Seguridad Social consume en solo nueve meses el presupuesto anual para cubrir las bajas laborales por incapacidad
El Estado desvía 2.500 millones extra para poder asumir el gasto, que aumenta un 18%
Los desembolsos son tres veces mayores que hace una década y el doble que antes de la pandemia
Las bajas laborales flexibles amenazan con abrir otro cisma en el diálogo social
El aumento exponencial de las bajas laborales se hace cada vez más evidente, trasladando una fuerte presión sobre las cuentas de la Seguridad Social. En sólo nueve meses se ha consumido todo el presupuesto anual -prorrogado- consignado para la cobertura de las prestaciones por incapacidad temporal. El pasado septiembre el gasto ascendía a 11.905 millones de euros, habiendo rebasado ya los 11.764 millones de los que se disponía para el conjunto del ejercicio.
Los casi 12.000 millones de gasto en la prestación para dar cobertura a las bajas laborales suponen un 18% más que el desembolso efectuado a cierre de septiembre del pasado año (10.113 millones de euros), lo que ha obligado al departamento que dirige la ministra Elma Saiz a desviar 2.416 millones de euros. Un cifra que supone incrementar en un 20,2% la cuantía consignada en un principio para esta partida de gasto que ya es la segunda de mayor envergadura del organismo que abona cada mes 10,2 millones de pensiones a 9,2 millones de beneficiarios.
Desglosado el desembolso de esta partida de incapacidad temporal, casi la totalidad se concentra en las prestaciones por contingencias comunes, que son las circunstancias que pueden dar lugar a una baja laboral. Aquí se han destinado 10.856 millones de los 11.905 consumidos hasta el noveno mes del año, es decir, el 91% del total. Son precisamente estos procesos los que han registrado un aumento desbocado en los últimos años. Según datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), las ausencias laborales por contingencias comunes han aumentado un 138% (más que duplicado) en los últimos diez años -con cifras de cierre de 2023 respecto a 2013- en el ámbito del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Sin embargo, en esta lectura detallada de la prestación por incapacidad temporal que ofrece la ejecución presupuestaria de septiembre también llama la atención el incremento del gasto en contingencias profesionales, es decir, con origen durante el desarrollo de una actividad laboral y que están considerados como accidente de trabajo o de enfermedad profesional. Aunque en términos absolutos el coste es notablemente inferior que el de las contingencias profesionales, de 1.042 millones de euros, el incremento relativo sí se revela importante suponiendo esta cifra un 8% mayor que la del pasado año. De hecho, también se han desviado para esta partida 150 millones de euros extra, ya que están cerca de consumirse los 1.238 millones previstos para esta línea de actuación del sistema.
Se triplica el gasto en una década
Para tomar el pulso de la presión financiera que ejercen estos desembolsos sobre las cuentas de la Seguridad Social, el gasto en incapacidad temporal de estos primeros nueve meses de 2024 son un 75% más que los desembolsos realizados en este mismo periodo hace cinco años, en 2019 -justo antes de la pandemia-, cuando ascendió a 6.778 millones. La cifra registrada en este ejercicio es además un 261% mayor que la registrada hace una década en los primos nueve meses del año, de 3.292 millones, lo que supone más del triple de desembolso realizado.
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En perspectiva del conjunto del año, en 2023 el gasto en incapacidad temporal ascendió a 14.208 millones de euros. Una cifra que supone un 49% más que en 2019, cuando se consumieron 9.515 millones de presupuesto y un 184% más que una década antes -en 2013- cuando todo el desembolso del año en las diferentes partidas de incapacidad temporal sumaron 5.005 millones.
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