con permiso
Más vale Ibex en mano que Moncloas volando
En este Gobierno se han aburrido ya de tanto «dedazo» y quieren tomarse el brazo. ¿Para qué tratar de pastorear a las empresas estratégicas del Ibex si se puede hacer con su control absoluto?
Asaltos Sánchez S.L.
Se han aburrido de tanto «dedazo» y quieren tomarse el brazo. Muy humano esto de la insaciabilidad. El sanchismo no da por bueno el deseo realizado porque lo interpreta como objetivo no alcanzado. Es el mal del alpinista. El goce no está en repetir ... el pasado, escaladas ya realizadas, sino en nuevos retos y cimas hasta ahora inalcanzables. ¿Por qué conformarse con un consejero si se puede controlar al consejo de administración entero? ¿Para qué tratar de pastorear a las empresas estratégicas del Ibex si se puede hacer con su control absoluto?
Es la ruptura de los límites la que amenaza con devorar al tejido corporativo. Y es esta extralimitación la que permite la exaltación del poder personal. Es puro extravío y glorificación personal. Una hazaña y un seguro de vida por si en octubre hubiera elecciones generales y el resultado no fuera el necesario. Para entonces, grandes compañías cotizadas estarían efectivamente controladas desde La Moncloa para embarrarle el terreno al nuevo inquilino en la 'ídem', y seguir pasando la pensión de manutención a la colección de estómagos agradecidos que orbitan en torno al PSOE y que necesitan tanto una nómina asegurada a fin de mes como una sentencia reinterpretativa desde el Constitucional.
Que vayan y le pregunten a Carme Artigas si hace frío afuera, en esa pasantía laboral que estira como el chicle mientras me cae la fruta madura de un sillón más mullido y con vistas. Otros, como Carlos Ocaña, mantienen varios platillos a la vez para no soltar nada, no sea que al final pierda todo. Y ¿qué decir de José Luis Escrivá? Es enternecedor ver el sanchismo convertido en la agencia de colocación diversa de la España digital.
La clave es que Bruselas ya exige la ortodoxia fiscal, y en otoño vienen los hombres de negro con la motosierra. Sánchez no solo no tiene presupuestos sino que tampoco parece que los tendrá para 2025 por mucho que la vice Montero diga que está ya todo en marcha. Sus socios afilan la hoja, los jueces aguardan y, claro, así más vale Ibex en mano que Moncloas volando.
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