Los pisos turísticos se expanden por la periferia tras las intervenciones a los alquileres de la ley de Vivienda

Es una realidad que empieza a asumir el mercado del alquiler -que sigue batiendo récords de precios a ritmo mensual-, tras la entrada de la ley de Vivienda, que ha provocado la huida en menos de un año de innumerables propietarios a otras modalidades de arrendamiento en las que no existen intervenciones. «La ley de Vivienda y la falta de un marco regulatorio estable está haciendo que los caseros busquen alternativas. La limitación de precios afecta solo a zona tensionadas, pero el ruido de fondo hace que el propietario se sienta cada vez más expuesto», explica el director de estudios de pisos.com, Ferran Font.

El crecimiento de los pisos turísticos es espectacular. En la ciudad de Madrid se colgaron 12.498 anuncios de alojamientos durante el pasado mes de febrero, según los datos de la plataforma AirDNA que monitoriza a tiempo real la oferta de anuncios en las plataformas Airbnb y Vrbo. Es un 25% más de actividad que en el mismo mes de 2023 y es un alza en ocasiones más modesto del que se percibe en zonas no tan acostumbradas al ir y venir de maletas.

Aunque la inmensa mayoría de los pisos se encuentran localizados en el distrito Centro, según los datos recabados por este periódico del mismo portal de análisis, la expansión llega a barrios clásicamente residenciales donde los precios del alquiler se han elevado considerablemente en los últimos años, como Puerta del Ángel (130, 41% más de anuncios en febrero de 2024 respecto a un año atrás), Chopera (95, +23%), Pueblo Nuevo (74, +51%), Opañel (65, +48%), Vista Alegre (55, +41%) Quintana (42, +8%), Casco Histórico de Vallecas (33, +22%) y Canillejas: (29, +32%). Son datos donde no se han tenido en cuenta los anuncios de habitaciones, que hacen duplicar el nivel de oferta.

La clave de esta proliferación está en que son ubicaciones más baratas para alojarse que el centro. A lo que ayuda, «que están bien comunicadas por transporte público», detalla Font. Esto hace que incluso en los barrios de Madrid con menor nivel de rentas, Pradolongo (12, +50%) y San Cristóbal (6, +100%), se esté registrando más presencia de alquileres por días. También en las localidades aledañas como Alcorcón (24, +118%), Móstoles (22, +47%) y Leganés: (9, +200%).

Pero es en Barcelona (7.205, +9%), donde los apartamentos para turistas abundan en las localidades colindantes por la limitación autonómica a las licencias a los arrendamientos de corta estancia (10 pisos turísticos por cada 100 habitantes) que hace que la oferta se sume desde poblaciones donde todavía hay margen para no llegar a esos topes. En Hospitalet el número de pisos activos en febrero alcanzaba los 630 (+16%) y también crecía en Badalona con 155 (+8%) y Tarrasa con 94 (+59%). No son las únicas. En Cornellá (58, +41%), Sant Cugat (55, +25%), Esplugas (36, +50%), Sabadell: (31, +48%), Santa Coloma (18 ,+157%) y Sant Feliu (10, +400%) también creció la oferta. Son datos de febrero, temporada baja turística, que no tienen en cuenta los picos a los que puede llegar en los meses estivales. «La oferta de vivienda turística es mucho más flexible que los hoteles, ya que los propietarios pueden optar por desconectar su propiedad un mes, para su uso personal o alquileres a más largo plazo, y luego volver cuando sea más rentable, por ejemplo, en temporada alta», matizan a este periódico fuentes de AirDNA.

En Cataluña, la entrada de los límites al precio del alquiler, que son una realidad en la región desde este mismo mes, también tendrá influencia en el crecimiento de los apartamentos de corta estancia.

La conquista de los barrios periféricos no es solo cosa de las dos mayores capitales por población. En Valencia, Sevilla y Málaga los inmuebles de uso turístico también empiezan a deslocalizarse de los cascos históricos. En el caso de la ciudad del Turia, donde en febrero se contaron hasta 4.620 anuncios de pisos turísticos (+34%), los apartamentos empiezan a ganar presencia en Alboraya (190, +31%), La Saïdia (149, +37%), L'Olivereta (90, +53%), Pla del Real (71, +42%) y Campanar (49, +40%). Además, llega a localidades cercanas como Paterna (61, +135%), Torrente (36, +16%) y la localidad costera de Cullera (309, +20%), a pesar de que el análisis corresponde a un mes de temporada baja.

En el caso de la ciudad hispalense con 6.052 anuncios (+19%) registrados en febrero, llama la atención la expansión en barrios tradicionalmente residenciales -aunque muy cercanos al casco histórico- como Triana (714, +28%), Nervión (268, +16%) y Los Remedios (88, +35%). En localidades dormitorio como Dos Hermanas (39,+105%) y Camas (24, +33%) las publicaciones detectadas aumentaron con creces.

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Por su parte, en Málaga (6.393, +28%), los pisos turísticos arrasan el centro, pero también empiezan a multiplicarse en otras barriadas. Destacan Carretera de Cádiz (508. +53%) y Bailén-Miraflores (139, +58%). Pero el fenómeno también llega a las zonas más humildes como Palma-Palmilla (33, +18%).

La proliferación de los pisos turísticos es vista por muchos agentes públicos y privados como uno de los propulsores de los altos precios en el alquiler tradicional. El Gobierno ha abierto un grupo de trabajo para abordar su regulación, pero desde el sector inmobiliario insisten en que la única solución eficiente «pasa por incentivar fiscalmente a los arrendadores así como darles seguridad jurídica y apostar por la promoción de vivienda pública en alquiler con colaboración público-privada», apostilla José María Alfaro, presidente de FAI.