La salida de Calviño al BEI abre un pulso con Díaz por el control económico del Gobierno
Con la marcha de la ministra de Economía quedará vacante la segunda posición más relevante en el Ejecutivo
Nadia Calviño presidirá el Banco Europeo de Inversiones tras lograr los apoyos necesarios
¿Qué es el Banco Europeo de Inversiones? La entidad que reparte 65.000 millones en créditos y que gestionará Calviño
![La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/12/08/calvino-afp-RDDUYWwBMtMNEshxgkeee9M-1200x840@abc.jpg)
La salida de Nadia Calviño del Gobierno para dirigir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), anunciada en el día de ayer tras conseguir todos los apoyos necesarios, abrirá dos grandes vacantes en el seno del Ejecutivo, que tendrán sin duda fuerte ... influencia económica en esta legislatura. Una es la del propio Ministerio de Economía; la otra, la vicepresidencia primera del Gobierno. Hasta ahora Calviño era quien ocupaba los dos sillones, pero su marcha deja abierta la posibilidad de que ocurran dos nombramientos paralelos.
Las tensiones internas están en todos los casos aseguradas. Los escenarios que se abren son que el presidente Pedro Sánchez elija a un nuevo ministro de Economía que ocupe también la vicepresidencia primera; o que elija a un ministro pero que no tenga este rango, y que, en ese caso, sitúe como vicepresidente primero otro nombre. Esta última opción es la que se presenta más interesante para la líder de Sumar, Yolanda Díaz, ya que, si alcanzara la vicepresidencia primera, se haría con un peso más visible y evidente en el Gobierno de coalición, ahora que la importancia de Podemos es ínfima y que su papel en el Consejo de Ministros no está tan lastrado por el ala morada. Cabe recordar que el vicepresidente primero tiene la capacidad de presidir el Consejo de Ministros en ausencia del presidente, por lo que se trata de un cargo de máxima confianza para el líder de Ejecutivo.
En la última legislatura, Díaz se ha excedido en varias ocasiones de los asuntos económicos que competen al Ministerio de Trabajo, poniendo en marcha, entre otras, la iniciativa para tratar de topar los precios de la cesta de la compra (asunto que le valió el enfrentamiento con Comercio y Agricultora por invadir sus competencias); o cuando solicitó congelar las hipotecas y limitar los beneficios de las entidades bancarias, por citar dos ejemplos.
Siguiendo con este planteamiento, si el nuevo ministro de Economía no fuera nombrado también vicepresidente primero y se situara por debajo de las otras vicepresidentas (de la ministra de Trabajo –segunda– o de la ministra de Hacienda –tercera–), la polémica también está servida. De hecho, no sería la primera vez que, bajo el mando de Pedro Sánchez, esta discusión sucede.
En marzo de 2021, Pablo Iglesias, por aquel entonces vicepresidente segundo del Ejecutivo, dejó el Gobierno para competir en las elecciones a la Comunidad Madrid. Entonces, quien fuera el líder de Unidas Podemos propuso y señaló de forma directa a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para ocupar esa vicepresidencia, algo que no sentó bien en el área económica del Ejecutivo. La opción preferida por Iglesias, que ocupaba esa segunda vicepresidencia por su peso político, fue desdeñada. Díaz sucedió a Iglesias en la vicepresidencia, sí, pero Sánchez colocó por delante a Calviño, con el objetivo de para mantener la jerarquía en el área económica. De este modo, las cuatro vicepresidencias quedaron en este orden, de la primera a la cuarta: Carmen Calvo, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera.
Por lo pronto, poco se sabe de quién está mejor situado para suceder a Calviño en el ministerio. Las quinielas sí están sucediendo. Una de las alternativas apunta al recién nombrado ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, interpretándose su nombramiento para estas tareas (que las tuvo Calviño en la anterior legislatura) como el paso previo para reconstruir el Ministerio de Asuntos Económicos. La otra teoría que se baraja es que Escrivá ocupe su actual ministerio hasta que toque abordar la sustitución del gobernador del Banco de España, apostando por sustituir a Calviño con un fichaje externo, experto económico, con un elevado grado de reconocimiento en las instituciones internacionales y particularmente en Bruselas.
Por el momento, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comentado estos días que el relevo de Calviño «no será inmediato» porque pasarán unos meses hasta que se materialice. «Yo creo que mañana puede ser un buen día para España en su presencia en las instituciones europeas», dijo Sánchez el jueves. Preguntado por quién se quedará con el Ministerio de Economía, aseguró que «tanto dentro como fuera del Gobierno» hay «potentes economistas».
Una tecnócrata... política
La eurofuncionaria Nadia Calviño (La Coruña, 1963) será la primera española y la primera mujer en dirigir el brazo inversor de Bruselas desde el sillón de la presidencia del BEI.
Siempre ha justificado que su candidatura era la única capaz de lograr los apoyos, incluso en el enfrentamiento directo con la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager. «La elección requiere de unas mayorías supercualificadas de representación de los distintos Estados miembros. Dado el calibre del resto de los competidores, el presidente Sánchez y yo vimos claramente en nuestros contactos informales tras las elecciones generales que solamente una candidatura con mi nombre tenía las máximas opciones para prosperar», dijo en agosto.
Es probable que su etapa en algunos organismos clave de la economía comunitaria (ha ocupado varios puestos en la Comisión Europea, como el de directora general de Presupuestos) haya terminado de dar relumbre a la candidatura de Calviño, más que los exiguos éxitos cosechados en la política nacional, donde además ha sido unos de los perfiles más expuestos por su gobernanza de la política económica y objeto de varios enfrentamientos con el ala entonces morada del Gobierno de coalición.
Entre los más sonados, están los desencuentros con Díaz a cuenta de la profundidad y los desembolsos destinados a algunas de las medidas propuestas desde Trabajo, como los choques por el nivel de subida del salario mínimo o por la mejora del subsidio por desempleo.
Además de las batallas que han perfilado a Calviño como la guardiana del rigor presupuestario dentro de un Ejecutivo con facilidad para abrir el grifo del gasto público, el Ministerio de Economía ha sido exiguo en su producción normativa. En el haber quedan la Ley Crea y Crece o la reforma de la Ley Concursal.
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