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Especial Hidrógeno Verde

Los proyectos que ya están dando forma a la revolución

La colaboración público-privada ha sido clave para dar forma a ecosistemas que suman 123 iniciativas en distinto grado de desarrollo por todo el territorio español

Hidrógeno blanco, la incógnita por despejar en la ecuación energética del futuro

Belén Rodrigo

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Llevamos años escuchando hablar de proyectos de hidrógeno verde repartidos por todo el territorio español y también de los valles, ese ecosistema empresarial público-privado que pretende facilitar la producción y el consumo de este elemento. Muchos de los planes no han pasado de ser una idea, otros están todavía en fase de planteamiento, hay ya varios en construcción y unos pocos en funcionamiento. Según el último censo, elaborado por la Asociación Española de Hidrógeno Verde (AeH2), actualmente hay 123 proyectos de hidrógeno verde en etapas de desarrollo. Se espera que en los próximos años arranquen varios proyectos y se produzca mucha más cantidad de hidrógeno renovable en España para dar un impulso importante a la descarbonización.

En 2022 Iberdrola inauguró la planta de hidrógeno verde en Puertollano y se convirtió en la primera de una red de plantas estratégicas para la Economía del Hidrógeno en España. Su hidrógeno verde cero emisiones se emplea para fabricar fertilizantes, un producto estratégico en la productividad agrícola y seguridad alimentaria. También ayuda a descarbonizar el sector primario además de actividades industriales difíciles de electrificar.

«España puede convertirse en una potencia energética europea, pasando de ser un país netamente importador de energía a ser exportador, haciéndolo además con energías sostenibles. Esto, además de ayudar a la descarbonización, supone una gran oportunidad para impulsar la reindustralización de nuestro país, aumentar la competitividad de la industria española y contribuir a la independencia energética de España y del resto del continente», indica María Molina, directora de Estrategia del Negocio de Hidrógeno de Cepsa. La compañía española lidera el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde que a finales de esta década tendrá una capacidad de producción anual de 300.000 toneladas, con una capacidad de electrólisis de 2.000 MW. Supondrá una inversión de 3.000 millones de euros solo para el desarrollo de sus plantas de hidrógeno, contará con dos centros de producción de hidrógeno verde en Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Campo de Gibraltar, Cádiz). Además, está previsto impulsar dos plantas más para la producción de sus derivados: amoniaco y metanol verdes, que se localizarán en San Roque y el Puerto de Huelva, respectivamente. «Estamos impulsando un ecosistema de alianzas con empresas referentes a lo largo de toda la cadena de valor, para que esta pueda desarrollarse fomentando así la competitividad de los actores implicados», explica Molina. Dentro de dicho ecosistema están fabricantes de electrolizadores, productores de energías renovables, productores de hidrógeno, fabricantes de fertilizantes verdes, expertos en el transporte del hidrógeno y consumidores. Además del consumo local del hidrógeno verde que produzca este valle, tanto en las plantas de Cepsa como en las de sus socios, la energética ha establecido el primer corredor marítimo entre el sur y el norte de Europa para transportar hidrógeno verde entre los puertos de Algeciras y Huelva y el de Róterdam, favoreciendo la conexión energética europea para garantizar soluciones de descarbonización para la industria y el transporte pesado terrestre, aéreo y marítimo.

Otro de los proyectos más ambiciosos es el de producción de hidrógeno renovable Hysencia de DH2Energy, que recientemente ha resultado ganador en la primera subasta europea de hidrógeno verde. Localizada en Plasencia del Monte, en Huesca (Aragón), consta de un electrolizador de 35 MW de capacidad y de un bloque de 49 MWp de potencia fotovoltaica. El hidrógeno de Hysencia se destinará a los sectores industrial y de la movilidad y permitirá evitar la emisión de 115 kilotoneladas de CO2 en los primeros 10 años de operación. «No hay ninguna planta de esta dimensión en funcionamiento. No todos los proyectos presentados estaban muy maduros a nivel de tramitación y el nuestro sí. Estamos ahora mismo en medio de la licitación para contratar los electrolizadores y compresores y la construcción del proyecto» explica Marcos López-Brea Baquero, director general de DH2 Energy. Esperan que la planta esté operativa en el primer semestre de2027 con una producción estimada de 1.700 toneladas de hidrógeno al año y ya están gestionando los acuerdos con varios clientes. «Esperamos que este proyecto sea el primero y el más pequeño de todo lo que venga después y que sirva de ejemplo para una planta a gran escala, que demuestre que la tecnología está preparada y que este hidrógeno puede ser competitivo algas natural», puntualiza López-Brea. Habla también de la importancia de todos los proyectos, grandes y pequeños porque «entre todos tratamos de demostrar que la tecnología está a punto. En el momento en que haya más plantas en funcionamiento y que la industria y la movilidad puedan consumir el hidrógeno, va a tener un efecto tractor».

Particularidad insular

También ha despertado mucho interés Power to Green Hydrogen Mallorca, un proyecto liderado por Enagás Renovables y Acciona que pretende servir de modelo en otros territorios insulares que están participando en un estudio de replicabilidad. «En total, hay involucrados más de 30 socios de distintos países europeos que se benefician de las lecciones aprendidas para avanzar en la economía del hidrógeno (sector público, empresas privadas, universidades…)», afirma Sebastià Barceló, gerente de Power To Green H2 Mallorca, empresa que gestiona la planta de producción de hidrógeno de la isla. El caso particular de las islas como Mallorca es especialmente relevante, «pues los territorios insulares son muy dependientes energéticamente. Debido a esto, desarrollar un ecosistema de hidrógeno verde es clave para su descarbonización y para su seguridad energética», resalta Barceló. Además, esperan que la potencial replicabilidad del proyecto en otros territorios insulares también contribuya a acelerar la descarbonización. Este proyecto incluye la construcción de una planta de electrólisis, el desarrollo de dos plantas fotovoltaicas que la alimentan, así como una estación de servicio de hidrógeno verde en la isla.

Una de las principales peculiaridades de Green Hysland es que no persigue una única aplicación, sino que se trata de un modelo transversal que abarca movilidad, consumo eléctrico, térmico y almacenamiento y que genera por tanto un completo ecosistema económico basado en hidrógeno verde. «Entre los principales clientes de la planta de Lloseta se encuentran la EMT y la cadena hotelera Iberostar. Además, parte del hidrógeno verde será inyectado en la red de distribución de gas natural, llegando así a todos los consumidores de la isla que están conectados a esta red, permitiéndoles disminuir así su huella de carbono», explica el gerente de PowerTo Green H2 Mallorca. Se muestra muy partidario de la colaboración público-privada para superar los desafíos técnicos, económicos y regulatorios que presenta el hidrógeno verde como vector energético. «Las alianzas público-privadas pueden facilitar la inversión, promover la innovación y acelerar la creación de la infraestructura necesaria para el despliegue del hidrógeno verde. Además, contribuye en la formulación de regulaciones adecuadas, fomenta la creación de mercado y facilita la transferencia de conocimiento y capacitación», puntualiza.

Investigación

Para que todos estos proyectos lleguen a buen puerto es también muy importante el impulso que se está dando a la tecnología y que las compañías y centros de investigación sigan invirtiendo en I+D+i. Hydrogreen Energy, 'spin-off' de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), ha conseguido diseñar y producir nuevas capas de difusión de gases para pilas de combustible de hidrógeno, llamadas «Gas Diffusion Layers»(GDL). «Las GDL, capas de difusión, que desarrolla Hydrogreen Energy, aportan gran valor al mercado del hidrógeno verde ya que, por un lado, tiene un mayor rendimiento que sus competidoras, lo que aumenta la eficiencia de las pilas que las incorporan, y por otra parte la base de fabricación es orgánica, con lo que se minimiza el residuo en su fabricación y este es biodegradable lo que está en clara sintonía con el concepto de energía verde», explica Ángel Navalon Bernabeu, marketing manager de la empresa. «El objetivo es tratar de que el impacto de la generación de esa energía sea el menor posible a lo largo de toda la cadena de producción», añade. Asegura que desarrollar pilas de combustible, que además incorporen tecnología española como las GDL Ecocell, «es un hito en el desarrollo del hidrógeno verde, no sólo en España, sino a nivel europeo. En la actualidad Hydrogreen Energy es el único fabricante español de GDL, cuya patente pertenece y ha sido desarrollada por la Universidad Politécnica de Cartagena».

Navalón recuerda el papel fundamental de la investigación en el desarrollo, no sólo en la tecnología del hidrógeno, sino en cualquier tecnología. «Los avances que se producen en investigación tanto a nivel privado como en instituciones públicas, por ejemplo, en los grupos de investigación de las universidades españolas enfocadas en el hidrógeno, es básico para que, posteriormente, el resultado de esas investigaciones lleguen a la industria y los usuarios».

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