La era Sánchez dispara hasta los 72.500 euros la carga de deuda pública de cada familia española
EL PROBLEMA DE LA DEUDA
Los datos oficiales del Ministerio de Hacienda revelan que el endeudamiento por habitante, que se usa para medir la salude las cuentas públicas, se incrementó un 26% desde 2007
La gestión presupuestaria de 2021 generó un agujero virtual de más de 100 euros a cada español
La carga de deuda pública por habitante se situó al cierre de 2021 en 28.978 euros, según los datos oficiales que acaba de hacer públicos la Intervención General del Estado del Ministerio de Hacienda, y ya se ha incrementado más de un 26% ... desde que Pedro Sánchez aterrizara en La Moncloa en 2018 al calor de los gastos extraordinarios en que ha incurrido el Gobierno para paliar los efectos de la pandemia y de la escalada de los precios de la energía.
En 2017 esta cifra, que ilustra la cuota virtual que le correspondería a cada español para hacer frente al grueso del endeudamiento del sector público español, se situaba en 22.960 euros. Desde entonces no ha dejado de crecer. Para un hogar español medio, que estaría formado por 2,5 personas según el estándar indicado por el Instituto Nacional de Estadística, esta escalada de la deuda pública supone haber pasado de una carga virtual de 57.400 euros a una de cerca de 72.000 (71.995, para ser exactos). Por buscar una referencia, en 2008 esa carga no llegaba a 25.000 euros.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2022/08/deuda-deficit-hogar-2022/deuda-deficit-hogar-2022-desktop.png?v=1659614607607)
Evolución de la deuda y el déficit públicos por hogar durante la era Sánchez (2017-2021)
Deuda pública por hogar
En euros
Déficit presupuestario por hogar
En euros
Calculado sobre la media
de 2,5 personas por hogar que proporciona el INE
Calculado sobre resultado presupuestario ajustado
71.995
342
292
67.247
30
2020
2021
59.902
59.212
57.400
2017
2018
2019
-255
50.000
-397
2017
2018
2019
2020
2021
Fuente: Ministerio de Hacienda y elaboración propia / ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2022/08/deuda-deficit-hogar-2022/deuda-deficit-hogar-2022-movil.png?v=1659614607882)
Evolución de la deuda
y el déficit públicos por hogar
durante la era Sánchez
(2017-2021)
Deuda pública por hogar
En euros
71.995
Calculado sobre la media
de 2,5 personas por hogar que proporciona el INE
67.247
59.902
59.212
57.400
50.000
2017
2018
2019
2020
2021
Déficit presupuestario por hogar
En euros
Calculado sobre resultado presupuestario ajustado
342
292
30
2020
2021
2017
2018
2019
-255
Fuente
Ministerio de Hacienda
y elaboración propia
ABC
-397
No se trata de un simple ejercicio numérico o de una curiosidad estadística, la deuda pública por habitante forma parte de la veintena de indicadores que según el Plan General de Contabilidad deben observar todas las Administraciones Públicas para testar la salud financiera y patrimonial de sus cuentas y es, a su vez, uno de los datos que revisan organismos e instituciones internacionales a la hora de valorar la situación presupuestaria de un país.
La factura del gasto público
La evolución de esa ratio no es más que la consecuencia de la escalada de los niveles de deuda pública del Estado español, que entre 2017 y 2020 saltaron del 101 al 120%, en buena medida por los 97.000 millones de euros extra que las Administraciones Públicas y especialmente el Estado emplearon en tratar de combatir la pandemia.
El Gobierno convirtió en bandera la idea de que esta vez la crisis no se abordaría con austeridad y su apuesta por el gasto público ha tenido consecuencias sobre los indicadores que miden la situación financiera y patrimonial de las cuentas del Estado, que han experimentado un significativo deterioro en este periodo.
El gasto público por habitante ha pasado entre 2017 y 2021 de 5.848 euros a 7.751 euros sin que semejante subida se haya traducido en una mejora significativa del nivel de bienestar de los contribuyentes. La inversión productiva por habitante, de hecho, se ha mantenido en los mismos niveles hasta 2021, cuando la entrada de los fondos europeos ha impulsado esa ratio.
Esta forma de gestionar las cuentas públicas ha llevado a que el saldo presupuestario corriente por habitante haya abandonado el territorio positivo en el que se movió hasta 2019 para caer en ese ámbito en que la gestión presupuestaria le costaría dinero a los ciudadanos. Hacienda calcula el déficit o superávit presupuestario por habitante a partir de una fórmula ajustada –si no fuera así arrojaría números rojos desde 2007, último año en que las cuentas públicas cerraron con un saldo positivo–, que vino arrojando superávits de en torno a 100 euros por habitante hasta el año 2019, el primer ejercicio completo gestionado por un Gobierno de Pedro Sánchez.
Ese año el saldo positivo por ciudadano de las cuentas públicas se consumió desde los 137 euros de 2017 o los 117 euros de 2018 hasta apenas 12 euros. Después sobrevino la pandemia, el escudo social y, en última instancia, las medidas de apoyo a ciudadanos y empresas para hacer frente a la subida de los precios de la energía y el presupuesto público empezó a costarle dinero –siempre en términos virtuales– a los ciudadanos. En concreto, 159 euros en 2020 y 102 euros en 2021.
Inquietud en Bruselas
El deterioro se ha filtrado a la práctica totalidad de los indicadores de la situación financiera y patrimonial de la Administración del Estado. Los ingresos ordinarios han pasado de cubrir con cierta holgura los gastos ordinarios del Estado (con un excedente de 6.000 millones) en 2018 a ser insuficientes en más de 46.000 millones para cubrir los gastos ordinarios en que incurre la Administración del Estado en 2021. Y ello a pesar de que el caudal de ingresos del Estado se ha incrementado un 30% en el periodo.
El nivel de endeudamiento sobre el patrimonio del Estado también se ha incrementado y hace tiempo ya que los flujos de tesorería acusan el hecho de que salga bastante más dinero de la caja del que entra.
La situación se ha traducido en un empeoramiento de los indicadores de calidad de la gestión presupuestaria. El Gobierno ha pasado de ejecutar un 95% del presupuesto en 2018 a solo un 91% en 2021, ha pasado de abonar el 98% de las obligaciones contraídas al cierre del ejercicio a solo un 94% y además paga peor, según los indicadores oficiales manejados por Hacienda. Por contra ha mejorado las ratios de realización de cobros. Una foto que muestra la estrategias típicas cuando hay apreturas presupuestarias.
La imagen que ofrecen todos estos indicadores micro avala la inquietud que la Comisión Europea, o a nivel local la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), han manifestado sobre las cuentas públicas españolas y sobre la capacidad del Gobierno para reducir su endeudamiento a medio y largo plazo.
La Comisión Europea ha dejado claro que no confía en el cumplimiento de la senda de reducción de la deuda pública prometida por el Gobierno, que asegura que la deuda pública habrá caído por debajo del 110% en 2025 –algo que, de momento, no ha avalado ningún gran organismo internacional–, ha exigido resultados de consolidación fiscal desde el año 2023 y ha advertido a España de que está entre las economías más expuestas a eventuales ‘shocks’ económicos por su elevado endeudamiento público.
Según la Airef, España corre el riesgo de estancarse en una deuda pública en el entorno del 115% del PIB si no adopta un plan de consolidación fiscal que adopte medidas durante los próximos diez años.
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