El repunte del IPC avanza un gasto extra de 7.000 millones en pensiones
El próximo Gobierno afrontará en 2024 la segunda subida de las prestaciones más cara de la historia
El dato adelantado del INE confirma el repunte de la inflación durante el verano y lleva el IPC al 2,6%
La prórroga de los Presupuestos de 2023 deberá ajustarse al objetivo de déficit del 3% acordado con Bruselas
![El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en funciones, José Luis Escrivá](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/08/30/EuropaPress_5340504_ministro_inclusion_seguridad_social_migracion_jose_luis_escriva_introduce-RESjLp3mQ47CdEbp9MIHlJP-1200x840@abc.jpg)
El reciente repunte de la inflación al calor del verano y de la subida del carburante ha vuelto a poner en primer plano la potencial factura de la revalorización de las pensiones para las arcas públicas. Con el dato de avance del IPC del mes de agosto ... ya en la mano, en el 2,6%, y la expectativa de un repunte de los precios en la recta final del año todo apunta a que el IPC medio (ahora en el 3,9%), que se utiliza como referencia para calcular la revalorización de las pensiones, se situará en el entorno del 4% o levemente por encima.
Un contexto que anticipa una factura extra en jubilaciones y demás prestaciones abonadas por la Seguridad Social en el entorno de 7.000 millones de euros sobre el ya mastodóntico desembolso que llevan a cabo las arcas públicas para sufragar las más de 10 millones de pagas abonadas a los 9,1 millones de beneficiarios. En concreto, en 2023 la partida destinada a cubrir esta contingencia asciende a 190.687 millones de euros. De modo, que si tenemos en cuenta que las nóminas de las nuevas altas de pensionistas son casi un 20% más altas que la jubilación media del sistema la factura anual del próximo ejercicio desbordaría la barrera de los 200.00 millones.
Tras la histórica subida del 8,5% de 2023 que supuso un coste de 13.600 millones de euros -que asciende a 15.300 millones si se tiene en cuenta la subida el 15% de las pensiones mínimas-, el Gobierno que finalmente se asiente en La Moncloa deberá de afrontar en el arranque de 2024 la segunda actualización de pensiones más cara de la historia.
Esta senda de aumento del gasto y de abultado coste en revalorizaciones parece estar apuntalado a no ser que se revierta la reforma aprobada por el Gobierno, ahora en funciones, que vinculó la subida anual de las pagas con el avance de la inflación. Cabe recordar que la ley que entró en vigor en 2022, y que determinó la histórica actualización del 8,5% de este año, despeja la incertidumbre de anteriores revalorizaciones, que se fijaban inicialmente en función de la previsión oficial de IPC (2%) y luego obligaba al Gobierno a compensar eventuales desviaciones sobre la estimación con la popular 'paguilla'. La nueva fórmula despeja esta incógnita al tomar la inflación media registrada de diciembre a noviembre del año próximo -para la subida de 2024 se cuenta desde diciembre de 2022 a noviembre de 2023-, por lo que no se toma el IPC previsto, sino el agregado de los meses previos.
Mejora de prestaciones
De confirmarse ese IPC medio en el entorno del 4%, la subida impactará sobre las cuantías de las pensiones a partir de enero de 2024 y de forma heterogénea según su tipología. De media, las pensiones de jubilación que cobran los procedentes del régimen general de asalariados experimentará un alza mensual de 59,5 euros, situándose la prestación en los 1.591 euros al mes. Mientras que los jubilados del régimen de autónomos pasarían a percibir 35,5 euros más en el mes, quedando la paga media en los 951 euros al mes. Además, el colectivo de clases pasivas, los funcionarios en el sistema de cotización vigente hasta 2011 -ahora se insertan en el régimen general- experimentarían un incremento de su renta mensual de 82 euros, por lo que la prestación ascendería 2.194 euros mensuales.
La subida más generosa la experimentarán los beneficiarios de las prestaciones de jubilación más altas del sistema: los trabajadores del carbón. Ellos experimentarán una subida mensual de su pensión de 104 euros y su pensión se situará en los 2.785 euros mensuales. Mientras que los empleados procedente del régimen del mar sumarán 59 euros mensuales a su renta, ascendiendo hasta los 1.582 euros.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2023/08/evolucion-ipc-medio/evolucion-ipc-medio-desktop.png?v=1693410004852)
Evolución del IPC medio desde diciembre
La revalorización de las pensiones se calcula según la media del IPC entre diciembre y noviembre
Variación porcentual
IPC
IPC medio
6,0
5,9
5,7
5,2
5,9
5,0
5,7
5,8
4,7
4,3
4,0
4,1
3,9
3,3
3,2
2,6
2,3
1,9
(*) Previsión
Dic.
