El rico menú económico de los insectos
Estas explotaciones afrontan el reto de la escalabilidad para impulsar el gran salto adelante de una actividad que, en alianza con la innovación biotecnológica, puede tener un gran impacto en muchos sectores más allá de la alimentación
La UE seca la cosecha innovadora de la edición genética agrícola
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Los insectos tienen un fecundo campo por abonar en años venideros. Son una fuente de proteína de calidad y, además, mucho más sostenible que las obtenidas del ganado o del pescado o de los vegetales tradicionales. También cuentan con un rico perfil nutricional que ... aporta vitaminas, calcio, hierro, zinc, oligoelementos... Por eso, organismos internacionales como al FAO ya se han fijado en el potencial de estos pequeños animales para la alimentación del futuro, tanto para satisfacer las necesidades de una población en continuo crecimiento (seremos 9.000 millones de personas en el planeta en 2030), como para el consumo del ganado (aves y cerdos) y de los peces que precisaremos para nutrirnos, y también para nuestras mascotas.
Deshidratados, o en forma de polvos, harinas, levaduras o aceites pueden ser un ingrediente más en la receta de otros productos alimenticios como 'snack', barritas energéticas, salsas, pastas, bollería y en piensos para animales. Amén de que la biotecnología está consiguiendo innovadoras aplicaciones a partir de estos invertebrados para la industria cosmética, farmacéutica y de fertilizantes, por ejemplo.
Por tanto, utilizar los insectos a esta escala global abre un amplio mercado que ya se está activando en los últimos años. En torno a esta actividad están apareciendo nuevas granjas de cría, factorías de transformación de subproductos, startups biotecnológicas... Estudios internacionales de diversas consultoras pronostican que será un sector con un crecimiento muy significativo en la próxima década. Por ejemplo, la organización IPIFF (Plataforma Internacional de Insectos para Alimentos y Piensos) estima que las 500 toneladas de productos a base de insectos que se fabrican hoy en Europa aumentarán a 260.000 toneladas en 2030. Esta entidad que es europea cuenta con 73 socios (empresas, institutos de investigación...) de 23 países sobre todo del Viejo Continente y también asiáticos, y Canadá. Un sector en auge donde España cuenta con un revolucionario ejemplo en Salamanca: la empresa Trebio construirá la que se estima será la mayor fábrica de cría y transformación de insectos del mundo, o por lo menos de Europa.
Así que por mucho rechazo que nos cause en nuestra cultura y tradición mediterránea la ingesta de insectos, la Unión Europea ya trabaja para incorporarlos a nuestra alimentación. Los considera 'nuevos alimentos' como también a las algas, microalgas, hongos y otros microorganismos. Sí, insectos y alimentación son conceptos que van a la par. Tampoco hay que rasgarse las vestiduras porque casi 2.000 millones de personas complementan su dieta con la proteína que proporcionan estos animales.
Proteína alternativa
También en la estrategia «De la granja a la mesa», la Comisión Europea identifica a los insectos como una fuente alternativa de proteínas para la nutrición animal que puede ayudar en la transición hacia un sistema alimentario más sostenible. Incluso en el programa Horizonte Europa, que financia proyectos de investigación e innovación, se incluyen los trabajos que avancen en el desarrollo de proteínas basadas en insectos.
Iniciativas para impulsar un sector muy incipiente todavía en el continente porque «Europa es de las zonas con menor consumo de este tipo de productos, comparando con Asia, la cual domina casi la mitad de este mercado (40% frente a 22%)», asegura Irene González, técnica ayudante en el departamento de Calidad y Seguridad Alimentaria en el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA).
Congeladas, deshidratadas o en polvo, hoy cuatro especies de insectos están autorizadas en la UE para el consumo humano: el gusano de la harina (Tenebrio molitor, la primera que se aprobó en enero de 2021), la langosta migratoria (Locusta migratoria), el grillo doméstico (Acheta domesticus) y el escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus). Es decir, que después de estudios científicos, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha dado el visto bueno para su comercialización porque no suponen un riesgo para la salud humana. La EFSA estudia ahora otras ocho solicitudes de especies de insectos que diferentes empresas quieren introducir en el mercado en distintos formatos.
