Lo que opinan los expertos
Suspenso a los Presupuestos de 2023: un lastre para la recuperación y una bomba para el déficit público
Los expertos critican que las medidas impositivas lastran la actividad y la reinversión de los beneficios
Advierten del riesgo para las cuentas públicas de financiar gasto estructural con ingresos ligados a la inflación
El Gobierno reserva un margen extra de 20.000 millones para repartir gastos y ayudas en 2023
Los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de la legislatura de Pedro Sánchez ponen el acento en el gasto, en generar más ingresos por impuestos y en sostener la inversión a base de fondos europeos. Unas cuentas para un año electoral, que se ... edifican sobre un cuadro económico que ya ha sido puesto en cuestión por su optimismo.
El Gobierno sostiene su proyecto presupuestario sobre la base de que España crecerá un 2,1% el año que viene. Los economistas no ven factible ese escenario. Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, señala que ese dato «tiene un riesgo de incumplimiento, sobre todo si se materializan algunas de las incertidumbres que pesan sobre el escenario». Esos riesgos son tan tangibles como un cierre prolongado del suministro de gas ruso hacia Europa, la entrada en recesión, los cuellos de botella de las redes logísticas o la subida de los tipos de interés. El servicio de estudios de la entidad vaticina que el alza de la economía se quedará en el 1% el año que viene, menos de la mitad de lo que dice el Ejecutivo.
Raymond Torres, director de Coyuntura Económica de Funcas, coincide: «El ciclo económico va a peor y vaticina un crecimiento muy inferior al 2,1%». Valora las medidas de lucha contra la crisis energética y de inflación, siguiendo lo que ya hacen nuestros pares europeos, con el matiz de que «el punto de partida de España es peor». ¿Por qué? Porque no creceremos lo que espera el Gobierno y la carga financiera de la deuda será mayor de la esperada, al compás de unos tipos de interés que llegarán, según dijo el gobernador Pablo Hernández de Cos, al 2,5% próximamente.
Torres alerta de otro de los problemas que los expertos identifican en las cuentas de 2023: el desequilibrio de las finanzas públicas no se ataja sino todo lo contrario. El déficit estructural, dice, se mantendrá en el entorno del 4%, lo que hace aún más necesario el tan reclamado plan de consolidación fiscal, que desde hace meses reclaman a nivel doméstico la Airef y el Banco de España y en el plano internacional el FMI o la Comisión Europea.
Los mercados, que desde la crisis financiera observan a España con lupa, vigilan. «Cuando un país presenta volúmenes elevados de deuda pública, es importante que trate de reducir la deuda más de lo que se preveía. En mi opinión España está haciendo lo contrario», avisa Ignacio de la Torre, economista jefe de Arcano.
Amenaza a la sostenibilidad
«Lo que más preocupa es la dinámica del gasto público, que sigue siendo expansiva, especialmente en las pensiones, pero no sólo», advierte el director de Fedea, Ángel de la Fuente. «Hay medidas que tomadas individualmente podrían tener sentido, pero que en conjunto se traducen en un incremento significativo del gasto sobre el PIB».
«Si se cumple la previsión de ingresos de los Presupuestos entre el año 2018 y el año 2023 el Gobierno habrá contado con 90.000 millones de euros más en ingresos fiscales de los que se encontró entonces. El problema es que en ese mismo periodo el gasto público se habrá incrementado en 125.000 millones de euros», denuncia el vicepresidente de CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, para ilustrar el problema de sostenibilidad con el que se pueden encontrar las arcas públicas en el momento en que desaparezcan los ingresos fiscales de la inflación.
Lo advierte la economista jefe de Singular Bank, Alicia Coronil. «Las cuentas públicas pueden empeorar rápidamente si se deteriora la situación económica. Una parte de la recaudación extra que se está viendo los últimos años depende de la inflación. El Gobierno está exprimiendo a los mismos contribuyentes, no ha recaudado más porque haya ensanchado las bases imponibles, y el resultado de esto ya lo vimos en el año 2008».
El Gobierno ya había anunciado subidas de impuestos a las grandes empresas, las eléctricas, la banca, los ahorradores y los grandes patrimonios, pero el anuncio del aumento del 8,6% de la base máxima de cotización a la Seguridad Social centra las críticas de los expertos. El mensaje es claro: más impuestos ahora no son necesarios. El Ejecutivo prevé un aumento de los ingresos tributarios para 2023 del 7,7%, lo que supone incrementar la recaudación fiscal en cerca de 19.000 millones, sin contra los otros 3.500 millones por los impuestos a banca y energéticas, que no computan como ingresos tributarios. El Gobierno cree, además, que su estimación es «prudente».
Un pesado lastre fiscal
«Sería bueno no apretar la tuerca de los impuestos porque sabemos que lo que nos interesa es que los que tienen inviertan y reinviertan, y dar un respiro a los que tienen poco», afirma Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas. Y añade: «Hay que ir con muchísimo cuidado con el incremento de costes a las empresas, sobre todo el del factor trabajo. Son cosas que no fomentan la actividad, la contratación».
Esa crítica al incremento de la presión fiscal la tiene muy presente también Lorenzo Amor, presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE. Más allá de la «ridiculez» para los autónomos de «una reducción fiscal de 115 euros», este considera que «son unos presupuestos que piensan más en el interés particular que en el interés general». «Son unos presupuestos que nos hacen más pobres a la ciudadanía actual pero también a las futuras generaciones. Suben impuestos, aumentan el gasto, generan mucha propaganda y aumentan las cotizaciones en un momento muy duro para la ciudadanía».
