ajuste de cuentas
La inflación también es tarea del Gobierno
Si la política fiscal no se modera, la presión sobre los precios seguirá impulsando los tipos de interés
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La entrevista del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en 'Börsen Zeitung', el principal diario alemán especializado en mercados financieros, llevaba varios mensajes muy interesantes, sobre todo para el público teutón, pero había uno que se entendió muy bien en España gracias ... a la rápida reacción de Yolanda Díaz y de Sumar rechazando unos eventuales recortes de ayudas públicas: la pelota de la lucha contra la lacra de la inflación ya no está sólo en la cancha del Banco Central Europeo (BCE), sino que se juega también en el ámbito de la política fiscal de cada uno y de todos los gobiernos del euro.
«En el BCE hemos aumentado nuestros tipos de interés oficiales en 450 puntos básicos, el ajuste de política monetaria más fuerte y rápido de nuestra historia… Sin embargo, es importante que otras políticas también contribuyan. A medida que caen los precios de la energía, los gobiernos deben dar marcha atrás en sus medidas de apoyo energético y si una nueva crisis energética necesitara nuevas medidas de apoyo fiscal, éstas deberían ser mucho más específicas. Las autoridades también deberían emprender reformas estructurales para fortalecer la oferta», afirma en una parte central de la entrevista.
En 2024, la política fiscal de la eurozona debería ser más restrictiva, tal como ha declarado el Eurogrupo en julio. Y aunque no exista todavía un acuerdo completo en torno a las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, como vimos en la cumbre del Ecofin celebrada en Galicia la semana pasada, está claro que la época de actuar sin reglas ha llegado a su fin. En definitiva, el mensaje es claro: si los gobiernos no quieren seguir viendo que los tipos de interés suben y penalizan a sus ciudadanos hipotecados y frenan la inversión, deben empezar a hacer reformas y a racionalizar el gasto.
En la entrevista, el gobernador señala que cuando se habla de ajuste monetario hay un juego de compensaciones entre dos elementos: los tipos de interés y el balance del BCE. Hasta ahora, el banco ha decidido usar como herramienta principal los primeros. Y aunque la velocidad de reducción del balance ha sido mayor que en otros bancos centrales del planeta, todos saben que la actuación sobre éste puede tener consecuencias políticas difíciles de visualizar a simple vista: podría no ocurrir nada o podrían caer gobiernos europeos como fichas de dominó. De ahí que, como dice el gobernador, haya que ser «muy cautelosos».
En la conversación, Hernández de Cos da a entender que los tipos de interés han llegado a un punto del cual no van a pasar, salvo que sucedan cosas muy raras. Sus entrevistadores lo juzgan optimista, pero él les ofrece evidencia de que si las tasas se mantienen durante un tiempo suficientemente largo, la trayectoría de la inflación se situará en torno al objetivo del 2% en 2025. Y por la naturaleza de las preguntas que le siguieron haciendo, fue convincente.
jmuller@abc.es
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