El quinto en discordia
Buen marzo para el Ibex
La economía española es de las que mejor desempeño está teniendo y la que mejores perspectivas tiene en un mundo en el que son los servicios los que tiran del carro
Los beneficios del Ibex caen un 8,5% en 2023 por las energéticas
Quedan muy pocas sesiones de Bolsa de un marzo que pinta muy bien. El Ibex ha recuperado el paso este mes tras un arranque algo más titubeante. Además, subidas de estas proporciones en periodos tan cortos no son en absoluto habituales -el jueves ya ... sabremos cómo queda este marzo en el ranking de rentabilidades en periodos comparables pero todo apunta a que va a ser uno de los mejores meses de subida de la historia del índice-.
Y lo importante no es tanto el dato sino cómo lo ha hecho. Lo primero es que no ha habido una razón evidente. Estas semanas no ha ocurrido nada extraordinario como ha podido suceder en otras ocasiones que justifique semejante salto. La subida es más porque ya tocaba. En cierta medida se dan todas las circunstancias para que la Bolsa española destaque. La economía española es de las que mejor desempeño está teniendo y la que mejores perspectivas tiene en un mundo en el que son los servicios los que tiran del carro -aquí siempre hay que apostillar la famosa coletilla de «a pesar del gobierno y de cómo está el patio-. En la renta variable, la normalización de los tipos de interés han permitido que las valoraciones de las cosas vuelvan a importar. Y que algunos mercados que estaban olvidados de la mano de Dios vuelvan al radar de los inversores. No es que se hayan convertido en los protagonistas pero han vuelto a existir para los que de verdad importa. Las bolsas europeas y en concreto la española están muy baratas pero además el descuento relativo con la americana es enorme. Además, y como hemos visto más arriba, las compañías españolas -no solo los bancos- se lo están empezando a creer por lo que están viendo en sus cuentas de resultados y están empezando a dar buenas noticias.
Lo anterior está cogiendo a los inversores con el pie cambiado -esto es con poca o ninguna exposición a la Bolsa española-, lo que también redunda en que lo haga y lo siga haciendo bien. De hecho, subidas tan fuertes como la de los últimos días suelen ser consecuencia de inversores cerrando sus posiciones cortas. Y si normalmente estas vueltas de los índices lo suelen coger muy pocos inversores retail, en este caso todavía menos por el enorme ruido político. Siempre resulta muy difícil mantener la distancia suficiente como para no dejarnos influir. Ahora todavía más. Siempre podrán reprocharle también a Sánchez que por su culpa se perdieron una muy buena oportunidad en la Bolsa española. Aunque en este caso es responsabilidad solamente suya. Cada uno responde por sus emociones.
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