con permiso
'Totum revolutum' en Telefónica: Sale Álvarez-Pallete... Murtra calienta que entras
Secuencia a secuencia el guion de La Moncloa en el partido que juega para hacer de Telefónica e Indra -sin olvidar a Hispasat- un gran campeón de las telecos, ciberseguridad y defensa... y lo que se tercie, se está cumpliendo. El presidente de la operadora se escabulle ya del abrazo del oso socialista y entra en escena el hombre de confianza -él sí-, de Sánchez... y de Fainé, pues también
El Gobierno prepara la salida de Álvarez-Pallete de Telefónica en un consejo extraordinario y propone a Marc Murtra

Sorpresas, ninguna. Metidos hasta la cocina desde el minuto uno, por no decir cero. Sin preguntar, no les hace falta. Y el que avisa, a pesar de las formas, no es traidor. O eso dicen... El caso es que la salida de José María ... Álvarez-Pallete de la presidencia de Telefónica estaba escrita casi -o sin el casi- desde la misma entrada de Pedro Sánchez en la del Gobierno. En un guion que se va cumpliendo secuencia a secuencia. Ni un solo renglón torcido, y si no, se endereza de inmediato. Y en esas están.
Solo había que esperar el momento. Y ha llegado. Eso sí, que pareciera todo amistoso. Tocaba este año renovar al presidente de la gran operadora y los flecos se han ido puliendo desde que aparecieron en escena los saudíes de STC. El Gobierno, como el gran salvador. Todo para crear un gran campeón nacional de las telecomunicaciones, las tecnologías, la ciberseguridad, del espacio... ¡y lo que se tercie! Eso sí, con el Gobierno dentro, claro. ¡Que la SEPI hasta en la 'sopi' no falte! Y con el presidente de Indra, la niña bonita de Moncloa, Marc Murtra, sentado en el sillón presidencial, un hombre con línea directa con el Ejecutivo y vinculado al PSC. Una operación de calado en el panorama empresarial español con Telefónica, Indra e Hispasat como personajes principales. Y con el apoyo del 'mundo Caixa', que de secundario tiene poco a pesar de las reticencias del jefe.
Por ello, el Estado -a través de la Sepi, decía- se afanó en completar la adquisición del 10% del capital de Telefónica en mayo del año pasado como movimiento defensivo para proteger los intereses españoles desde la ¿oportuna? llegada de Saudi Telecom (STC) en septiembre de 2023 que anunciaba la compra de un 9,9%. Esto obligó también entonces a que Criteria Caixa subiera su participación hasta el 9,9%, un socio 'algo' díscolo por la cercanía y confianza de su presidente, Isidro Fainé -vicepresidente de Telefónica- con el presi de la operadora. Pocas fisuras entre caballeros, aunque el posicionamiento del brazo industrial de Fundación La Caixa se antojaba fundamental para el éxito o fracaso de la operación. Y Fainé -dirá Sánchez-, se lo debe... Al menos Murtra es de la casa como quien dice, patrono de la Fundación Bancaria 'la Caixa' desde febrero de 2021.
El caso es que tras la autorización formal del Gobierno el 28 de noviembre de 2024 del sí a que los chicos de STC subieran al 9,9% de Telefónica todo el mundo estaba expectante. Hubo pacto y condiciones a esa subida y nadie -excepto en Moncloa y la propia compañía saudí- sabe cuáles son. Aunque la propia STC sí dijo entonces que sus derechos políticos le permiten pedir un asiento en el consejo de administración, que se les ha otorgado exactamente la participación que pedían y que aparentemente no se ha cambiado una coma de su plan de entrada en Telefónica. ¡Todo por la patria! Las duras palabras del salvador Sánchez contra la amenaza de la conquista de los árabes -STC es propiedad del fondo soberano saudí PIF- se quedan en agua de borrajas... Confirmar si el plan de Sánchez desde el comienzo era entrar en Telefónica de la mano de los ahora amigos inversores árabes para España se antoja harto imposible.
Ahora bien, para forzar la salida de Pallete, la SEPI necesitaba, a priori, el acuerdo de los dos principales accionistas y en lo posible de BlackRock y BBVA, los dos con otro 5% del capital, que solo con el apoyo de los saudíes, algo que se daba por descontado desde su, repito, ¿oportuna? llegada, tendría apenas el 15% del capital.
Logrado el tema accionarial, los sillones del máximo órgano de decisión de Telefónica había que repartirlos convenientemente. Nuevo accionariado, nuevos consejeros. Es lo que hay. Y en paralelo, se han ido pergeñando esos cambios para tener el control de la gestión. Hoy ya sí, STC pedirá su primer consejero -veremos si dos más adelante como el Gobierno-, que se sumaría al representante de la SEPI, el amigo personal del presidente Sánchez, Carlos Ocaña, a Javier de Paz (histórico socialista) y a una nueva vocal independiente que el Gobierno quiere que sea cercana. Así, hasta los máximos afines al eje de control, con la posibilidad de subir en la medida que el bloque siga creciendo en el capital de la que será el primer gran campeón nacional de la era Sánchez. No dejen de hacer palomitas hasta el 'fin', la cosa promete.
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