Finanzas públicas
Preocupa que no haya ni rastro de un plan a medio plazo de consolidación fiscal como se pide desde España y desde Bruselas
La política fiscal del Gobierno tampoco convence a Cepyme, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, sobre el papel beneficiadas por la rebaja del 25% al 23% del tipo impositivo del Impuesto sobre Sociedades que se incluye en el proyecto presupuestario. «La inclusión de nuevas figuras impositivas y la subida de las ya existentes dificultan la actividad de todas las empresas, también de las pequeñas, que son más más afectadas cuando se merma la seguridad jurídica y se elevan los costes», asegura el presidente de la organización, Gerardo Cuerva.
«No se está haciendo una reforma fiscal que genere nuevas bases imponibles o atraiga capitales, se imponen más cargas fiscales a los mismos contribuyentes y eso lo que consigue es erosionar la competitividad y hundir el consumo», advierte Alicia Coronil.
«El Gobierno se encarga de recaudar más y más, pero derrocha los fondos recaudados y no soluciona los problemas estructurales que tiene el país», cuestiona el presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Pérez-Sala. En su opinión, se trata de unos presupuestos insolidarios porque «hacen recaer el peso de las pensiones de los 'baby boomers' y el coste financiero del estado del bienestar sobre los 'millenials' y las familias de clase media».
«El Estado se han hinchado a recaudar desde 2018, hasta 90.000 millones de euros más», insiste el vicepresidente de CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, «y ese dinero no viene de los ricos, viene de las empresas y de la clase media». Los datos que maneja CEOE apuntan a que las subidas de impuestos abordadas por el Gobierno han situado a Cataluña y la Comunidad Valenciana como dos de las regiones con mayor presión fiscal de toda Europa.
Inocuos para la recuperación
Frente a las dudas en torno al crecimiento de 2023 y las sospechas de que las medidas fiscales aprobadas retraerán la inversión y el consumo, el Gobierno opone su fe inquebrantable en el impulso tractor del plan de recuperación, que está llamado a impulsar la actividad gracias a los 28.700 millones de euros. El Gobierno se apoya en ello como palanca de crecimiento, pero las dudas sobre su despliegue son altas. Javier García Arenas, economista sénior de Caixabank Research, recuerda que «será clave que las inversiones asociadas a los fondos europeos se canalicen de forma ágil a proyectos con un multiplicador elevado y teniendo en cuenta la importancia de las interconexiones energéticas», destaca.
Santiago Lago, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo, confía en el impulso de los fondos europeos para «mantener elevados niveles de inversión pública», aunque reconoce que al mismo tiempo se ha incrementado el gasto corriente. Y este no acaba en los presupuestos. La ministra de Hacienda ya anunció que a buen seguro se aprobarían nuevas medidas de gasto para hacer frente a los efectos de la guerra de Ucrania.
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El Gobierno lo ha apostado todo a los fondos europeos. Sin su respaldo algunas de las partidas más relevantes orientadas a impulsar la actividad económica, como las orientadas a pymes o al sector industrial, experimentan retrocesos respecto a 2022. «El gasto social crece un 10,5%, pero las partidas orientadas al impulso económico lo hacen de forma más moderada cuando la expectativa de desaceleración debería incitar a elevar también más estas partidas», opina Raúl Mínguez, de la Cámara de España.
Toni Roldán, exdiputado de Ciudadanos y ahora director de Esade EcPol, echa de menos reformas estructurales. «Hemos desaprovechado la etapa de crecimiento entre 2013 y 2019 sin hacer una sola reforma estructural, tenemos el mismo PIB per cápita que en 2005 y hemos avanzado muy poco».
Las cuentas, a examen
Suspenso general de los economistas
Los Presupuestos Generales del Estado de 2023 nacen con interrogantes y críticas.
ABC ha pulsado la opinión de hasta 14 casas de análisis, economistas y organizaciones empresariales.
«Hay 90.000 millones más en ingresos que en 2018 y no vienen de los ricos, sino de empresas y clase media»
«El Gobierno se encarga de recaudar más y más, pero no soluciona los problemas que tiene el país»

«El aumento de la presión fiscal es un lastre adicional para las empresas»
«Hay que ir con muchísimo cuidado con el incremento de costes a las empresas»
«La subida de impuestos dificulta la actividad de las empresas, también de las pequeñas»
«Son unas cuentas que nos hacen más pobres a los ciudadanos de ahora y a las futuras generaciones»
«El ciclo económico va a peor y vaticina un crecimiento muy inferior al 2,1% que proyecta el Gobierno»
«Los supuestos de partida de las cuentas son optimistas incluso respecto a la situación del presente»
«No están enfocados a conseguir que la economía gane en productividad y competitividad»
«Cuando hay tanta deuda pública el mercado espera que vayas más allá en su rebaja; se hace lo contrario»
«Lo que más preocupa es la dinámica del gasto, que sigue creciendo, especialmente en pensiones»
«Los fondos UE permiten un alto nivel de inversión, al tiempo que crece el gasto corriente»
«Es clave canalizar de forma ágil los fondos europeos»
«Se ha enviado la señal de que no se repara en gastos»
El grueso de los economistas consultados por este periódico ven agujeros en las cuentas aprobadas por el Gobierno: gasto, ingresos, nuevas medidas fiscales, fondos europeos...
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