prórroga presupuestaria
Seguridad Social prevé embridar el déficit en pensiones con 12.000 millones extra de cotizaciones
Más de 7.600 millones de gasto esperado para el presente ejercicio están sin consignar por la ausencia de Presupuestos Generales
El Gobierno descarta tener que maniobrar sobre las cuentas y fía la cobertura del exceso de gasto por la revalorización de las prestaciones del 3,8% a la mejora de la recaudación
Los sueldos de más de 56.600 euros pagarán una 'cuota de solidaridad' para sostener las pensiones
El Gobierno ultima un plan para mejorar las pensiones de 70.000 mutualistas
![La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, y el ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/05/1479483105-Rz23Qf5yjw2lnjWmWsTbC8M-1200x840@diario_abc.jpg)
Como consecuencia directa de la prórroga presupuestaria, la Seguridad Social transitará el presente ejercicio sin tener consignados en sus cuentas los 7.600 millones de euros extra que habrá que abonar como producto de la revalorización de las pensiones contributivas de 2024 un 3, ... 8% -la segunda más alta de la historia tras el alza del 8,5% efectuada en 2023-, además de las no contributivas, las mínimas y las clases pasivas.
Según los cálculos del Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social, compuesto por catedráticos expertos en la materia, el exceso de gasto en 2024 se distribuiría entre los 6.058 millones de euros del plano contributivo ordinario, los 564 millones más que costará la actualización de las mínimas, la subida para las clases pasivas que añadiría otros 776 millones de euros a la factura y los 248 millones de las no contributivas. En suma, el gasto total de la revalorización de las pensiones incluyendo todos los tipos y clases asciende a 7.647 millones de euros.
Sin embargo, al no haberse articulado Presupuestos Generales para el presente ejercicio, el montante previsto para afrontar los pagos de la Seguridad Social es el mismo que el consignado para el conjunto de 2023: un total de 190.302 millones de euros para prestaciones tanto del nivel contributivo como asistencial. Además, desde Funcas advierten de un último elemento de presión al alza del gasto, el efecto de sustitución de las pensiones que entran al sistema, que son sustancialmente mayores que las que se dejan de pagar. Según los expertos este efecto podría empujar el desembolso extra a final de 2024 hasta los 10.000 millones de euros.
Cobertura del déficit
En puridad, la ausencia de unos nuevos Presupuestos en los que se incluya la financiación necesaria para alcanzar la cifra de coste total en el conjunto del año -podría rebasar ligeramente los 200.000 millones de euros- supondrían que todo ese exceso de gasto iría contra el pasivo de la Seguridad Social y se imputaría como déficit al final del año.
Sin embargo, las fuentes oficiales consultadas por este medio no sólo descartan que esta situación de prórroga presupuestaria implique algún problema de pago -los cuales están garantizados- sino que tampoco prevén tener que realizar ninguna maniobra que dote al sistema de la financiación adicional a la prevista para este año, en la que además de los ingresos por cotizaciones -cerraron 2023 en 154.633 millones de euros, un 10,3% más que un año antes (14.385 millones)- el capítulo de transferencias corrientes cerró con casi 44.000 millones de euros de inyección presupuestaria para el sistema de pensiones.
Lo que no está en ninguna parte del presupuesto son los 7.600 millones de gasto extra asegurados, que podrían ascender a 10.000 millones. Pero desde Seguridad Social se hacen cargo de la coyuntura y apuntan a un 'as' bajo la manga que podría despejar de incógnitas la maniobrabilidad de las cuentas del organismo encargado de pagar más de 10 millones de pensiones mensuales. Se trata de los ingresos por cotizaciones aportadas por empresas y trabajares, y que según prevé la memoria económica que acompaña a la orden de cotizaciones del presente año estima una recaudación total de 166.777,6 millones de euros, el equivalente a 1,1 puntos porcentuales del PIB, y algo más de 12.000 millones más que en 2023.
Tal y como señalan los expertos consultados por ABC, esta mayor aportación de empresas y trabajadores podría brindar la posibilidad a la Seguridad Social de no tener que incrementar la cuantía de los préstamos o de la transferencia prevista para cubrir las obligaciones de gasto, una operativa que de llevarse a término necesitaría del visto bueno del Congreso.
No en vano, cabe recordar que este aumento de financiación previsto tiene una fuerte vinculación con la acción de Gobierno y está lejos de corresponderse con una evolución natural de la economía. De hecho, el avance de los ingresos por cotizaciones será casi el cuádruple que el del PIB, que el consenso prevé en el 2%. La explicación a esta senda diferenciada está en el hipertrofiado aumento de cotizaciones previsto por el Gobierno en la segunda pata de la reforma de las pensiones y que empieza a desplegar casi en su totalidad en el presente ejercicio con una subida del MEI al 0,7%, un 5% de alza de bases máximas -también impulsada por el 1,2% adicional al IPC que aplica la senda de destope- y un alza del SMI del 5% que ha impulsado nuevamente las aportaciones de las bases mínimas. Este amalgama de aumento de costes supone unos 8.000 millones de euros para el tejido productivo y supone el 66% del aumento de recaudación previsto. El volumen restante es lo que estaría asociado a la creación de empleo y a las eventuales mejoras retributivas.
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