Repsol avanza con los combustibles renovables como alternativa al coche eléctrico
El transporte pesado tendrá problemas para electrificarse, y los hidrocarburos verdes son la única alternativa para descarbonizar
La petrolera acelera todos los procesos de innovación para estar preparada
El futuro de la movilidad será eléctrico. Eso claman la mayoría de consignas políticas. Pero no todas las cosas se mueven igual. Los vehículos tienen una electrificación más sencilla a nivel tecnológico. Pero qué hacer con el transporte marítimo y aéreo. Repsol quiere ... ofrecer esa respuesta con los combustibles renovables. Además, quiere huir de las guerras. Todos pueden tener un hueco.
La petrolera dirigida por Josu Jon Imaz asume que existen alternativas para todos. No se trata de elegir entre coches eléctricos o de combustión, con gasolina renovable, proponen ellos; sino de que los consumidores puedan elegir. Eso sí, siempre con opciones que ayuden a la descarbonización, que es el objetivo último.
Para ello, Repsol ha abierto el corazón de su refinería en Cartagena a un grupo de periodistas para ver en primera persona cómo avanza el desarrollo del combustible renovable. La gran apuesta de la compañía para descarbonizar la movilidad. Todo ello sin dejar al margen otras alternativas. La energética mantiene su ritmo de instalación de puntos de recarga eléctrica para vehículos. Se afanan en que todos pueden coexistir.
Sobre sus combustibles verdes, aseguran que tienen unas prestaciones equivalentes a las gasolinas tradicionales —ya disponibles en más de 500 estaciones de servicio—. Además, no hace falta reacondicionar el motor de los coches. La única diferencia se encuentra en el precio; al menos por ahora. Aunque desde Repsol insisten en que poco a poco se irá igualando.
Lo que sí tienen claro desde la petrolera es que para ciertos tipos de transporte donde la electrificación es muy compleja, los combustibles renovables con la única alternativa para llevar a cabo los procesos de descarbonización.
Pero no solo eso. Incluso en el transporte por carretera, hay compañías que tienen importantes objetivos de reducción de emisiones, y la mejor alternativa puede pasar por el uso de combustibles renovables para su flota. Sobre todo, cuando son de mucho tamaño, y económicamente no es asumible disponer solo de vehículos eléctricos.
¿Qué son los combustibles renovables?
Los combustibles renovables se elaboran a partir de residuos orgánicos, como aceites de cocina usados, cáscaras de frutos secos, residuos de la industria agroalimentaria, o residuos forestales. Uno de sus principales puntos fuertes es que son combustibles que reducen las emisiones, ya que el CO2 que se libera en su uso es igual al CO2 que absorbe la materia orgánica de la que procede durante su vida útil, por lo que son una de las soluciones con aplicación inmediata para reducir las emisiones procedentes del transporte en los próximos años.
Son una alternativa inmediata porque pueden utilizarse en los vehículos de combustión, utilizando la misma infraestructura de suministro, lo que hace que no tengamos que esperar a que se desarrollen nuevas tecnologías o se renueve la flota de vehículos antes de empezar a reducir las emisiones. De hecho, según la legislación actual, el combustible que repostamos hoy día en las estaciones de servicio contiene ya más de un 10% de combustibles renovables.
Del mismo modo, su producción y distribución se puede realizar utilizando instalaciones industriales ya existentes, con materias primas locales, lo que impulsa la economía circular y permite diversificar la matriz energética del país a fin de que continuemos avanzando para lograr la independencia energética.
En España, todos los carburantes que encuentras en las estaciones de servicio ya incluyen más de un 10% de combustible renovables, en cumplimiento con la obligación de penetración de un mínimo porcentaje de biocarburantes sobre el total de ventas de combustible en el transporte por carretera según lo establecido en el RD 1085/2015 de Fomento de Biocarburantes. Al ser un cómputo global, no se garantiza que todos los productos incluyan dicho porcentaje.
Cartagena se mueve
En mayo de este año un buque descargó, por primera vez en el puerto de Cartagena, 500 toneladas de aceite de cocina usado procedente de Huelva. Se trata de la materia prima que se utiliza para fabricar combustibles renovables.
Desde el complejo industrial, en colaboración con el equipo de trabajo de combustibles renovables de Repsol se ha organizado la compra, traslado y recepción de este pedido como parte del proceso de planificación previo a la puesta en marcha de la planta. El objetivo es tener habilitados todos los permisos necesarios, procedimientos y pasos a seguir, tanto por parte de Repsol, como de las empresas o instituciones que intervendrán en el proceso (carga en puerto de origen, transporte, descarga y almacenamiento en Cartagena), para el momento en el que la planta entre en funcionamiento.
Para conseguir este hito, Repsol ha trabajado durante meses para obtener de la administración competente la autorización específica necesaria para la recepción de una materia prima diferente a la que es habitual en sus operaciones, ya que el aceite de cocina usado es considerado como un residuo. En Repsol tienen previsto recibir cada año unas 300.000 toneladas de aceite de cocina usado a través del Puerto de Cartagena.