AJUSTE DE CUENTAS
El Banco de España y la vivienda
Los informes de la entidad eluden medir el impacto que han tenido en el mercado las decisiones del Gobierno
Sánchez o el Estado despilfarrador (22 / 12 / 24)
El Banco de España (BdE) está prestando un gran interés al problema de la vivienda. En 2024 se han publicado varios trabajos que han ocupado titulares. En abril se incluyó en el Informe Anual de 2023 el capítulo 4, titulado 'El mercado de la ... vivienda en España: evolución reciente, riesgos y problemas de accesibilidad' donde se afirmaba que había un déficit de 600.000 viviendas en España. En octubre se publicaron dos 'documentos ocasionales' (uno sobre vivienda y otro sobre alquiler) donde el déficit se redujo a 500.000 viviendas. Este último cálculo surge de una disparidad de los datos del INE que estimaba la creación de 360.000 hogares en 2024, mientras que el ritmo real que se llevaba en el primer semestre era la mitad, lo que permitía proyectar sólo 155.000 hogares más. Todo esto prendido con alfileres porque como decía el mismo BdE, los flujos migratorios han dotado de «una elevada incertidumbre» las estimaciones demográficas.
Como es natural en los estudios de la entidad, estos son muy solventes desde la perspectiva de los datos. Se aprecia, además, que la institución está recurriendo en mayor medida a los datos del Servicio de Estudios Tributarios y Estadísticas de la AEAT, y tomándose con una pizca de escepticismo los del INE. No les falta razón. Un organismo tiene la foto de la vida real de los españoles–Hacienda sabe hasta dónde están nuestros teléfonos móviles– y el otro sólo tiene datos de encuestas. Podríamos añadir a este triunvirato el CIS que tiene las predicciones de Tezanos.
El estudio sobre el alquiler nos ofrece unas tablas y mapas sobre la rentabilidad bruta del alquiler residencial (RBA), con datos de Hacienda, que desmiente la noción de la izquierda radical y de Pedro Sánchez de una España de «propietarios ricos e inquilinos pobres». Los datos son de 2022, pero la RBA total en las grandes ciudades era del 5,5%. Esta rentabilidad es la ratio entre los ingresos anuales por alquiler y el precio de inmueble. Y es bruta, es decir, sin descontarle los gastos de IBI, seguros, comunidad, gestión, etc. Actualmente se considera una buena inversión una rentabilidad neta entre el 4% y un 7%, por lo que la RBA que calcula el Banco de España es más bien modesta, confirmando como insistimos aquí desde hace años que el gran problema de la economía española es de rentas (de todo tipo de ellas).
Pero los informes del BdE también tienen un aspecto sofronizador: en ellos es imposible determinar cuestiones importantes como las consecuencias de las medidas gubernamentales en los precios. ¿No sabemos qué impacto ha tenido en la oferta que se duplique el plazo para desahuciar a un moroso? ¿Y la declaración de 'zonas tensionadas'? ¿En qué cuantía la pérdida de seguridad jurídica ha engordado el alquiler turístico más allá del atractivo de Airbnb? Da la impresión de que para sus expertos, el mercado inmobiliario se siga desenvolviendo en una situación comparable a la que creó Boyer en 1985, cuando realmente con Sánchez todo ha cambiado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete