entrevista
Rafael Pampillón: «Hay mucha regulación que sobra y que perjudica la actividad económica»
El economista y coordinador del libro 'La Alternativa', que ofrece propuestas para superar el 'sanchismo', considera que la política de ayudas del Gobierno ha agravado la espiral inflacionista
«Cuando el Gobierno insulta a las empresas inhibe la inversión extranjera y la prosperidad económica», denuncia
'La Alternativa', diecisiete expertos sin piedad contra el 'sanchismo económico': «Se ha generado un clientelismo peligroso»
![El profesor de IE Business School y coordinador de 'La Alternativa', Rafael Pampillón](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/06/16/RafaelPampillon-RXuKV1W17xwbJmKKPQyVrpN-1200x840@abc.jpg)
Rafael Pampillón y José María Beneyto han coordinado 'La Alternativa', una obra coral que reúne a un puñado de economistas y ex altos cargos en gobiernos del PP en un intento de perfilar una política económica guiada por la moderación y alejada del sectarismo ... y el populismo que atribuyen al Gobierno de Pedro Sánchez.
-Dicen que el libro surge del hastío por el radicalismo y la confrontación permanente del Gobierno de Sánchez...
-Cuando el Gobierno insulta a las empresas y habla mal en público del presidente de Inditex o del presidente de Ferrovial no anima a la creación de empresas, a la atracción de inversión extranjera y a la generación de prosperidad en España. ¿Por qué se ha ido Ferrovial? Porque siente que no tiene seguridad jurídica.
-En muchas de las aportaciones a 'La Alternativa' se aprecia una sensación de oportunidad perdida.
-La economía española tiene un serio problema de competitividad y necesita políticas que pongan las luces largas. Aquí se ha trabajado con las luces cortas y se ha bajado el IVA de la electricidad, el gas o los alimentos cuando se ha disparado la inflación. Y, sí, se ha conseguido tener la inflación más baja de Europa y evitar las protestas de los sindicatos...
-Pero no se han abordado los problemas de fondo, ¿cierto?
-Efectivamente. Tenemos una reforma de pensiones que va a durar muy poco porque cuando se jubile la generación del 'baby boom' habrá problemas. Se debería haber alargado la edad de jubilación y adaptarla a un marco en que hay gente que puede trabajar más años. Es la única solución. Una reforma de pensiones tiene un coste social, pero este debería ser asumido por todos, por el Pacto de Toledo.
-¿Qué se ha quedado en el tintero?
-Hay que mejorar la productividad. Y hay que hacerlo mejorando el capital humano, impulsando la FP dual para evitar que haya vacantes en la economía que tiene mayor paro juvenil de Europa; atrayendo y reteniendo la inversión extranjera; gastando más en investigación y nuevas tecnologías; y aprovechando bien los fondos Next Generation para meterlos no en rotondas como hizo Zapatero sino en ensanchar las fronteras del conocimiento para producir bienes y servicios más competitivos.
-Todo ello exige recursos públicos y Bruselas va a exigir una consolidación fiscal...
-Muchas de estas prioridades se pueden hacer con el sector privado. No hay que poner más dinero, hay que reorientar los recursos. En estos años ha habido ámbitos donde el Gobierno ha metido dinero: bonos para jóvenes, subvenciones, ayudas a los inquilinos... Todo este gasto suntuario es el que hay que recortar.
-¿Por dónde debe ir la reforma fiscal?
-Hay que ir por donde va Europa, con una imposición indirecta mayor y una bajada de los impuestos directos: IRPF, Sociedades y cotizaciones sociales. Solo con esto se mejorará la oferta productiva. La redistribución de la renta debe hacerse con ayudas focalizadas a hogares vulnerables.
-La respuesta del Gobierno a la guerra ha sido la contraria: bajar impuestos indirectos, subir los directos y ayudas generalizadas...
-Es que el gasto público es inflacionario. El gasto público es inflación en vena, forma parte de la demanda agregada y tira para arriba de los precios. Una manera de controlar la inflación es reducir el gasto público a la vez que bajas los impuestos para dar más facilidades a los ciudadanos.
-¿Hasta qué punto ha dañado la gestión del Gobierno la imagen exterior de España?
-España ha retrocedido en todos los índices internacionales de competitividad y eso supone que la inversión extranjera venga menos.
-Simón Pedro Barceló plantea en el libro una ley derogatoria que acabe con el exceso de regulación en España. ¿Lo ve factible?
-Todo es factible en política. Después de todos los decretos que se han aprobado en esta legislatura, hay mucha norma que sobra y que daña el buen funcionamiento de las empresas y de la actividad económica. Madrid se ha convertido en el principal foco de actividad de España porque ha facilitado la actividad de las empresas.
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