Los repartidores de butano no descartan convertir la huelga en indefinida si el Gobierno no mejora sus tarifas

El de hoy se suma a los paros que hubo los días 5, 13, 21 y 29 de noviembre y 5 de diciembre, y todo parece indicar que también los habrá el 17 y 23 de diciembre. Y en caso de que se agote el calendario de la huelga sin que nada haya cambiado, la patronal avisa de que convertirá la huelga en indefinida. «Dejaremos que transcurra el periodo navideño sin nuevas medidas, pero, si a principio de año no ha habido cambios, es bastante probable que la situación nos obligue a adoptar nuevas medidas más duras, como podría ser incluso la de suspender el reparto domiciliario de butano», ha explicado Fedglp a ABC.

Las empresas de reparto denuncian que el Ministerio lleva años sin actualizar los precios que los transportistas perciben por bombona entregada, cosa que en un contexto de aumento de los costes salariales y de las materias primas ha llevado al sector a una situación crítica, hasta el punto de que las empresas pierden 1,80 euros por cada envase entregado.

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Hay que explicar que las tarifas percibidas por el reparto de las bombonas están reguladas por el Ministerio y, muy importante, no se actualizan bimensualmente, como el precio de las botellas, sino una vez al año. Esta actualización, a su vez, se hace a partir de una formula que lleva casi una década sin renovarse, y eso es precisamente lo que reclaman las empresas, además de un incremento de la comisión por bombona.

Como ejemplo de la obsolescencia de este sistema de actualización, que está recogido en la Orden IET/389/2015 del Ministerio de Transición Ecológica, Fedglp explica que en 2024 el incremento de las tarifas ha sido de 0,01 euros por botella.

Para situar las cosas, valga una comparación, por ejemplo con los paquetes Premium de Correos, que se parecen al butano porque su reparto también debe hacerse en pocas horas. Esos paquetes tienen un coste de 2,76 euros el kilogramo, mientras que la distribución de la bombona clásica de butano se paga a 0,25 euros el kilo.

Comparando con otros países europeos, afirman desde la patronal, el precio de la bombona regulada en España puede llegar a estar por debajo de la mitad o incluso tres veces por debajo comparando con algunos países. Sin embargo, desde Fedglp insisten en que no quieren una subida que afecte a los consumidores. De hecho, con la entrada en Vigor del Real Decreto-Ley 11/22 de protección de los consumidores ante la crisis energética, el Gobierno congeló el precio máximo de venta de la botella en 19,55 euros. De este modo, la actualización de la orden ministerial solicitada por el sector mantendría el mercado español «como el más económico de Europa, garantizando a la vez la calidad del servicio domiciliario», aseguran los transportistas.

Como ya se ha explicado, por el momento el Ministerio de Transición Ecológica no ha tomado ninguna decisión sustancial en relación a este problema, más allá de que coincidiendo con el primer día de suspensión del servicio domiciliario se publicó el borrador por el que se modificaría tras una década la Orden IET/389/2015, pero el cambio en las tarifas estuvo muy lejos de esos 4,80 euros por bombona que piden los convocantes de la huelga.

Así las cosas, hoy los seis millones de hogares españoles que reciben butano -la mayoría en zonas rurales- se quedarán sin servicio de reparto, exceptuando las zonas del Levante peninsular afectadas por la DANA y centros escolares, de mayores, sanitarios y similares.