Montero ignora la presión de Yolanda Díaz y aplicará el IRPF por primera vez a los perceptores del SMI
La ministra de Trabajo reprocha a la de Hacienda que no le comunicara su decisión y pide "hacer pedagogía fiscal, pero por los de arriba, no por los de abajo"
La retención recortará en un 43% la mejora real que los trabajadores con salario mínimo percibirán aunque Hacienda alega que no afectará a la mayoría
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha hecho prevalecer su criterio dentro del Gobierno frente a las presiones ejercidas en los últimos días por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y ha decidido no tocar la regulación ... del Impuesto sobre la Renta para adaptarla a la nueva subida del salario mínimo interprofesional, que se elevará desde los 15.876 hasta los 16.576 euros tras el acuerdo de este martes del Consejo de Ministros. La principal consecuencia de esta decisión es que cientos de miles de perceptores del salario mínimo empezarán a tener una retención en sus nóminas a partir del mes que viene, en el momento en que se aplique la subida anual de 700 euros aprobada por el Ministerio de Trabajo.
La respuesta Díaz no ha tardado en llegar desde la propia rueda de prensa de un Consejo de Ministros en el que se ha mascado la tensión entre ambas vicepresidentas, según apuntan fuentes gubernamentales. Díaz ha aprovechado su comparecencia para mostrar su oposición a esta medida tributaria al apuntar que “hay que hacer pedagogía fiscal en España y tiene que empezar por los de arriba, no por los de abajo”. Díaz ha aclarado que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no se ha puesto en contacto con ella para anticiparle su decisión sobre el IRPF: “No ha habido comunicación”, ha apuntado una Díaz visiblemente disgustada en la rueda de prensa por la decisión de Montero. "Me he enterado por la prensa", ha llegado a apuntar. Y ha recordado que esta medida de Hacienda contrasta con “el regalo fiscal que se le acaba de hacer, por ejemplo, a los rentistas por desgravar el alquiler en su IRPF”.
Puesto en euros, la entrada de los perceptores del SMI en el terreno en que Hacienda ya exige aplicar una retención en la nómina hará que la subida de 50 euros mensuales, en 14 pagas, que iban a disfrutar a partir de su próxima mensualidad se quede en términos reales en algo más de 28 euros, es decir, que les supondrá un recorte de sus percepciones reales del 43% respecto a lo que recibirían de haber mantenido la exención total sobre sus retribuciones de la que disfrutaban hasta ahora. En términos anuales, implicará que de la subida anual de 700 euros que se preveía lo que llegará a sus bolsillos será algo menos de 400 euros.
Para haber evitado que esto sucediera el Gobierno debería haber avalado una nueva subida del umbral de la obligación de retener y, por tanto, de la exención de IRPF desde los 15.876 euros al que se elevó tras la última subida del SMI hasta los 16.576 euros. Decidir no hacerlo así, implicará que esos 700 euros de la subida quedarán sometidos a retención y dejarán en las arcas de Hacienda unos 300 euros por perceptor.
En una nota circulada a media mañana el Ministerio de Hacienda ha justificado su decisión en que "no se incluye ninguna modificación en IRPF en la medida que ya se aprobó la mayor rebaja para rentas bajas y medianas, y que la mayoría de trabajadores que cobran el SMI seguirán sin tributar". El departamento que dirige María Jesús Montero sostiene que una mayoría de los perceptores del SMI tienen cargas familiares y, por tanto, el juego de los mínimos familiares les eximirá de estar sometidos a retención. Sin dar cifras concretas, Hacienda sí asegura que de los más de dos millones de trabajadores que se beneficiarán de esta subida, solo una minoría estará sometido a retención.
"Con este incremento, la mayor parte de trabajadores que ganan el SMI seguirán sin sufrir retenciones por e IRPF. Y la minoría que pueda sufrir retención pagará muchos menos impuestos que los que pagaría con el IRPF vigente con el PP", ha asegurado el Ministerio de Hacienda en su nota. La estimación es que el tipo efectivo que soportarán los perceptores del salario mínimo no llegará al 2% de sus rentas anuales.
El argumentario distribuido por Hacienda, que dedica buena parte de su planteamiento a comparar lo que hubieran pagando los perceptores del SMI con el régimen fiscal vigente antes de sus reformas, subraya que el salario mínimo ya tributa en países como Alemania, Francia, Países Bajos o Polonia y que lo relevante "es garantizar que el salario que reciban los trabajadores que cobran el SMI se sitúe en torno al 60% del salario medio. Y eso se cumple actualmente".
Hacienda tampoco ahorra un comentario hacia la posición mantenida en los últimos días por la ministra de Trabajo. "Lo que no pueden hacer las fuerzas progresistas y de izquierdas es estigmatizar los impuestos", remacha.
El PP, que el año pasado por estas fechas desencadenó una ofensiva política que contribuyó a que el Gobierno elevara el umbral de renta que marca la obligación de retener y se dejara exentos a los perceptores del SMI, ha acusado al Gobierno de "hacer caja" a costa de los trabajadores que perciben el salario mínimo y le ha exigido una rectificación inmediata para devolver la situación al estado de cosas anterior a esta decisión.
El grupo de expertos de Díaz anticipó que ocurriría
El grupo de expertos designado por el Ministerio de Trabajo para recomendar la subida del SMI para este año ya advertía en su informe sobre una “importante repercusión en el coste salarial” de la actualización del Impuesto de la Renta para este colectivo, que cada vez incluye a un mayor número de perceptores. Incluso daban por asumido que, tras el incremento correspondiente a 2025, “el nuevo SMI sería objeto de retención”. Esa evaluación, que tuvo entre sus manos la ministra de Trabajo antes de tomar una decisión final sobre la subida de este año, apuntaba que un 20% de los trabajadores que cobran el salario mínimo serán los que se verán más perjudicados si Hacienda no actualizaba las tablas del IRPF.
Ese porcentaje se corresponde, según los cálculos de los expertos, con unos 540.000 perceptores de los más de 2,7 millones de ciudadanos que se encontrarían en el rango de quienes cobran mensualmente el salario mínimo. Esa quinta parte de contribuyentes más afectada apunta a un perfil concreto: el de un trabajador soltero y sin descendientes, ya que se les aplica un mínimo personal de 5.550 euros en el IRPF, el más bajo de todos, lo que les obliga a tributar de forma contundente al no actualizarse el mínimo exento del impuesto para ese nivel de ingresos que marca el nuevo SMI.
Para el resto de contribuyentes el impacto es menor a medida que ese mínimo personal del IRPF va incrementándose en función de las circunstancias personales y familiares de cada trabajador. Así, señalan los expertos, a medida que en el perfil del contribuyente se incluyan descendientes o ascendientes o personas con discapacidad, el impacto de la tributación se irá minorando. Por ejemplo, a un contribuyente con pareja y con un hijo menor de tres años no se le aplicará retención. Por su parte, un contribuyente con pareja y con un hijo mayor de tres años tendrá una retención de 99 euros al año. El análisis de los expertos también constata que más de 513.000 trabajadores tuvieron que presentar declaración anual del IRPF en la campaña de la Renta de 2023, la última disponible, para actualizar su liquidación con Hacienda.
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