Los jubilados verán su pensión revalorizada este mes aunque haya caído el decreto
El veto del Congreso no impide la subida de las prestaciones al menos para el pago de este mes, que suponen 40 euros más al mes, con un coste de 7.600 millones para la Seguridad Social
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Los sistemas de la Seguridad Social se encuentran a pleno rendimiento a estas horas después de que el Congreso haya vetado el decreto por el que se revalorizaban un 2,8% las pensiones para este año. El veto ha llegado cuando apenas restan unas ... horas para que los bancos comiencen a abonar las nóminas del mes de enero, que deberían incluir ya ese alza anunciada por el Gobierno a finales de 2024. Y así será, según confirman desde la Seguridad Social: «El cobro y la subida de las pensiones en el mes de enero están asegurados gracias a que el decreto ley ha estado vigente hasta hoy«, indican estas fuentes.
Esa norma, que puede aprobar el Consejo de Ministros para ser aplicada de forma inmediata a la espera de que las Cortes la avalen en el plazo máximo de 30 días, es la que ha permitido que las pensiones lleguen revalorizadaas en los próximos días a las cuentas bancarias de los perceptores. Al menos, en enero. A pesar de los ajustes del calendario, los bancos pagarán en los próximos días esas pensiones con la actualización prevista. Porque se ciñen a los ficheros de pago que les ofrece la Seguridad Social cada mes para materializar esa revisión al alza.
Con el permiso del organismo que gestiona las pensiones públicas, las entidades comenzarán a abonar en los próximos días las prestaciones a sus clientes en las cuentas sin cambio con respecto al mes de diciembre. Entre otros bancos, CaixaBank tiene establecido el pago los días 24 de cada mes, al igual que Santander, Sabadell o Unicaja, mientras que BBVA lo suele abonar los días 27. La obligación de la banca es la de pagar las pensiones, como muy tarde, el día 4 de cada mes.
Eso sí, en febrero habrá que esperar a que se resuelva el panorama legislativo con el que se pueda aprobar una norma que permita revalorizar las pensiones, tal y como ha anunciado el PP con una proposición no de ley sobre esta medida, o bien con un nuevo decreto que salga de otro Consejo de Ministros, también pendiente de validación.
La subida anual de las pensiones viene recogida en la última reforma del Pacto de Toledo, por la que la revalorización se establece con la media del IPC de noviembre de un año hasta diciembre del siguiente. En el último ejercicio, esa inflación media fue del 2,8%, lo que suponía un coste adicional de 7.296 millones de euros para las arcas de la Seguridad Social, a razón de 2.606 millones de euros por cada punto que subiera la inflación.
Los 12,3 millones de pensionistas que cobran algún tipo de prestación (jubilación, en su mayoría, pero también viudedad, orfandad o incapacidad total, entre otras modalidades) iban a ver vista revalorizada su pensión con esa media del 2,8%. De hecho, a estas alturas del mes, la Seguridad Social solía enviar la carta informativa a todo el colectivo para indicarles en cuánto se les quedaba definitivamente la pensión. Ese momento tendrá que esperar.
En función de la inflación
De esta forma, la pensión media de jubilación pasará de 1.441 euros mensuales en 2024 a 1.481 en 2025, lo que supone un incremento de 564 euros al año, o unos 40 euros más al mes. La pensión media del sistema, considerando todas las modalidades de pensiones y prestaciones, aumenta en torno a 500 euros anuales.
En 2025, la pensión mínima con 65 años o más, con cónyuge no a cargo, que es la más habitual, iba a suponer un aumento del 11,74% en dos años, lo que suponía un incremento de 1.213 euros anuales, hasta situarse en los 830 euros mensuales, mientras que las mínimas con cónyuge a cargo suman en este periodo un incremento del 16,7% (1.127 euros al mes, suponiendo una mejora de 2.259 euros anuales).
Para una pensión mínima de viudedad de un titular con 65 años o con discapacidad reconocida igual o superior al 65%, el crecimiento experimentado en los últimos dos últimos años es del 11,66%, que suponen 1.128, 2 euros más en ese periodo para una pensión de este tipo.
Lejos quedan ya las revalorizaciones que se pusieron en marcha en los peores años de la crisis de precios, cuando la inflación media superó el 8% y el incremento correspondiente de las pensiones públicas supuso un desembolso de unos 13.600 millones de euros para la Seguridad Social. Implicaba, de facto, una paga más (junto a las 14 habituales que reciben los pensionistas), cuya nómina mensual se eleva ya por encima de los 12.000 millones de euros cada mes.
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