El rescate ecológico de los mares llega en envase público-privado
El programa Mares Circulares ha reunido en un lustro a 1.260 entidades y 34.198 voluntarios para recoger más de 1.800 toneladas de residuos y abrir nuevas vías en su gestión
Un trozo de España en el Ártico: el viaje sin fin del plástico
![Banco en el Puerto de Bueu (Pontevedra) fabricado a partir de plástico recuperado del fondo del mar](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/06/09/bancococacola-R443VLHVprI5FHow1TT2YEK-1200x840@abc.jpg)
Bolsas de la compra, latas, botellas, envoltorios de chucherías, aparatos electrónicos... cualquier objeto de uso cotidiano para los seres humanos puede acabar convertido en basura en el mar, comprometiendo la salud del medio marino y amenazando el bienestar de las especies. La erradicación de ... este problema requiere la implicación de todos los agentes de la sociedad, incluido el sector pesquero, cuya actividad depende de lo que ofrecen las aguas.
El de Bueu es uno de los 17 puertos distribuidos a lo largo y ancho de la geografía nacional que colabora en la limpieza de los entornos acuáticos en el marco del programa Mares Circulares, promovido por Coca-Cola, que trata de forjar alianzas público-privadas para contribuir a preservar estos recursos clave. Es un día soleado y un ejército de gaviotas sobrevuela las instalaciones de este enclave situado al sur de la Ría de Pontevedra, donde cuatro barcos, dos de enmalle y dos de arrastre litoral, participan de manera voluntaria en la recogida de los residuos que encuentran cuando salen a faenar y que, una vez en tierra, depositan en contenedores habilitados para tal fin.
El siguiente paso es su clasificación por parte de técnicos de la Asociación Vertidos Cero como Rubén Rodríguez, que explica que cuando ya han separado los materiales usan la app Marnoba, pensada como cuaderno de campo, para recopilar la información sobre los mismos, algo que hacen una vez al mes por puerto. «Hay una serie de ítems que derivan de los estadillos de los trabajos de la Comisión Europea. Las cifras se tratan, se incorporan a la base de datos de Coca-Cola y son transferidas anualmente a la Dirección General de la Costa y el Mar, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico», detalla junto a un punto de acopio para artes menores, momentos antes de proceder a la categorización.
![Rubén Rodríguez y Juan Pablo Pérez, técnicos de la Asociación Vertidos Cero](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/06/09/vertidoscero-U83852555016uaP-624x350@abc.jpg)
«La cultura se está transformando, ya nadie tira casi nada, pero aún se siguen viendo plásticos abollados, trozos de red que a veces se nos quedan enganchadas y otros residuos. Hay que cambiar a pasos de gigante», comenta en la lonja José Manuel Rosas, presidente de la Cofradía de Pescadores San Martín de Bueu, que lleva medio siglo dedicado a una profesión cada vez más concienciada con el cuidado del medioambiente.
La iniciativa echó a rodar en 2018 y, en términos globales, ha contado con la ayuda de 34.198 voluntarios, así como con la colaboración de más de 1.269 ayuntamientos, entidades públicas y privadas que han apoyado acciones desarrolladas en diferentes municipios.
Estíbaliz López-Samaniego, directora de proyectos de Vertidos Cero y directora de la Cátedra de Economía Circular de la Universidad Autónoma de Madrid, cuenta que una gran cantidad de plásticos iban a vertedero porque llegaban mezclados, llenos de fango y colonizados por organismos. «La industria se negaba a cogerlos, así que investigamos cómo obtener un producto que diese visibilidad a lo que hacen los hombres de la mar y, al mismo tiempo, sirviera como demostrador para que el mercado se anime a utilizarlos, ya que así bajarán los precios de producción». La Asociación Vertidos Cero, el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) y Plàstic Preciós La Safor han conseguido, a través de una tecnología pionera, fabricar casi una veintena de bancos que contienen entre un 30 y un 50% de plástico no PET (restos de redes, bolsas o films degradados y mezclados) procedente de basura de fondos marinos.
En los cinco años de andadura del proyecto, se han llevado a cabo 456 actuaciones en playas y entornos acuáticos en las que se han recogido más de 1.800 toneladas de residuos. Las 811 monitorizaciones realizadas por técnicos de la Asociación Chelonia han permitido recabar información clave para analizar cuestiones como la procedencia, estacionalidad, grado de degradación y reciclabilidad de los residuos. Para el presidente de la asociación, Manuel Merchán, un factor distintivo del proyecto es su carácter técnico-científico: «No se puede conservar ni gestionar lo que se desconoce, por eso es tan importante que sepamos los factores de impacto y cómo inciden en los ecosistemas».
El programa Mares Circulares, en palabras de Carmen Gómez-Acebo, directora de Sostenibilidad de Coca-Cola, se sustenta en tres pilares: lo urgente, la recogida de residuos; lo importante, la sensibilización de la ciudadanía a través de formaciones; y la mirada hacia el futuro, que se concreta en el fomento de la economía circular mediante el apoyo a startups y estudios científicos para que aceleren sus desarrollos.
«Tenemos un comité asesor que nos guía para garantizar que damos los pasos correctos», agrega Gómez-Acebo, que resalta que la base de datos está a disposición de la comunidad científica y que, tras un lustro en funcionamiento, la información recopilada tiene solidez suficiente como para orientar a ayuntamientos y comunidades autónomas en la toma de decisiones. «En la economía del dato, este no sirve si no ayuda a entender lo que está pasando en nuestro entorno y proyectos como este dan un reporte», subraya la directora general de Calidad Ambiental, Sostenibilidad y Cambio Climático de la Xunta de Galicia, Sagrario Pérez Castellanos, para quien la colaboración público-privada es básica en la consecución de objetivos.
Transferencia
Mª Luisa Fernández, del Centro Tecnológico del Mar-Fundación Cetmar, considera que la basura marina requiere enfoques multisectoriales y multidisciplinares. Preguntada por el abordaje de esta lacra que daña a los hábitats naturales, precisa que en los primeros años se puso énfasis en el diagnóstico, mientras que ahora el foco está en la búsqueda de soluciones. ¿El reto? «Pasar los resultados de los proyectos científicos al mercado. Sin la involucración del sector privado, se quedarán en prototipos de laboratorio, pero hace falta que tengan clientes», afirma.
La travesía hacia un futuro sostenible, en el que los ecosistemas marinos queden libres de residuos, se presupone larga, pero solo mediante el compromiso de organismos públicos, empresas privadas y sociedad en general podrá culminarse. A diferencia de décadas pasadas, ahora sí, el viaje hacia los mares limpios no tiene billete de vuelta.
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