Renault piensa en trasladar parte de su producción a China
El grupo, en medio de la crisis institucional en Francia, busca fortalecer su competitividad global
Francia afronta un estancamiento de la economía provocado por la crisis política e institucional
La crisis política e institucional de Francia, la más grave desde la fundación del régimen, entre 1958 y 1962, ha agravado la crisis de la industria automovilística nacional. Renault, constructor histórico, estudia el traslado de parte de su producción a China.
Luca de Meo, ... presidente y director general de Renault, ha informado «oficiosamente» a varios medios que «la colaboración con los fabricantes chinos es crucial para los constructores europeos… Instalándonos en China deseamos fortalecer nuestra competitividad global y mejorar la implantación de nuestros productos en Europa».
Al conocer los proyectos de Renault y otras grandes empresas de abandonar su producción nacional para instalarse en el extranjero, como consecuencia del incremento de la fiscalidad y la crisis política e institucional, Sophie Binet, secretaria general de la CGT, primer sindicato francés, ha declarado: «La reacción de los grandes patronos es indecente. Las ratas abandonan el barco». Patrick Martin, presidente del Mouvement des entreprises de France (Medef), la patronal más importante, comprende los proyectos de Renault: «Los que pueden marcharse llevan razón, ante la crisis que estamos viviendo».
Según varios medios, franceses y asiáticos, Renault proyecta construir en Shanghái un centro de investigación y desarrollo, que será la matriz de una nueva generación de automóviles destinados al mercado europeo. Algunos modelos emblemáticos del primer constructor francés, como el Twingo, también comenzarán a fabricarse en China, próximamente.
Renault se fundó en París, entre 1898 y 1899. Su historia empresarial se confunde con la historia industrial de Francia. No solo ha sido la primera empresa automovilística nacional. Ha sido, con Peugeot, en crisis igualmente, una suerte de icono nacional, que tuvo un puesto eminente incluso durante las dos grandes guerras mundiales del siglo XX.
En 1999 y 2017, Renault se asoció a Nissan y Mitsubishi, para salir de las crisis de la época. Instalado industrial y comercialmente en Francia, Brasil, Rusia, Alemania, Turquía, Italia, España, Inglaterra, Argelia y Argentina, comenzó a sufrir una nueva crisis de cierto calado a partir del 2020. Un año más tarde, las pérdidas de la empresa alcanzaron los 8.000 millones de euros.
La caída de las ventas y el incremento de los costes de producción han forzado a su presidente y director general, Luca de Meo, a tomar nuevas decisiones estratégicas. El incremento de la fiscalidad francesa, consecuencia de la gran crisis presupuestaria nacional, han acelerado los proyectos de trasladar parte de sus futuros servicios a China, la gran rival de las industrias norteamericanas y europeas.
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