Ajuste de cuentas
Escrivá y el Estado
El ministro eliminó el Cecir la opaca comisión que autorizaba los empleos del sector público con un catálogo de los 80
Cuerpo confirma a Escrivá como gobernador y avisa: el supervisor asesora al Gobierno, no lo fiscaliza
![José Luis Escrivá, el nuevo gobernador del Banco de España y hasta ahora ministro de Transformación Digital y Función Pública](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/09/04/joseluis-escriva-ministro-RobtgyGY6VZ3Wne1dNMKnXL-1200x840@diario_abc.jpg)
José Luis Escrivá ha coronado su sueño, convertirse en gobernador del Banco de España. Siempre recuerdo que cuando Cristóbal Montoro lo propuso para que fuera el primer presidente de la Airef, el inolvidable David Taguas (1954-2014), que había trabajado con él en el ... BBVA, defendió su nombramiento y me dijo que si alguien podía poner en marcha un órgano independiente desde cero, en una España en crisis, era Escrivá. Y que nos iba a sorprender.
Estoy convencido de que también nos sorprenderá en el Banco de España, que es hoy la más europea de nuestras instituciones autónomas.
Lo que realmente lamento es que se haya frustrado la trayectoria de Escrivá en el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública. No dudo del entusiasmo con que Óscar López, politólogo y administrador público, va a asumir el desafío que tiene esa cartera que la gran mayoría ha visto como el aparcamiento de un gobernador 'in péctore' y que, en realidad, tenía entre manos unas reformas que son esenciales para España.
En el corto tiempo que llevaba en su nuevo Ministerio, Escrivá tomó una decisión fundamental para modernizar la Administración española: eliminó la famosa Comisión Ejecutiva de la Comisión Interministerial de Retribuciones (Cecir), un órgano muy poco transparente que era el auténtico cuello de botella de la burocracia. Ideado para una situación de crisis, el Cecir tenía como misión autorizar cuantitativamente las plazas de las que podía disponer cada una de las microáreas que constituyen la Administración General del Estado (AGE). Con su capacidad para poner obstáculos, esa comisión de funcionarios con levita tenía más poder que un ministro a la hora de distribuir las fuerzas burocráticas del Estado. Gracias al Cecir era imposible agilizar la contratación de determinados perfiles -su catálogo era de los años ochenta- que son raros en la Administración. Esto terminaba frustrando el desarrollo de proyectos y reformas. Gran parte del caos en la gestión de los fondos europeos se debe a esta inadecuación entre lo que se necesita y lo que autorizaba el Cecir.
Escrivá cuenta, además, con una visión personal sobre cómo modernizar la Administración. Como economista, conoce bien la paradoja del extraordinario impacto que las Tecnologías de la Información han tenido en la productividad del sector privado, cosa que no se ha conseguido reproducir en el sector público. Nadie ha sido capaz de desentrañar este misterio a la hora del desayuno.
Además, había dado los primeros pasos para acabar con el tensionamiento de unas plantillas que están un 10% por debajo de lo que había antes de la crisis financiera y reforzado las exigencias de excelencia, competencia profesional e idoneidad en la selección de los directivos públicos. Entre sus proyectos estaba la creación de la Escuela de Alta Dirección Pública del Estado (EADE). jmuller@abc.es
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