La Reserva Federal baja los tipos en un cuarto de punto tras la victoria de Trump en EE.UU.
La institución recorta el precio del dinero a un rango del 4,5% al 4,75%
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La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos no ha alterado los planes de la Reserva Federal (Fed), de momento y a la espera de conocer las líneas maestras que aplicará el nuevo presidente norteamericano. La institución ha aplicado un recorte de un cuarto de punto hasta dejar los tipos en una horquilla del 4,5-4,75%.
Los analistas, pese al resultado electoral, no contemplaban ninguna sorpresa en esta reunión. Y la Fed ha cumplido con las expectativas. Los datos de inflación de septiembre, con un IPC del 2,4%, invitan a pensar en un mejor control de los precios en el país, pese a algunas sorpresas. Con todo, el dato es algo superior a lo que esperaban los expertos para ese mes.
El hecho de que la batalla contra la inflación todavía no se haya terminado ha ayudado a que la Reserva Federal modere el ritmo, frente al descenso acometido en septiembre, cuando recortó los tipos en medio punto de golpe. Y los analistas, ahora que ha ganado Trump, llegan a señalar que la Fed podría a futuro moderar aún más el ritmo de recortes en los tipos.
La duda, en este caso, radica en qué políticas adoptará el nuevo presidente estadounidense, en especial en lo que se refiere a la economía. Los analistas destacan que podría preparar paquetes de estímulos fiscales para la economía del país, lo que podría poner en riesgo el terreno ganado a la inflación en los últimos tiempos; de ahí que auguren que la Fed podría optar por una ralentización en los recortes de tipos. Ignacio Dolz de Espejo, director de Soluciones de Inversión y Producto de Mutuactivos, destaca que las políticas de Trump probablemente impliquen más crecimiento para EE.UU. y menos para el resto del mundo. «También pueden provocar, en EE.UU., más inflación y que los tipos bajen menos y más despacio de lo que se preveía hasta ahora», señala.
Desde la entidad suiza Julius Baer ahondan en que «la victoria aplastante de Trump promete respaldar el crecimiento económico de Estados Unidos, que ya se encuentra en un nivel aceptable», y aportan el punto de que todo ello, unido a una política comercial y arancelaria más agresiva, podría acabar haciendo subir la inflación en ese país. Los expertos de Janus Henderson insisten también en esa idea: «Podríamos ver episodios de volatilidad si un mandato republicano se traduce en medidas extremas. Trump, por ejemplo, ha propuesto no solo prorrogar los recortes fiscales de 2017, sino aumentarlos, lo que podría agravar un déficit federal ya abultado. También ha prometido imponer aranceles de hasta el 60% a las importaciones, lo que podría avivar la inflación y elevar los rendimientos del Tesoro». En este escenario, las decisiones sobre los tipos podrían cambiar algo más de rumbo.
«En apoyo de sus objetivos, el comité decidió reducir el rango objetivo para la tasa de los fondos federales en 1/4 de punto porcentual a 4-1/2 a 4-3/4 por ciento. Al considerar ajustes adicionales al rango objetivo para la tasa de los fondos federales, el Comité evaluará cuidadosamente los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos», indica la Fed en el comunicado, para reconfirmar después su objetivo: «El comité está firmemente comprometido a apoyar el máximo nivel de empleo y a hacer que la inflación vuelva a su objetivo del 2%».
Así las cosas, la Reserva Federal ahonda en su tradicional mensaje, igual que hace el Banco Central Europeo (BCE), de prudencia en la evaluación de la situación de cara a futuros recortes: «Al evaluar la postura adecuada de la política monetaria, el Comité seguirá de cerca las implicaciones de la información que reciba para las perspectivas económicas. El comité estaría dispuesto a ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que puedan impedir el logro de los objetivos del comité».
La Fed destaca, con todo, que en el actual escenario «los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido. Desde principios de año, las condiciones del mercado laboral en general se han relajado y la tasa de desempleo ha aumentado, pero sigue siendo baja».
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