Consumo humano
Pero eso llevará tiempo. «Aunque la investigación y los avances se enfocan en diversificar y aumentar el consumo de este tipo de proteínas, diversos estudios científicos (recogidos en proyectos europeos) reflejan que esta transición alimentaria va a ser más lenta en el consumidor europeo. Si bien países del norte de Europa como Dinamarca, Suecia y Finlandia sí que se muestran más abiertos al consumo de insectos, la zona centro y, en especial, la zona sur, muestran rechazo hacia este tipo de productos. En el caso de España solo un 20% de consumidores estaría dispuesto a comprar productos elaborados con proteínas de insectos. El crecimiento de este mercado y el que veamos platos elaborados con insectos dependerá de las medidas que se tomen para fomentarlo y de la forma en la que estas se lleven a cabo y se comuniquen a los consumidores», cree Irene González.
Claro que no se piensa en utilizar estos animales tal cual es su fisonomía en la naturaleza. Sino obtener subproductos de ellos, por ejemplo, en forma de polvos o aceites que contengan sus propiedades nutricionales. «En el sector alimentario la obtención de harinas de insecto permite utilizarlos como ingredientes en el desarrollo de nuevos productos. La producción de harinas de insecto se encuentra en pleno auge con diferentes líneas de investigación. Se busca optimizar las etapas de extracción, reducir el riesgo microbiológico, estudiar el impacto de estas etapas en los nutrientes... con el fin de mejorar los atributos sensoriales del producto final», cuentan Miriam Caro e Isabel Uribe, investigadoras del departamento de Desarrollo de Productos de I+D en CNTA. Este organismo participa en varios proyectos de investigación para utilizar insectos en el sector agroalimentario.
El filón para sacar partido a la proteína de insectos en Occidente se encuentra en diversos terrenos. «Es un mercado emergente», afirma José Sánchez, presidente de Aproinsecta (Asociación Profesional Nacional para la Promoción, Innovación y Desarrollo de la Insecticultura en España) y director técnico de Proteinsecta, una consultoría especializada en la creación de innovadoras granjas de insectos. «La aplicación más cuantiosa en cuanto a facturación -continua- es el uso de insectos para la polinización y el control biológico de los cultivos, como si fueran un pesticida. Son depredadores de plagas y esta parte del mercado puede mover en torno a 153.000 millones de dólares en el mundo», indica José Sánchez.
Alimentación animal
El foco también está puesto en la alimentación para animales. La EFSA permite ocho especies de insectos para obtener proteína transformada que se destina a la producción de piensos para peces, aves de corral y cabaña porcina. «La alimentación para mascotas ('pet food') es otra de las grandes aplicaciones. Hay grandes multinacionales. El 80% de los fabricantes mundiales de piensos para animales de compañía ya incorporan proteínas de insectos en torno al 8-10% de su formulación. También se utiliza mucho en piscifactorías y en alimentación de pollos y cerdos, que son especies que comen estos animales del suelo, no en ganado bovino por el riesgo de encefalopatía espongiforme», señala Sánchez.
Según un estudio de la entidad financiera holandesa Rabonbank, la demanda de proteínas de insectos como ingrediente de pienso y alimento para mascotas podría alcanzar el medio millón de toneladas en 2030, frente a las 10.000 actuales que producen unos pocos gigantes empresariales y muchas pequeñas compañías. El informe señala entre los principales actores del sector las francesas Ynsect e InnovaFeed, la británica AgriProtein y la holandesa Protix. Y apunta que están construyendo instalaciones más grandes para producir a gran escala.
Aún con todas las oportunidades de negocio que ofrece la proteína de insectos, esta tiene sus limitaciones. Es necesario todavía desarrollar granjas y explotaciones que permitan producciones realmente escalables y de grandes volúmenes para que resulte rentable. «Las granjas de cultivo son grandes bandejas apilables en una atmósfera controlada. Es como una cámara blanca, donde se mantiene la temperatura y la humedad. Se replica la primavera. Y su producción es cara, sobre todo en alimentación de animales porque las fuentes proteicas más utilizadas para ello son la harina de soja y de pescado. El precio de ambas es muy bajo y eso está impidiendo que entren en el mercado otros tipos de proteínas como la de los insectos. Pero con el tiempo la harina de soja y de pescado se irán reduciendo porque son menos sostenibles», augura Sánchez.
La clave para el desarrollo industrial de la proteína de insectos se encuentra en una dirección. «El mejor aprovechamiento de los insectos viene de la valorización de subproductos y desperdicios alimentarios que desaprovecha la industria -considera Sánchez-. Son millones de toneladas. Es la cadena que va a producir insectos. Estos se alimentan de todos esos desperdicios. Esto va a hacer que baje mucho el coste de producción y entonces las producciones de insectos se llevarán a alimentación y a biofertilizantes».