2022
Feb.
2023
Mar.
2023
Abr.
2023
May.
2023
Jun.
2023
Jul.
2023
Ago.
2023*
Coste de la revalorización de las pensiones
En millones de euros
(*) Estimación propia a partir de IPC medio
13.600
6.984
6.500
2.659
2.591
1.902
1.464
1.513
1.406
1.382
288
281
271
263
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024*
Fuente: INE, Gobierno de España, Banco de España y elaboración propia / ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2023/08/evolucion-ipc-medio/evolucion-ipc-medio-movil.png?v=1693410005463)
Evolución del IPC medio desde diciembre
La revalorización de las pensiones se calcula según la media del IPC entre diciembre y noviembre
Variación porcentual
IPC
IPC medio
5,7
5,7
Dic. 2022
5,9
5,8
Feb. 2023
5,9
6,0
Mar. 2023
3,3
5,2
Abr. 2023
4,1
5,0
May. 2023
3,2
4,7
Jun. 2023
1,9
4,3
Jul. 2023
2,3
4,0
Ago. 2023*
3,9
2,6
(*) Previsión
Coste de la revalorización de las pensiones
En millones de euros
(*) Estimación propia a partir de IPC medio
2011
2.659
2012
1.382
2013
1.513
2014
263
2015
271
281
2016
288
2017
1.902
2018
2019
2.591
2020
1.406
2021
1.464
2022
6.500
2023
13.600
6.984
2024*
Fuente: INE, Gobierno de España, Banco de España
y elaboración propia / ABC
Los beneficiarios de pensión de jubilación por accidente de trabajo recibirían una mejora de su prestación de 56 euros al mes, situándose en los 1.503 euros de media al mes; los perceptores de la paga por enfermedad profesional incrementarían su renta en 72 euros mensuales (1.938 euros mensuales). Por último, la pensión de viudedad escalaría en 33 euros al mes, hasta los 885 euros al mes mientras que los beneficiarios de prestación de orfandad mejorarán sus ingresos mensuales en 16,6 euros (497 euros al mes).
Tal y como han venido señalando los expertos, esta circunstancia está ampliando la brecha entre los gastos y los recursos propios del sistema que ha de cubrirse con recursos procedentes de impuestos generales o deuda. Desde Fedea calculan que el desequilibrio causado principalmente por la senda de actualización de las pensiones con el IPC ya ocasiona un déficit contributivo de 48.000 millones, e implica un alza de la deuda del sistema hasta los 100.000 millones al cierre de ejercicio, un 88% más que en 2019.
Los precios no aflojan
El verano ha liquidado la ilusión de un aterrizaje rápido e indoloro de la inflación que se vislumbraba en junio después de que tocara un suelo del 1,9%. La situación es menos dramática que hace un año, cuando los precios crecían a una tasa histórica del 10,8%, pero confirma las previsiones de los analistas de que las tensiones sobre los precios aún continúan en la economía y de que el IPC se inclinará al alza en la segunda mitad del año.
En agosto los precios se encarecieron un 0,5% respecto a julio, por encima de lo esperado por los analistas. Influyó el encarecimiento del precio del carburante, que ha alcanzado máximos en un año tras dispararse un 7% en apenas dos meses, y de los combustibles líquidos, mientras que en sentido contrario han actuado los precios de la electricidad, que subieron en agosto de 2023 menos que hace un año, según la nota difundida ayer por el INE. Desde que comenzara el año, y con la excepción de enero, los precios no han hecho otras cosas que subir respecto al mes anterior, pese a que la tasa interanual se haya reducido en ese periodo desde el 5,7% al 2,6%.
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La tasa subyacente del IPC, que traslada la evolución de la parte más estable de los precios de bienes y servicios y que se ha convertido en el indicador que está observando el BCE para determinar hasta qué punto están funcionando sus medidas para suavizar la inflación, retrocedió hasta el 6,1%, pero sigue anclada por encima del 6% desde hace más de un año, lo que acredita la persistencia de las presiones sobre los precios y también la cautela de los bancos centrales la hora de frenar las subidas de tipos de interés.
Para el Gobierno, el dato de avance del mes de agosto supone la consolidación de la condición de España «como uno de los países de la zona euro con menor inflación», lo que atribuye a las medidas aplicadas desde el Gobierno. El IPC armonizado se situó en agosto en el 2,4%, tres décimas por encima de julio. En los últimos dos meses el diferencial de inflación favorable a España con la media de la zona euro se ha recortado.
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