, eleva así la tensión que ha mantenido con el sector eléctrico español desde su llegada a la cartera, al poner en marcha el llamado 'tasazo' nuclear, con un incremento del 30%, inferior al inicialmente previsto, pero muy superior al pactado inicialmente.
Esta tasa significa de hecho, 2,38 euros más por cada MWh sobre la tarifa actual. La medida supondrá un pago adicional de al menos 130 millones anuales que se sumarán a los 450 actuales que aporta todo el parque nuclear al fondo de Enresa. Un pago total conjunto pues, de 580 millones de euros al año.
No obstante, el pasado mes de abril, la vicepresidenta deslizaba a los medios que su departamento había sacado a consulta pública el Real Decreto de modificación de la tasa Enresa, que recogía ese último incremento del 30% en lugar del 40%. Según consta en la memoria de ese nuevo proyecto normativo sacado a consulta pública para fijar esa nueva propuesta de la tasa Enresa se había tenido en cuenta una actualización del valor del fondo de Enresa a 31 de diciembre de 2023, superior al estimado en la primera propuesta, así como el valor real del IPC en 2023, inferior al estimado inicialmente.
En definitiva, el Gobierno aprobaba por sorpresa este martes pasado en Consejo de Ministros la subida a 10,36 euros/MWh de la 'tarifa fija unitaria relativa a la prestación patrimonial de carácter público no tributario', mediante la que se financia el servicio de Enresa, que es la empresa pública que se encarga de la gestión de los residuos radiactivos. Un nuevo golpe al sector eléctrico en el que, según ha podido saber ABC, consideran «arbitrarias» las decisiones del Ejecutivo que, finalmente ha subido la tasa un 30% frente al 40%, 11,14 euros/MWh, propuesto inicialmente por Transición Ecológica.
El Gobierno incumple el pacto
La medida supone además un pago por parte del conjunto del parque nuclear español de 585 millones de euros cada año, 130 millones de euros más que lo abonado anualmente hasta ahora. En el protocolo firmado para el cierre de centrales en 2019 entre Enresa y las eléctricas se acordó un incremento de la tasa de un máximo del 20%, que ahora se ha incumplido.
Enresa recibe lo que han decidido llamar «una prestación patrimonial no tributaria» de acuerdo con la producción de electricidad de cada central. Las eléctricas, a través del Foro Nuclear, ya se habían quejado, tal y como publicó este diario, de que ya pagan el impuesto sobre la producción de combustible nuclear gastado y residuos –han abonado ya unos 3.100 millones de euros en diez años– y estiman que si ese dinero fuera al fondo de Enresa y no a las arcas públicas sería innecesario el 'tasazo' ahora aprobado.
Antecedentes
Hace años que las eléctricas vienen pidiendo al Gobierno un drástico recorte de impuestos para mantener la viabilidad del sector nuclear ya que «no se pueden operar las centrales con pérdidas». Ahora mismo se pagan sólo en impuestos en torno a 950 millones de euros anuales, que junto al 'tasazo' anunciado elevarían la cifra a algo más de 1.500 millones de euros, según cálculos del sector.
Foro Nuclear critica –y ha denunciado ante el Tribunal Supremo– el nuevo Plan General de Residuos Radiactivos, con sobrecostes de más de 2.000 millones de euros por disensos políticos, que traerá consigo ahora la construcción de siete Almacenes Temporales Descentralizados, en cada una de las instalaciones existentes, y la construcción también en un Almacén Geológico Profundo, frente al que estaba previsto como único en Villar de Cañas (Cuenca). La decisión significó un aumento de costes futuros, que suman ya 20.220 millones de euros.
Además, en un contexto volátil de los precios de la energía, las nucleares insisten en que es necesaria «una energía estable, porque hay momentos de sobreproducción y otros en los que no hay, por la intermitencia de las renovables», señalando además que «en el medio y largo plazo es necesaria una potencia firme».
De hecho, el presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, ha reiterado en diferentes ocasiones que la que se genera en las centrales es una fuente de energía «estable», que no emite CO2, y que es «competitiva en precio». En esto último, el portavoz de las nucleares ha criticado que en España la tecnología nuclear está «muy penalizada» por el sistema fiscal, sumando la tasa Enresa: «Estamos pagando aproximadamente unos 17-18 euros cada MWh que producimos. Eso es una barrera para la competitividad tremenda».
A día de hoy, España tiene siete reactores nucleares operativos: Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Trillo y Vandellós II. En los últimos doce años, la tecnología nuclear ha producido más del 20% de la electricidad consumida en España, con un 5,69% de la capacidad neta instalada. El cierre firmado de estas centrales es progresivo, comenzando en octubre de 2027, con Almaraz I, y concluyendo en 2035, con Trillo.
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