Granjas en España
Según el Ministerio de Agricultura, en nuestro país hay registrados en el REGA (Registro General de Explotaciones Ganaderas) 33 granjas de insectos: 17 son de diferentes especies de grillos, 13 se dedican a la cría de gusano de la harina y 3 a la de mosca soldado negro. Las granjas son autorizadas por cada comunidad autónoma y tienen que cumplir una serie de requisitos en materia de bioseguridad e higiene.
«Una instalación de 120-140 m2 necesita una inversión entre 80.000 y 100.000 euros. Generaría dos puestos de trabajo. Muchas comunidades están subvencionando estas explotaciones con fondos europeos para la incorporación de jóvenes ganaderos, que pueden llegar a sufragar con estas subvenciones hasta el 75% de la granja, según la comunidad autónoma», añade Sánchez.
Desde Salamanca la biotecnológica Trebio está revolucionando este mercado ofreciendo productos pensados para la elaboración de piensos para aves, cerdos, peces y mascotas. «Impactamos en la cadena alimentaria de estos animales que después nosotros nos comemos», dice Adriana Casillas, CEO de Tebrio.
Su secreto es un innovador modelo industrial que ha desarrollado para criar y producir a gran escala el insecto Tenebrio molitor o también conocido gusano de la harina. «Hemos creado un proceso propio con un carácter totalmente industrial. Nuestra maquinaria es propia, nos ayudamos de tecnología 4.0, big data, Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas (IoT) para controlar la producción», cuenta sin dar más detalles Casillas.
La fábrica más grande
Trebio opera ahora en una planta de 4.500 m2 a la vez que han empezado a construir un megapolígono industrial de 90.000 m2 que dedicará al preciado insecto que han elegido para su actividad. Se considera que será la mayor fábrica del mundo de cría y transformación de esta especie. Cuando esté a pleno rendimiento en 2025 se espera que podrán sacar al mercado 100.000 toneladas de producto al año. «Estamos hablando de una extensión como nueve campos de fútbol. El mercado de la alimentación animal es muy grande y nuestros clientes demandaban cantidades muy interesantes», sostiene Casillas.
![Imagen principal - Adriana Casillas, CEO de Trebio en la fábrica de la empresa. Fotos pequeñas: proteína en polvo y bioplásticos, obtenidos del gusano de la harina, de la misma compañía](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/TREBIO-AdrianaCasillas,CEO-U44551202144wWt-758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Adriana Casillas, CEO de Trebio en la fábrica de la empresa. Fotos pequeñas: proteína en polvo y bioplásticos, obtenidos del gusano de la harina, de la misma compañía](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/TREBIO-Protenatransformada-U43215372503ZTx-464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Adriana Casillas, CEO de Trebio en la fábrica de la empresa. Fotos pequeñas: proteína en polvo y bioplásticos, obtenidos del gusano de la harina, de la misma compañía](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/TREBIO-Bioplsticos-U73867326148ESS-278x329@diario_abc.jpg)
Esta empresa cría los insectos desde su estado larvario hasta que se convierten en escarabajos, aprovechando lo que ofrece cada fase de desarrollo. «De la lavar extraemos proteínas en forma de aceite para piensos de animales. Esta luego se convierte en pupa y después en escarabajo. Reservamos los mejores ejemplares adultos para la reproducción», describe Casillas.
Por otra parte, del exoesqueleto del escarabajo se extrae la quitina que tiene diversas aplicaciones bioindustriales como la fabricación de plásticos biodegradables. «Es el segundo polímero más abundante después de la celulosa y nos hemos centrado en su aplicación en el sector cosmético», indica Casillas.
Una de las grandes innovaciones de la empresa salmantina es un fertilizante orgánico que ha conseguido de los excrementos de estas larvas y escarabajos. «Somos la primera empresa del mundo que ha obtenido el registro de este producto como fertilizante. Podemos operar en Europa y el resto del planeta», asegura Casillas. A este producto se le atribuyen propiedades bioestimulantes para el crecimiento de las plantas, capacidad para regenerar los de suelos y funciones inhibidoras de ciertas plagas.
Biorrefinado
La empresa gallega Galinsect ha dado un gran salto. Después de tres años como granja dedicada a la cría del gusano de la harina (Tenebrio molitor) en dos naves en el municipio de Ponteareas (Pontevedra) ha enfocado sus esfuerzos a un horizonte exclusivamente biotecnológico. De tal forma, que «hemos diseñado un proceso de biorrefinado que aplicamos al insecto, sus residuos y subproductos para obtener productos de gran valor añadido. El perfil nutricional del insecto es muy interesante desde el punto nutricional y químico. Tiene diversos componentes muy apreciados en sectores como la industria farmacéutica, química y cosmética. Sometemos las harinas del Tenebrio molitor a un proceso químico y biotecnológico y conseguimos productos como la quitina, ácidos grasos, proteína hidrolizada y enzimas proteasas», cuenta Rubén Recamán, socio fundador de Galinsect.
