De rozar la quiebra a multiplicar sus clínicas: el caso de Vitaldent
En 2016, el fundador y presidente de la compañía dental fue acusado y detenido por fraude a los franquiciados. Ocho años después, el grupo ingresa 361 millones de euros y cuenta con 403 establecimientos
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![El consejero delegado de Vitaldent, Javier Martín Ocaña](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/06/08/vitaldent-RkCQqSDsQRA4zyEBVgMkCKO-1200x840@diario_abc.jpg)
El actual consejero delegado de Vitaldent, Javier Martín Ocaña, llegó a la dirección en plena crisis empresarial. El fundador y exdueño de la compañía, Ernesto Colman, había sido acusado y detenido por presuntos delitos de fraude masivo a sus franquiciados. Ahora, ocho años ... después, la situación es muy diferente. La matriz de salud bucodental ingresó el año pasado 361 millones de euros, un 7% más que en el ejercicio anterior y cuenta con 403 clínicas. Con este motivo, Ocaña se sienta con ABC para hablar sobre cómo fue la gestión de la crisis.
«Hay dos etapas en la gestión del caso. La primera empieza con la llegada del fondo de Javier Botín en 2016», entonces, el grupo JB Capital Markets adquiere la compañía para rescatarla de una complicada situación financiera y reputacional. «Esta primera etapa es de consolidación empresarial y dura hasta 2019. Tuvimos que rehacer el equipo directivo para devolver a la empresa a la normalidad. Nos centramos en la viabilidad económica y en retener a los trabajadores», relata Martín. Entonces decidieron que había que cambiar el modelo de negocio.
«En 'retail' es muy común tener un modelo de franquicias. Es decir, tú tienes una idea, la desarrollas y la pones en manos de un tercero. En una primera etapa, con JB Capital Markets, operamos 150 clínicas en propiedad y otras 150 clínicas en franquicia», añade el consejero delegado. En 2019 y una vez superada la crisis económica y reputacional de la compañía, JB Capital Markets vendió Vitaldent a Advent International, un fondo estadounidense.
Entonces, el modelo de negocio cambió y se hizo porque, según dice Martín, tener franquicias en el sector de la salud «no tenía sentido». Querían que todas las clínicas fueran de propiedad de Vitaldent. Por ello, desde 2019, la empresa pasó de 150 clínicas en propiedad a 409. «Hemos adquirido todas las clínicas que en su día estaban en régimen de franquicia. Además, hemos comprado establecimientos independientes y también hemos creado nuevos. Ahora, cada clínica que abrimos es nuestra», cuenta Martín Ocaña.
«Hemos tenido que lidiar con muchas circunstancias», asegura el CEO que ha dirigido la compañía en todas sus etapas. En 2020 y con la pandemia llegó la quiebra de Dentix. En noviembre del año del confinamiento, la compañía de clínicas colombiana cerró tras solicitar el concurso voluntario de acreedores. «A nosotros nos llaman desde las autoridades públicas y de entidades financieras. La situación podría haber sido un drama con cientos de miles de pacientes sin tratamiento», expone Martín Ocaña. Y agrega, «asumimos el compromiso de arreglar esa situación, aunque no fuese nuestra».
La operación consistió en adquirir 76 clínicas de Dentix bajo su marca y asumir el compromiso de finalizar el 100% de los tratamientos. «Eran más de 100.000 pacientes», recuerda. «Iniciamos los contactos después del verano y adquirimos las clínicas en marzo. Tres años más tarde hemos finalizado el 95% de los casos», asegura.
La marca Vitaldent sí, pero Dentix no
El CEO del grupo Donte -que además de Vitaldent integra Moonz, Smysecret y MAEX-, resume que la razón por la que se decidió mantener Vitaldent como marca es porque «los clientes seguían confiando en ella». Sin embargo, el coste reputacional de Dentix sí pudo con su nombre.
«Nosotros en el término de marcas nos consideramos siempre agnósticos. En Vitaldent hicimos un sondeo de marca a los consumidores y vimos que tenía sentido mantenerla. Hoy genera bastante tracción. En la etapa de Dentix, sin embargo, vimos que el nombre estaba bastante tocado. Enterramos la marca y reconvertimos las clínicas», explica.
¿Expertos en sacar a empresas de una mala situación reputacional?
Martín Ocaña espera que no se les considere como una compañía experta en solucionar situaciones de mala reputación empresarial: «No me gustaría que se viese así no, han sido accidentes y hemos salido bien de ellos. Si no hubiésemos estado en mitad de una crisis sanitaria no habríamos comprado Dentix. Lo hicimos por responsabilidad. Además recibimos muchas llamadas desde el Ministerio de Consumo», admite y reitera que, de no haberlo hecho, «podría haber sido un drama». «Convencimos a nuestro fondo para que rescatase esas clínicas, pero podríamos no haberlo hecho y dejar que cerrasen», argumenta.
Unos años más tarde, el consejero reconoce que se atreve a decir que la operación fue un éxito. «Lo pudimos sacar adelante. Eso no nos da la etiqueta de arreglar juguetes rotos, pero si demuestra que tenemos la capacidad de engrandecer un negocio, con independencia de la situación de partida», concluye.
A día de hoy y ocho años más tarde, el abanico de posibles delitos cometidos por Colman también incluye la también pertenencia a organización criminal, estafa, blanqueo y delitos contra el fisco; sin embargo, el caso sigue abierto y el exdueño no ha recibido sentencia.
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