Optimizar el proceso de producción de estos animales es uno de los retos para que este sector siga adelante. «Hay que avanzar en la alimentación del insecto para optimizar su desarrollo y crecimiento. También es necesario automatizar el proceso de cría para que sea más ágil», estima Recamán. No deja de ser un proceso delicado. Estos insectos viven a 25ºC con una humedad relativa superior al 60%. «Esas condiciones hay que mantenerlas durante 24 horas los 365 días del año, con climatización, en una cámara estanca que está aislada. Y luego hay que separar cada fase de desarrollo: el huevo de la larva, luego la pupa y después el escarabajos. Y controlar la edad que tiene en cada momento para tener una producción homogénea», cuenta Recamán.
![Imagen principal - Las tres imágenes muestran las instalaciones de Galinsect que criaba el gusano de la harina y ahora es una biorrefinería de subproductos de gran valor](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/GALINSECT-U22267700237sLD-758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Las tres imágenes muestran las instalaciones de Galinsect que criaba el gusano de la harina y ahora es una biorrefinería de subproductos de gran valor](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/GALINSECT1-U24738171282VvK-464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Las tres imágenes muestran las instalaciones de Galinsect que criaba el gusano de la harina y ahora es una biorrefinería de subproductos de gran valor](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/GALINSECT4-U55853838624LKi-278x329@diario_abc.jpg)
El salto a mercados orientales
Desde La Roda, en Albacete, la startup Origen Farms quiere entrar en el mercado de Vietnam y Tailandia que junto a Japón, China y Corea del Sur son los grandes jugadores en el sector de la proteína de insectos. En sus dos instalaciones crían grillos domésticos (Acheta domesticus) para venderlos congelados al resto de Europa, que es su actividad principal.
Sin embargo, esta empresa lleva un tiempo desarrollando 'snakcs' y otros productos como nachos para consumo humano que tienen como ingrediente harina de grillo. «Nuestros objetivo es entrar en países asiáticos como proveedores de la materia prima, de la harina, y con un producto que serán los nachos», señala Andrés García de Lis, socio fundador de Origen Farms. «En los nachos añadimos un 5% de esta harina y sube el componente proteico entre el 17 y 19%», añade.
Mayor producción
En cada instalación producen ya 30 toneladas de grillos al año. Pero quieren multiplicar esa cantidad para diversificar el negocio, competir con otros insectos y entrar en el sector de la alimentación para animales. De ahí que han desarrollado una tecnología propia que les permite grandes producciones, constantes y homogéneas, con altos rendimientos. «Hemos trabajado e investigado en la dieta de los insectos y en el ambiente en el que se desarrollan, y con la implementación de tecnología, hemos dado con las claves para aumentar la producción. Ya está testado en fábrica. Ahora buscamos financiación para su escalado. Conseguimos producir las mismas 30 toneladas al año abaratando el coste en un 30-40%», afirma García de Lis. Y obtiene mayores rendimientos: «Otras empresas -dice- con 80 gramos de grillos consiguen entre 5 y 6 kilos de proteína. Nosotros con 20 gramos alcanzamos entre 9 y 10 kilos».
![Imagen principal - Las instalaciones de la granja de Origen Farms, los grilos que cría y los nachos que quiere comercializar en Vietnam y Tailandia](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/ORIGENFARMS-IMG_7920-U34133614073XEX-758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Las instalaciones de la granja de Origen Farms, los grilos que cría y los nachos que quiere comercializar en Vietnam y Tailandia](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/grillos-U83444136045Ylc-464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Las instalaciones de la granja de Origen Farms, los grilos que cría y los nachos que quiere comercializar en Vietnam y Tailandia](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/04/19/ORIGENFARMS-IMG_8616-U22024166712xlV-278x329@diario_abc.jpg)
Origen Farms cuenta con otra línea de negocio. Ayudan a crear una granja propia, emulando el sistema de franquicias. «Tenemos 900 solicitudes para montar granjas llave en mano. Hacemos la instalación y enseñamos a criar los grillos, para después comprar nosotros ese producto», añade García de Lis.
Quizá esté más cercano de lo que pensamos un futuro donde proliferen las granjas de estos animales. De momento la proteína de insectos parece ser un negocio floreciente sobre todo en la receta para la alimentación de animales.
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